martes, 1 de julio de 2014

Pesca espiritual


ICHTHYS 

El Evangelio de Tomás el Mellizo es sin duda uno de los textos más importantes para entender la forma no distorsionada del primer cristianismo.

A diferencia de lo que se pensaba, no es un texto gnóstico heleno, ya que este evangelio tiene un sustrato arameo y por tanto es más bien nazareno-ebionita.

Es más, refleja muy bien las enseñanzas de Yahshua, el Nazareno. Algunos de sus 114 dichos –atribuidos al Maestro–, completan pasajes de los Evangelios canónicos, lo que llevó a algunos estudiosos a identificarlo como parte del famoso Q Documento que se planteó la hipótesis de que la fuente de Lucas, Mateo y Marcos.

En él se nos revelan claves importantes:

(1) Y él dijo: "El que encuentre la interpretación de estos dichos no experimentará la muerte." 
(2) Jesús dijo: "Deja que aquel que busca siga buscando hasta encontrar. Cuando encuentre, se turbará. Cuando sea perturbado, se asombrará, y reinará sobre todas las cosas
(8) Y él dijo: "Los seres humanos se asemejan a un pescador inteligente que, habiendo echado la red al mar, la sacó llena de pequeños peces pequeños, y al encontrar entre ellos un gran pez, devolvió los peces pequeños de nuevo al mar, eligiendo sin esfuerzo al pez grande. Quien tenga oídos para oír, que oiga 

Innumerables son las veces en que los textos sagrados consideran a los humanos como "muertos vivientes", y  coinciden en mostrar la senda para ser "resucitados" antes de la muerte del cuerpo físico, e incluso antes de la redención final de aquellos espíritus que esperan en los cielos inferiores en estado semi-consciente –según las enseñanzas hebreas. 

Sin embargo, la resurrección no viene por sí sola, con la mera creencia, sino con la "comprensión, transformación y "fe-confianza adquirida a través de un intenso proceso de trabajo interno. 

Pero antes de llegar ahí, uno debe darse cuenta del propio estado miserable, de cómo la sombra ordinaria desperdicia el día con todos sus "miedos", "preocupaciones", "juicios negativos", "gustos y aversiones", subidas y bajadas que nos privan de nuestra más preciada joya, la verdadera naturaleza profunda. 

Cuando uno ve esta condición miserable, uno siente remordimiento. Mas cuando encuentra lo profundo, se llena de gozo y respeto reverencial: Cuando encuentre, se turbará. Cuando sea perturbado, se asombrará.

Un reconocimiento que conduce inevitablemente a experimentar la necesidad de "retornar" al verdadero Ser. 

¿Por qué habríamos de permanecer cautivos, a merced de la ilusión de pequeños egos que nos roban el derecho a Ser, haciéndonos pagar el precio? 

Es por esto que estamos destinados a convertirnos en "pescadores inteligentes", echando fuera de la red los "peces pequeños", eligiendo sin esfuerzo al Pez Grande

Ahora, ¿qué es el pescado grande? ¿Por qué sin esfuerzo? 

Una respuesta clara aparece en una de las cartas de Pablo: 

He sido crucificado con Cristo; sin embargo, ya no soy yo quien vive, sino que Cristo vive en mí (Gálatas 2:20) 

En otras palabras, el trabajo espiritual no se basa en el esfuerzo de nuestra personalidad cotidiana, sino más bien en un no-esfuerzo, en abandonar nuestras “pretensiones”, dejando que nuestra "naturaleza divina enterrada" tome el mando y cargue con nuestros sufrimientos. La diligencia, la atención correcta y el discernimiento tienen lugar dentro de la Luz libre de la Consciencia, que espera a ser realizada.

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Para una versión completa del Evangelio de Tomás: 
http://gnosis.org/naghamm/gthlamb.html

domingo, 8 de junio de 2014

Respeto Reverencial



El principio de la Sabiduría es el Respeto Reverencial de la Dinámica Existencial (Yirat Yhvh) y el Conocimiento del Santo es Inteligencia (Proverbios 9:10)  

ERespeto Reverencial de la Dinámica Existencial (Yirat Yhvh) es aborrecer el mal; el orgullo, la arrogancia, el mal camino, yo aborrezco (Prov 8:13)
[1] Ver también Éxodo 20:20, Proverbios 1:7 y Salmo 111: 10 

Rabbí Shimon Bar Yochai,  a quien se le confió la revelación del alma de la Torah, dictó lo siguiente, en referencia al llamado "temor del Señor", que es más bien un Respeto reverencial hacia la Luz, remordimiento consciente, y temor a salirse del Camino de Justicia, no por miedo al castigo, sino por Amor al Bendito Ser:
Entonces comenzó el Rabino Simeón el discurso sobre la doctrina secreta. "En el principio creó Dios" (Gen. I. 1). Estas palabras se incluyen en el primer mandamiento que se conoce como "el temor del Señor", el primer paso en la adquisición de la verdadera sabiduría y el conocimiento. También se conoce como el principio, ya que es la verdadera puerta por la que entramos en los misterios más altos de la vida divina y es la base sobre la que el mundo existe. Hay tres tipos de miedo, dos de los cuales son inútiles en la búsqueda de la verdad, y que no tienen referencia excepto en relación a placeres y deleites corporales, y la preservación de la riqueza, y por tanto, carecen enteramente de mérito. El verdadero temor del Señor es el afecto que surge de un sentimiento de reverencia hacia el Bendito Uno, en tanto que todo poderoso, raíz sin raíz de toda la vida y la existencia, y en cuyos ojos el universo sin límites, con todos sus habitantes, son como nada. Éste es el temor que, al ser ejercitado, acerca el momento en que la voluntad divina prevalecerá universalmente en todo el mundo [2].

Recordando el artículo, Oración, Respeto Divino y Remordimiento (publicado en la Pascua de 2013), el "Respeto de Dios" no es ni "temor a Dios" ni "miedo de ofender a Dios", sino el respeto reverencial inspirado por algo tan perfecto y sublime que nos hace sentir la propia imperfección; pero también es temor de no amar adecuadamente, el cual proviene del mismo Espíritu Santo o Consciencia divina, que constituye el verdadero Ser de cada uno.

Ello entraña una sensación de vulnerabilidad ante la presencia de la Luz divina, la cual choca con la transgresión de la mente y el corazón, llevando al remordimiento consciente purificador.

Sólo este amor reverencial y remordimiento ante lo sublime puede ayudar al aspirante a caminar por el estrecho sendero de la Justicia.

Lo sublime es lo "absolutamente grande", el "último reducto del yo", como Emmanuel Kant señala en su Crítica del Juicio [3], en la que también se refiere a la combinación de "miedo" y "asombro" vividas cuando uno se sumerge en la grandiosidad de la Naturaleza. 

Curiosamente, a pesar de ser un intelectual, en ese tratado de Estética, incluso llegó a admitir que un sentimiento tan sutil revela un "yo nouménico o suprasensible" que tiene su propia actividad: "pensar en el infinito como un todo, presupone la capacidad de la razón teórica [contemplativa] en sí, es decir, una" facultad " que es un Ser suprasensible."

Un Ser que en términos judeocristianos se llama Espíritu Santo, la manifestación divina, includio el ser de cada individuo.

Los pitagóricos acuñaron el término "theoría", que originalmente se refería no al "pensamiento conceptual", sino a la contemplación divina mediante la cual el Uno genera el Universo. Es la divina inteligencia creativa conocida como Jokmah por los kabalistas y Noûs por platónicos, neoplatónicos, y Logos por los Cristianos.

Todo aquel que logra ir más allá de la "mente egoísta", más allá del sentido del "Yo y mío" (fuente de temor egoísta), participa  conscientemente en la Gloria de la creación, cerrando el círculo. 

Así el Absoluto Ilimitado se contempla y realiza a sí mismo a través de Adán, nada menos.

Haciéndonos eco del rétor Longino y su tratado Sobre lo Sublime, del siglo I d.C:
"Porque nuestra alma se eleva fuera de la naturaleza a través de la verdad sublime; se codea con espíritus elevados, y se llena de alegría orgullosa, como si ella misma hubiese creado lo que oye."

¿Podría ser ésta la razón por la cual el rabino Shimon bar Yochai vino a decir en la introducción del Zohar que el “Respeto del Verbo/Dinámica Existencial” es el fundamento sobre el que existe el mundo?

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Imagen:
Fotograma de Die vom Weiße Hölle Piz Palü, por Arnold Fanck, 1929 Cortesía Matthias Fanck. 
[1]  El Zohar (Números 220b), ve a Jokmah como koach (potencial) y mah (puro Ser desinteresado). Jokmah es un estado de plenitud creativa, puro Ser potencial (ver Salmos 34:9, Job 28:12; Salmos 104:24; Eclesiastés 7:12).

[2] Zohar, El Libro del Esplendor, Introducción. Traducido a partir de la versión publicada en:
http://www.sacred-texts.com/jud/zdm/zdm002.htm
[3] Emmanuel Kant, Crítica del Juicio, #106-108.
[4] La conexión entre el Cristianismo y la Kabalah se conoce desde hace siglos. Sin ir más lejos, el rabino Moisés David Valle (siglo XVIII) ya sostenía que el Cristianismo era la nueva forma de la Kabalah, elaborada expresamente para los gentiles (las ovejas perdidas de Israel en particular), y ocultada a los ojos dogmáticas de Fariseos y los Saduceos, que se negaron a aceptar que Yahshua era uno de los Mesías profetizados. Este rechazo ciego habría sido la causa por la que fracasó el segundo intento de restaurar la verdadera Humanidad adámica, lo que requiere una segunda venida que estaría aconteciendo ya en el interior de cada ser humano justo.

Un claro ejemplo de la continuidad entre el Judaísmo y el Cristianismo es la sabiduría contenida en el Tetragrammaton, YHVH (Yod, Hei, Vav, Hei), el impronunciable Nombre del Eterno que alude a una división cuádruple del Mundo a la que se alude Isaías 43:6
El fundamento de la Kabbalah es el Árbol de las Vidas (Etza Jayim), Sabiduría de la que gozaron los primeros Humanos de Luz antes de caer al mundo físico, y la cual debe ser rescatada para la regeneración espiritual del Humano Originario. 
Sus diez esferas (Sefirot) representan estados y atributos del Eterno, no al Eterno en sí mismo, que es incomprensible. La tradición expresada en obras cabalísticas tempranas como el Bahir transmiten que el Uno Sin Límite (Ayn Sof) se contrajo (tzimtzum) para crear un Vacío en el que Todo pudiera Ser. En términos pitagóricos: el Uno se refleja en el Cero para que lo Múltiple sea. La humildad divina en su máxima expresión.

La YOD en YHVH corresponde a Jokmah (Sabiduría), conocida como Padre (Abba) en su función de Palabra Creadora o Logos, origen de Ideas Semilla, cuyas líneas de fuerza irradiadas rebotan y se entrecruzan en el Vacío Luminoso, generando así la Matriz geométrica llamada Binah (Comprensión), primera configuración de Ima, Madre de todas las formas que hace posible las bases para la Comprensión de la Vida. Aquí es donde la tradición ubica a Yhvh Elohim, cuerpo del Eterno.

La HEI de YHVH se encuentra en el Mundo Mental de la Creación (Briah), y corresponde al despliegue de Binah, que puede verse como la Virgen María concibiendo por obra del Espíritu Santo (Ruach ha Kodesh), es decir, la Espiral de Luz Inteligente. A través de ella los Arcángeles recrean en su Mente tanto las ideas semilla del Logos-Hochmah como las formas de vida inspiradas por Binah.

En este mundo mental de la creación se establece el equilibrio entre el proceso constructivo de la cuarta sefirah, Jesed (Bondad), fuente de abundancia, y las leyes restrictivas de la quinta, Geburah (Severidad), sin la cual todo crecería hasta convertirse en un cáncer cósmico. El camino medio es siempre la mejor solución.
La VAV en YHVH corresponde a la sexta esfera, Tifereth (Belleza), conocida como el Pequeño Rostro (Zeir Anpin), el Hijo, el Niño Cristo, futuro Esposo y Rey que media entre el Mundo Mental y el Mundo Emocional de la Formación (Yetzirá), que es donde las semillas originales del Logos-Hochmah cristalizan en formas concretas y se preparan para encarnar en el mundo físico de acuerdo con los esquemas establecidos en reinos superiores. Aquí es donde el primer Adán fue formado (yetzirah), en el Jardín del Edén inferior, que no era físico y se hallaba en Yesod (Fundación), la novena sefirah, la cual se hizo más densa con la Caída dando lugar a la experiencia física de la tierra.
Finalmente, la última HEI en YHVH corresponde a la Novia (Nukva), que se encuentran en el Mundo de Acción (Assyah), que incluye al mundo físico, siendo donde las almas humanas son entrenadas siguiendo las metas más altas con el fin de preparar el Reino (Malkuth), facilitando el nacimiento interior del Niño Crístico que logra convertirse en Rey en cada corazón puro, como Yahshua mismo ejemplificó. La tierra física es donde la Luz Divina se manifiesta en el ser humano como Hija Novia, la llamada Shekinah, que es el Espíritu Santo individual, único e irrepetible.
Sobre la conexión entre Cristianismo y Kabbalah hay dos interesantes conferencias:
http://www.youtube.com/watch?v=IFxYPznJuKc

miércoles, 21 de mayo de 2014

Ser es un cierto No ser



Este sentimiento de nadidad...al comienzo era nada. Ni agradable ni desagradable; simplemente nada, y nada es nada. Era desconcertante, y recuerdo que seguí huyendo. Un ser humano nunca es "nada". Uno está vivo, uno es una entidad, un ser. Pero más tarde se hace crecientemente agradable. Profunda felicidad emanando de Él (el Uno), de la más insondable profundidad...También en casa, cuando pienso en Él viene sobre mí...suave...ligero. Una dicha de no-ser, no existir en absoluto. Es difícil de creer que sea tan glorioso ser nada, a menos que uno lo haya experimentado (Irina Tweedie, en su Diario: Hija del Fuego).

¿No hay momentos de completa relajación y serenidad en que uno no siente la necesidad de ser "algo": ni un cuerpo, ni una persona, ni un deseo, ni un anhelo...? ¿No brilla el Amor de modo natural entonces?
La Kabbalah, el Vedanta y otras tradiciones enseñan que el progreso espiritual tiene lugar conquistando cinco niveles de ser, desde el físico, al vital, emocional, mental y causal, cada uno conteniendo al anterior. Y en algún momento el viajero viene a experimentar de modo más "regular y constante" una profunda serenidad amorosa. Lo que sólo puede acontecer desde lo que los Vedantines llaman el Anandamayo-kosha, el cuerpo causal de la Dicha (Ananda). Pero incluso eso, no es la Realidad Última, pues sigue siendo un objeto del cual el alma es consciente.

La Esencia Divina está siempre más y más allá. Como Irina dijo una vez, la evolución espiritual es un viaje espiral en el cual rodeamos y rodeamos al Uno, de modo más y más profundo.
De ahí que los místicos se refieran al No-Ser. Paradójicamente, también yace por doquier, abrazando cada etapa y cada estado en el Camino, razón por la que Parménides y otros titanes espirituales hablaron simplemente de Ser. Dice la diosa en su poema que la Verdad es simple: que sólo hay Ser, y que no hay no-ser.
Como vemos, las palabras no son lo importante. Sólo la Realidad lo es.
¿Quién puede comprender esto? ¿La mente conceptual? Seguro que no. ¿Y el Corazón?

domingo, 20 de abril de 2014

Coraje espiritual


María Magdalena besando los piés de Jesús
Volviendo al Evangelio de María Magdalena, es interesante observar las actitudes que Pedro y Andrés muestran hacia ella:
«¿Cómo iremos hacia los gentiles y predicaremos el evangelio del reino del hijo del hombre? Si no han tenido con él ninguna consideración, ¿cómo la tendrán con nosotros?».
Entonces Mariam se levantó, los saludó a todos y dijo a sus hermanos: «No lloréis y no os entristezcáis; no vaciléis más, pues su gracia descenderá sobre todos vosotros y os protegerá. Antes bien, alabemos su grandeza, pues nos ha preparado y nos ha hecho hombres». Dicho esto, Mariam convirtió sus corazones al bien y comenzaron a comentar las palabras del [Salvador].
Pedro dijo: «Mariam, hermana, nosotros sabemos que el Salvador te apreciaba más que a las demás mujeres. Danos cuenta de las palabras del Salvador que recuerdes, que tú conoces y nosotros no, que nosotros no hemos escuchado». Mariam respondió diciendo: «Lo que está escondido para vosotros os lo anunciare».
[…] [consultar en el texto entero y el primer artículo de esta Pascua para ver su discurso]
Después de decir todo esto, Mariam permaneció en silencio, dado que el Salvador había hablado con ella hasta aquí. Entonces, Andrés habló y dijo a los hermanos: «Decid lo que os parece acerca de lo que ha dicho. Yo, por mi parte, no creo que el Salvador haya dicho estas cosas. Estas doctrinas son bien extrañas». Pedro respondió hablando de los mismos temas y les interrogó acerca del Salvador: «¿Ha hablado con una mujer sin que lo sepamos, y no manifiestamente, de modo que todos debamos volvernos y escucharla? ¿Es que la ha preferido a nosotros. Entonces Mariam se echó a llorar y dijo a Pedro: «Pedro, hermano mío, ¿qué piensas? ¿Supones acaso que yo he reflexionado estas cosas por mí misma o que miento respecto al Salvador?
Entonces Leví habló y dijo a Pedro: «Pedro, siempre fuiste impulsivo. Ahora te veo ejercitándote contra una mujer como si fuera un adversario. Sin embargo, si el Salvador la hizo digna, ¿quién eres tú para rechazarla? Bien cierto es que el Salvador la conoce perfectamente; por esto la amó más que a nosotros. Más bien, pues, avergoncémonos y revistámonos del hombre perfecto, partamos tal como nos lo ordenó y prediquemos el evangelio, sin establecer otro precepto ni otra ley fuera de lo que dijo el Salvador».
Los fragmentos del Evangelio de María indican que no sólo se convirtió en buena maestra, sino que asumió la responsabilidad de transmitir la esencia de la enseñanza, alentada por Jesús, su consorte espiritual, que ya la dejaba hablar a gusto en presencia de otros discípulos, como indican otros evangelios.
Sin embargo, Pedro y Andrés no parecían querer aceptar la autoridad de una mujer, lo que podría ser la razón por la cual la cristiandad se dividió; aunque los frescos cristianos de las catacumbas muestran figuras femeninas enseñando en medio de grupos de oyentes, lo cual revela la diferencia entre el primer cristianismo (siglos I y II) y el de la Iglesia posterior.
Curiosamente, Pedro fue el fundamento de la Iglesia institucional, lo cual también tiene una lectura simbólica, pues representaba era la "piedra fundación", Yesod en hebreo, que es básicamente la energía del "ego" que hay que transformar. 
Por el contrario, Juan y María se centraron “exclusivamente" en el mensaje espiritual y transformador de Yahshua, predicando con el ejemplo, más que con palabras, letras y leyes caducas. Precisamente, si hay alguien que encarne la enseñanza de Jesús, aparte de él mismo, fueron Juan y María Magdalena, los únicos discípulos que se quedaron con Jesús bajo la cruz, junto con su madre. Su amor por él era lo suficientemente fuerte como para superar el temor a ser asesinados también, algo que no puede decirse de los demás. Pedro, en particular, negó ser un discípulo tres veces, de acuerdo a los evangelios. Si no han tenido con él ninguna consideración, ¿cómo la tendrán con nosotros? A lo que Maríam responde: No llores y no te aflijas ni seas irresoluto, pues su gracia, será enteramente con vosotros y os protegerá.
En conclusión, tanto los evangelios canónicos como los apócrifos, parecen apuntar a una historia diferente, la escrita en los corazones de los amantes de la Sabiduría, más que en pilares de piedra.

sábado, 19 de abril de 2014

Jesús y el Calendario Esenio






Gracias a los datos bíblicos y otras fuentes antiguas, se hace cada vez más evidente que Yahshua creció en la hermandad de los Nazarenos, como muchos miembros de su familia. Y se les llamaba así porque solían hacer el voto nazareo/nazarita descrito en Números 6, hallándose también hermanados con lo que historiadores antiguos llamaban Esenios, con los cuales Yahshua pudo recibir también cierta formación inicial, aunque no fuese un esenio en sentido estricto. Ambos grupos eran ramas de un mismo árbol.

y vino y habitó en la urbe [polis, comunidad] que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno (Mateo 2:23)

Lo cual se anticipaba desde antes:

Y brotará un retoño del tronco de Yeshe, y un vástago/rama (netzar) de sus raíces dará fruto–Isaías 11: 1

Los nazarenos existían desde antes de la era cristiana, como apuntó San Epifanio [1], y se hallaban vinculados al Monte Carmelo, enclave principal de la Escuela Profética del nazarita Eliyah, en el Norte de Israel. De ello ya dio noticia la primera orden monástica de los Carmelitas, fundada en dicha montaña en el siglo XII.

Ahora, en este artículo hemos de prestar atención a un dato curioso.

Según pasajes evangélicos como Juan 19:13, Jesús fue condenado el día de preparación de la Pascua lunar judía  [1], es decir, un Jueves, horas después de la Santa Cena.

Sin embargo,  según Mateo 26:17 y Lucas 22:7, esa cena era de carácter pascual.

Ahora bien, como siempre, las contradicciones evangélicas tienen un propósito, que es hacer pensar conscientemente y desarrollar así la atención y discernimiento mental, necesarias para el nacimiento  y crecimiento del Hijo del Hombre.

Y dado que en Marcos 14 se dice: Faltaban dos días para la Pascua y los Ácimos oficiales de los judíos, cabe pensar que la Última Cena tuvo lugar un Miércoles, o incluso un Martes por la tarde, dependiendo de cómo se interprete Lucas 22:7 y Mateo 26:17 [2]
Esto lleva inevitablemente a pensar que Jesús y sus discípulos celebraron la Pascua de acuerdo con el calendario solar de la comunidad de Qumrán, no con el lunar oficial judío, y obviamente sin cordero, ya que ni nazareos ni esenios comían carne ni bebían vino debido al voto nazareo, ni hacían sacrificios en el templo, considerando esto último una costumbre salvaje, ya denunciada por profetas como Isaías y Daniel.

La primera en apuntar la posibilidad de una última cena llevada a cabo bajo calendario esenio fue la francesa A.Jaubert, en su libro La Fecha de la Última Cena (1965), pero no causó mucho impacto. 

Sin embargo, la idea está ganando apoyo, incluso de los estudiosos de la Iglesia Romana, como por ejemplo el teólogo Joseph Ratzinger, quien en marzo de 2007, cuando aún era el Papa Benedicto XVI, habló con claridad durante el mensaje del Ángelus. He aquí un extracto de su discurso [3]:

En las narraciones de los evangelistas hay una aparente contradicción entre el Evangelio de Juan, por un lado, y lo que Mateo, Marcos y Lucas nos dicen por otra parte. Según Juan, Jesús murió en la cruz precisamente en el momento en el que, en el templo, los corderos de la Pascua estaban siendo sacrificados. Su muerte y el sacrificio de los corderos coincidieron. ¡Esto es, que murió en la víspera de la Pascua, y que, por tanto, no podía haber celebrado personalmente la cena pascual; por lo menos esto es lo que parece.

Por el contrario, de acuerdo a los tres evangelistas sinópticos, la última cena de Jesús fue una cena pascual en su forma tradicional. Él introdujo la novedad del don de su cuerpo y sangre. Esta contradicción parecía imposible de resolver hasta hace unos años. La mayoría de los exegetas pensaban que Juan no quería comunicarnos la verdadera fecha histórica de la muerte de Jesús, y tuvo que optar por una fecha simbólica para hacer la verdad profunda más evidente: Jesús es el nuevo y verdadero cordero que derramó su sangre por nosotros.

El descubrimiento de los manuscritos de Qumrán nos ha llevado a una solución convincente posible que, aunque no aceptada por todos, es altamente probable. Ahora podemos decir que aquello a lo que Juan se refirió es históricamente correcto. Jesús realmente derramó su sangre en la víspera de la Pascua, a la hora del sacrificio de los corderos.

Sin embargo, celebró la Pascua con sus discípulos probablemente de acuerdo con el calendario de Qumrán, es decir, al menos un día antes – lo celebró sin cordero, como la comunidad de Qumrán, que no reconoció el Templo de Herodes y esperaba un nuevo templo. Por lo tanto, Jesús celebró la Pascua sin cordero, no, sin cordero no: en lugar del cordero se entregó a sí mismo, su cuerpo y su sangre [3].

Esta y otras conexiones sorprendentes comienzan a dar una imagen completamente diferente de los inicios del cristianismo, y con el paso del tiempo, viejas creencias dogmáticas caerán, dejando paso a una visión más coherente e inspiradora.

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[1Ellos no se llamaban a sí mismos nazarenos tampoco […] existían desde antes de Cristo y no conocían a Cristo… eran judíos por nacionalidad, tenían cierto conocimiento de la Ley de Moisés, pero declaraban que las costumbres eran ficciones [i.e alegorías] instituidas por los padres. Esta era la diferencia entre los nazarenos y los otros [nazarenos posteriores más judaizados]Epifanio, Contra Herejías/ Panarion XIX, 5:6

[2] Sobre la relación entre Qumrán y el primer cristianismo: https://es.wikipedia.org/wiki/Manuscritos_del_Mar_Muerto

[3] Fuente del texto: 
http://www.piercedhearts.org/benedict_xvi/angelus/mar_25_07.htm

Ver artículo: Servicio de Luz Verdadera. 2 de Mayo del  2015

jueves, 17 de abril de 2014

Corazón No Dual


Evagelio de María Magdalena, Papiro de Oxyrrhinco

En sintonía con el artículo anterior sobre la meditación del corazón, aquí tenemos un pasaje del famoso Evangelio de María Magdalena, que fue descubierto por primera vez en 1896, contenido en un papiro del siglo V. Más tarde apareció también en la biblioteca de Nag Hammadi. 
Su profundidad indica que está realmente conectado a las tradiciones contemplativas y el mensaje místico de Jesús, quien dictó la parte más profunda de la enseñanza a María Magdalena, como este evangelio sugiere.
[...] entonces, ¿será destruida la materia o no? El Salvador dijo: “Todas las naturalezas, todas las producciones y todas las criaturas se hallan unas dentro de las otras, y se disolverán otra vez en su propia raíz, pues la naturaleza de la materia se disuelve en lo que pertenece únicamente a su naturaleza. Quién tenga oídos para escuchar, que escuche.
“No hay pecado, sin embargo vosotros cometéis pecado cuando practicáis las obras de la naturaleza del adulterio [apego a lo físico, identificacion, distracción] denominada pecado. Por esto el Bien entró en medio de ti, hacia lo que es propio de toda naturaleza, para restaurarla en su raíz.”
Entonces prosiguió y dijo: «Por esto enfermáis y morís, puesto que [...] del que...comprenda. [La materia engendró] una pasión sin igual, puesto que procedió de (algo) contra natura. Entonces se produce un trastorno en todo el cuerpo. Por esto os dije: “Sed de buen ánimo, y si os encontráis descorazonados, (sed) alentados en presencia de las diversas formas de la naturaleza. Quien tenga oídos para escuchar, que escuche”.
La naturaleza de estas enseñanzas se vuelve más y más evidente a medida que uno se familiariza con el arte de morar en el silencio del corazón, sin tratar de alejar los mundos externos e internos, sino más bien comprenderlos para reconciliarlos. 

De ahí que se nos diga: "Sed de buen ánimo", y si estáis descorazonados (sed) alentados en presencia de las diferentes formas de la naturaleza”. 

Al dejar fluir los fenómenos, permitiendo a la consciencia abrirse cual flor, uno pronto se da cuenta de que todas las percepciones se disuelven en una presencia profunda en el corazón, y no es secuestrado por el remolino del caos externo e interno, o como Jesús y María lo expresaron, siendo un corazón libre de "adulterio". 

Al adoptar esta actitud abierta, cada impresión, cada preocupación, se convierte en una oportunidad para ser libres. Por esto el Bien entró en medio de ti, hacia lo que es propio de toda naturaleza, para restaurarla en su raíz.

martes, 1 de abril de 2014

De la cabeza al corazón


Cualquier forma de meditación que sólo tiene la “mente” como base sólo puede conducir a callejones sin salida, estados rancios de indiferencia que omiten la "dulce serenidad amorosa" que subyace el caos en el que vivimos. Sólo un enfoque que unifique cuerpo y mente desde el “corazón" lleva a la transformación espiritual. Como dice un viejo proverbio espiritual: el viaje más largo que un hombre debe tomar es la de dieciocho centímetros de su cabeza a su corazón.

El movimiento de la cabeza al plexo solar y el corazón debe comenzar con el acto constante de habitar el cuerpo con discernimiento, viendo la falsedad de pensamientos y emociones negativas (irascibilidad, desprecio, rencor, miedo, inseguridad...) que no son Yo Soy y nos privan de acceso al espíritu que somos realmente.

Al desenmascarar su impulso destructivo, esos pensamientos y emociones se van disolviendo en la espaciosidad misericorde, sin que hagamos demasiado esfuerzo. En realidad es la Mente divina la que nos libera. Esto parece estar sugerido en un pasaje del Nuevo Testamento:

Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios [hos en morphe theou], no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se vació a sí mismo, tomando forma de siervo(Filipenses 2, 5-8).

Cuando este acto de "soltar" y "abrirse" desde el cuerpo tiene lugar, la percepción acaece de modo natural, uniendo mente, cuerpo y corazón en un solo Yo Soy, la Luz del Mesías, la Mente del Supremo que llega dentro y baña nuestro espíritu.

Esta forma de meditación no es enteramente contemplativa, pues incluye discernimiento y un constante ejercicio de la atención expansiva. Sin embargo, prepara el terreno humilde donde la auténtica contemplación puede tener lugar.

Ésta es la mejor forma de comenzar el día, sentándonos a disfrutar del "corazón espacioso", más que a sufrir luchando contra los pensamientos.


Las siguientes exposiciones de Cynthia Bourgeault contienen algunos apuntes interesantes relacionados con lo expuesto, aunque se trata de un nivel muy básico: