lunes, 1 de mayo de 2017

El Engaño del "Adámico Pecado Original"

William Blake, Elohim forma a Adam

Yahvé Elohim hizo a Adam caer en un profundo sueño (Génesis 2:21)

Y tras ese enigmático sueño, acontece la famosa tentación de la Serpiente, que lleva al tan cacareado pecado de Adam y Eva, con el que taradas mentes carnales han infundido sentimiento de culpa patológica para someter y controlar a huérfanos desprevenidos. Algo que resultó muy exitoso. 

Pero es hora de preguntarse, ¿quién en estado de somnolencia puede obrar y pecar a voluntad y conscientemente? 

Y para continuar, es necesario matizar que la verdadera traducción del término hebreo para pecado, jet, es "fallar el blanco", un estado rectificable siempre y cuando no haya llevado a la destrucción. 

En la Torah interior/espiritual no existe tal cosa como Ley de enjuiciamiento condenatorio ni transgresión de legalismos religiosos, sino presencia o ausencia de Orden de Vida. De hecho, el pecado fue definido por Yojanan como la transgresión del Orden/Instrucción (1 Juan 3:4), donde el Amor es la plenitud del Orden/Instrucción (Gálatas 5:14) Orden/Instrucción del Espíritu de Vida (Romanos 8)

De modo que para alguien en la senda interior, pecado es salirse del flujo de Amor auto-transcendente y Vida.

Por contra, las nociones religiosas de "pecado" son de por sí legalistas y destructivas, fomentando  acusaciones tales como: "soy un débil miserable que no valgo, un perdedor, y vosotros unos malditos y repugnantes pecadores, condenados al infierno eterno y al dolor con vuestros demonios y espíritus impuros...En nombre de tal o cual deidad yo te condeno, Satanás..."

Son, ciertamente, expresiones serviles carentes de amor consciente, típicas de toda religión carnal y brujeril, muy extendidas y arraigadas en la enfermiza y distorsionada noción de pecado, que implica acusarse y acusar a otros por medio de juicios que sólo sirven para hacer dóciles y manejables a las masas, incapaces de comprender las enseñazas del Maestro:

Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará lleno de luz (Mateo 6:22).

Y es que el ojo enfermo sólo condena en otros la oscuridad que juzga en sí mismo, o mejor dicho, en su "personalidad programada por el sistema"

La Matrix del Sistema Cultural Imperante es como un virus psíquico auto-replicante: cuanta más oscuridad condena la gente en otros, más se endemonia y condena a sí misma.

De ahí las incesantes divisiones, luchas y sufrimientos internos, así com el odio por los demás, que viene de la total ausencia de Amor por la "verdadera Esencia que mora dentro de cada uno", la Luz más profunda, que nunca condena lo oscuro, sino que lo sufre, lo soporta, lo ilumina y lo transforma, siendo ésa es su misión, para la cual fue puesta en vehículos, como el alma psíquica y el cuerpo físico:

Entonces Elohim [arquitectos angélicos, Madre Naturaleza Divina, con permiso del Padre Fuente] dijo: hagamos a Adam [humanidad] a nuestra imagen [de Luz] y semejanza [natural] –Génesis 1:26

Y Yhwh Elohim [Madre Naturaleza Divina] tomó polvo [estelar] de Adamah y le insufló aliento [neshamah] de vida de modo que Adam [humanidad] vino a ser alma viviente [nephesh jaya]–Génesis 2:7

Ese soplo, hálito o Espíritu de Vida es la energía conectada a la voluntad divina que emana del Todo Ser Infinito o Padre. Por tanto, el Adam edénico, hecho a imagen y semejanza del Adam Primordial, Padre-Madre divino, tenía una inteligencia que llevaba impreso Su Nombre: Amor, Vida, Luz y Paz, representados por el silencioso YHWH, en contraste con el ruidoso y engañoso Dios de este Mundo (2 Cor 4:4), Jehová o Yahvé, el Semi-Hacedor o Demiurgo.

Y con ese divino Espíritu de Vida se formó a un ser alma viviente, un vehículo corpóreo, con pensamientos y emociones, quizá no contaminadas, pero propensas a incurrir en maquinaciones oscuras.
 
Jamás hallarás los límites del alma, tan profunda es su inteligencia (Heráclito)

¿Cómo entonces se corrompió el alma de la humanidad Adámica olvidando su Espíritu de Vida?

Lo cierto es que el Génesis nos habla de un Adam más bien angélic que de algún modo se "convirtió" en un ser dual, un Adam-Eva, que jamás pudo cometer un pecado original libremente porque a estaba bajo un  profundo sueño, y por ende era resultado de una manipulación. Un hecho que también se indica en múltiples mitos antiguos.

Simbólicamente, Adam, Eva y Serpiente hacen referencia a tres aspectos de un ser híbrido dual, con su mente espiritual, su psique emocional y su ego corporal subconsciente, i.e, la Serpiente.

En otras palabras, el profundo sueño en el que entró parte de la humanidad angélica generó "la Caída" a un nivel de existencia animal, donde el alma adámica habitó en criaturas de carácter reptiliano/anfibinao, diseñadas por vaya usted a saber qué bichejos, cuya "semilla genética" sigue dominando el enfermizo comportamiento de la presente humanidad caída.

pongo enemistad entre ti [semilla de la serpiente] y la mujer [espíritu de vida]–Génesis 3:15

Numerosos indicios indican que ese ser dual llamado Adam-Eva era no sólo depositario del Espíritu de Vida, sino de dos genéticas angélicas contrapuestas, que en la mitología sumeria vienen a ser representadas por los hermanos Enlil y Enki, cuyas dudosas intenciones les convierte a ambos en fuente de la "semilla de la serpiente". 

Según textos antiguos, como el Zohar o el Libro del Apocalipsis, una parte de los seres angélicos fueron seducidos por un engaño satánico y accedieron a comer del Árbol de la Ciencia, mezclándose con el mundo físico vía genética. 

he aquí, un gran dragón rojo que tenía siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas había siete diademas. 4 Su cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra (Apocalipsis 12:3-4).

Sin embargo, otra parte de la humanidad angélica no cayó en la trampa, aunque fue de algún modo afectada por la situación y se vieron obligados a intervenir.

El Zohar especifica que los siete grandes patriarcas, hombres justos, eran chispas no caídas del Alma de Adam. 

Así se sobreentiende  que sus almas entraron en cuerpos hominoides para instaurar una nueva genética mesiánica cuyo modelo universal se completó en Yahoshua/Jesucristo, enseñando el camino de transcendencia y vuelta al Edén.

Una información que religiosas mentes carnales siguen omitiendo, junto con las palabras del apóstol Pablo al respecto de este asunto:

la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperan porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la Creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora (Romanos 8:20-22 RV)

el pecado [comportamiento pasional errático] entró en el mundo por un Adam [humanidad manipulada] y la muerte por el pecado...si por la transgresión de uno murieron muchos, mucho más la gracia de Dios y el don por la gracia de un Adam [Humanidad Regenerada] Yahshua/Jesucristo (Romanos 5:12)

¿Pero por qué y para qué se dejó que Adam cayera?

Simple: para comprender la oscuridad es necesaria vivirla y superarla desde dentro.  

Una respuesta evidente de sobra explicada en tradiciones antiguas que fueron acalladas por el Imperio Babilorromano, cuya filosofía del engaño sigue gobernando la religión y la política en todas sus formas. 

Evidentemente, el vocablo Yahvé Elohim, así como el vago Señor/Baal, no son unívocos y según los Evangelios y otros textos antiguos son claras referencias a los seres angélicos oscuros y ministros sacerdotes que hacen de Dios de este Mundo (2 Cor 4:4), instituyendo las teocracias religiosas conocidas en todo el globo.

Ahora bien, el origen de dicha oscuridad radica en la contracción o tzimtzum del Corazón donde mora el Ser Infinito, de quien emana Luz como aire de los pulmones, que cuando se vacían para dar espacio a la Creación, abren la posibilidad para el "abismo de deseo" y el marchitarse del Tiempo, el viejo dios Kronos que todo lo corrompe, a menos que haya un retorno del aire, es decir, la Luz de Vida y fuerza auto-transcendente llamada Amor consciente.

Precisamente, la oscuridad del Tiempo vino en forma del llamado Gran Dragón y sus ángeles caídos (Apocalipsis 12:9), cuyo Sistema de Oscuridad rigen toda la civilización terrenal conocida.

Las mismas Escrituras indican que ellos ya la habían liado parda en otros siete niveles temporales, imponiendo su falsa justicia, dejando varios sistemas solares como un sembrado de papas contaminadas:

y la tierra quedó vacía y desordenada (Génesis 1:2)

Y mientras se iniciaba la regeneración para una nueva creación, se les permitió meter su "zizaña" (Mateo 13), es decir, "basurilla genética" –llena de deseo egoísta– en el maravilloso diseño del cuerpo luminoso del nuevo Adam. Todo con vistas a crear las condiciones de auto-conocimiento y superación del Imperio de la Muerte. 

Un riesgo que al final dio como resultado la posibilidad más dolorosa, que era caer antes de tiempo en manos de los predadores en su reino de muerte, donde el "divino espíritu de Adam" fue arrastrado por su vehículo, un "alma dividida" (mente/emoción, Adam-Eva), sufriendo lo que ya todos conocemos:

Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció y no abrió su boca (Isaías 53:7)

Un pasaje que muchos malinterpretaron, asociándolo sólo a una persona y no al cuerpo colectivo del Mesías, al cual no pertenece todo el mundo.

Yahoshua mismo señaló que las autoridades religiosas pertenecen sobre todo a este mundo:

¡Serpientes! ¡Raza de víboras! (Mateo 23:33)

Vosotros sois hijos de vuestro padre el diablo y los deseos de vuestro padre queréis hacer (Juan 8:44)

Tristemente, la idea de "pecado original de Adam", pésima interpretación de San Agustín, fue empleada por carnales dictadores religiosos que se dedicaron a condenar y quemar a quienes simplemente habían heredado una "menor cantidad de defectos genéticos transgeneracionales" que venían de Ángeles Caídos, los llamados Reyes de Edom o Edomitas, que contribuyeron a formar y maleducar a la primera humanidad.

La falsa idea fue de hecho un perfecto motivo para que la oscura teocracia pagana gobernase el mundo con la vieja idea del héroe Salvador cuya sangre de sacrificio lava los pecados, aunque en este caso había que creer y obeceder a ciegas, postrándose ante iconos, estatuas o besando los saturninos anillos de autoproclamadas "autoridades" sedientas de poder.

Pero entonces llegó el tiempo de abandonar viejos ídolos y exponer a los falsos vicarios; el tiempo de escuchar a la Esencia, para formar parte de aquello que nunca cayó:

Yo soy la Luz del mundo (Juan 8:12)
 

Vosotros sois la Luz del mundo (Mateo 5:14)

He sido crucificado con el Mesías, y no soy yo quien vive, sino que es el Mesías quien vive en mí (Gálatas 2:20)

ahora sois Luz en YHWH [Amor, Vida, Luz, Paz]; andad como Hijos de la Luz (Efesios 5:8) 

vosotros sois el cuerpo de Cristo/Mesías y cada uno individualmente un miembro de él (1 Cor 12:27)

Y si vosotros sois de Cristo/Mesías [Primer y Último Adam], ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa (Gálatas 3:29)

os habéis vestido del Nuevo Adam [de Luz], el cual se va renovando hacia un verdadero conocimiento, conforme a la imagen de aquel que lo creó (Colosenses 3:10)

Cuando no soy atrapado por mi "ego oscuramente programado", entonces la Conciencia de Vida es en mí.  

¿Dónde están pues los verdaderos miembros del Mesías? 

Ya no cabe demorarse más para manifestar la Luz, disolviendo todas los engaños programados.

¿Qué pecado, qué debilidad, qué oscuridad puede realmente dominar cuando reconocemos que nuestro verdadero Ser es Luz increada, y nuestro verdadero cuerpo un vehículo luminoso, Templo de la Mente Divina, que procede de la Fuente Padre Omnipresente?


Si las puertas de la percepción se depuraran, todo se aparecería al hombre tal cual es: infinito (William Blake) 

Y puesto que el tiempo de la gran desvelación ya comenzó, la próxima vez seguiremos exponiendo las ideas distorsionadas sobre la Trinidad.