viernes, 1 de febrero de 2013

El Viaje del Héroe


Primero, la música, una canción tradicional, "Ilya Muromets y el Diablo", interpretada por los miembros del grupo folk ruso Agua Viva, quienes cantan acompañados de sus Guslies, los hipnóticos salterios eslavos:    



Ahora la historia. Según la leyenda medieval, Ilya Muromets era el hijo de un granjero, nacido en uno de los antiguos pueblos de Ucrania. Y desde muy temprana edad sufrió una enfermedad que le impedía caminar y le obligaba a permanecer acostado. Sin embargo, un día, al alcanzar la edad de 33 años, fue curado milagrosamente por dos peregrinos. Más tarde, un caballero le confirió poderes sobrenaturales. Así, Ilya se sintió dispuesto a servir al príncipe Vladimir Sol Brillante, y se convirtió en guerrero para liberar la ciudad de Kiev, que estaba dominada por el diabólico dios Idolishche, quien iba siempre montado en su máquina con ruedas.
 Ilya ganó ésta y muchas otras batallas contra demonios y gente perversa, por el bien de la libertad, y así llegó a ser nombrado Caballero del Príncipe. Finalmente, después de todas sus aventuras en bosques y estepas, se hizo monje y se dedicó a cultivar su mundo interior, desarrollando más sus capacidades espirituales.
En la tradición rusa, Ilya Muroments es considerado como un modelo de fortaleza espiritual y de integridad, valores que la sociedad moderna no tiene más, porque ya no está realmente civilizada y los verdaderos héroes están en peligro de extinción. 
Como podemos ver, esta historia sigue la estructura típica del Viaje del Héroe, que fue investigado a fondo por Joseph Campbell en sus libros. Y dado que estamos también llamados a hacer ese viaje, debemos darnos cuenta de que la mayor parte del tiempo vivimos emocional y mentalmente lisiados, cegados por oscuras emociones y pensamientos que no nos dejan ver la vida tal como es. Con todo, cuando el corazón quiere realmente el "cambio", los dones de ayuda surgen de la nada. Y es entonces cuando nos toca usarlos correctamente, siguiendo el camino que nuestra propia luz interior marca.
Entramos, una vez más, en la legendaria Edad de los Héroes. Ahora, esta vez la aventura no se centra tanto en batallas cuanto en la "integración" y la "reconciliación" de todas las cosas que la humanidad ha experimentado. ¿Quién se atreve a caminar en la oscuridad con la llama de la Consciencia y la atención en alto?