jueves, 3 de agosto de 2017

Vivir en el Nombre/Existencia del Ser




Y respondió Dios a Moisés: YO SERÉ EL QUE SERÉ. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros (Éxodo 3:14-15)

Cuán fácil es pensar, sentir y decir "yo soy esto y lo otro", "yo quiero", "yo deseo", "yo hago"...

¿Pero de dónde viene esa capacidad?

¿No se esconde cierta arrogancia y violencia en aformaciones que reclaman para sí el Ser? 

El mismo Ego podría atribuírse a sí mismo aquellos famosos dictámenes proféticos, marcados por traducciones "señoriales" llenas de dominación:

Yo soy el Señor y no hay ningún otro; fuera de mí no hay Dios. Yo te ceñiré, aunque no me has conocido (Isaías 45:5)
 

En estas palabras, que todo el mundo malinterpreta, se esconde un gran secreto. Pero seamos más precisoS:

Yo soy la Existencia y no hay ningún otro; fuera de mí no hay Dios [Elohim, atributos]. Yo te ceñiré, aunque no me has conocido (Isaías 45:5)

El Tetragrammaton YHWH se compone de Seré, Yehye, YHYH; Soy, Huwe, HWWH y Fue, Hayá, HYH, aludiendo al Verbo Divino que apunta a la Resonancia del Infinito (Ayn Sof). 

Los cabalistas hebreos permutan la expresión y lo pronuncian Havayá, que significa "existencia", arguyendo que así, la Divinidad no puede no existir.

Y es que independientemente de la cultura, el Nombre o Atributos Divinos siempre aparece relacionado con el poder creativo del Ser.

Yo soy la Existencia [del Ser], y no hay otro; el que forma la luz y crea las tinieblas, el que causa bienestar y crea calamidades, yo soy la Existencia, el que hace todo esto (Isaías 45:7)

Y es imposible emplear el  Yo Soy sin que suceda algo. 

El Nombre/Existencia del Ser puede resultar peligrosa, pues manifiesta todo lo que se le pide, todo lo que uno piensa y siente inconscientemtne.

De ahí la advertencia:

No tomarás la Naturaleza Existencial del Ser en vano (Éxodo 20).

Dado que el nombre principal de Elohim es "Yo soy (Biblia Septuaginta)/ Yo seré (Biblia en hebreo), si uno piensa y siente "yo soy miserable", se hace miserable; si uno piensa y siente "soy un fracasado", hay fracaso asegurado; si siente "yo quiero dinero", en realidad está afirmando "yo soy pobre", ensalzando así su pobreza; y si osa deicr "soy superior", la caída no es menor. 

Como dice el proverbio, cuidado con lo que uno desea, ya que puede hacerse realidad.  

Quizá por eso se habló del "temor reverencial de la Existencia (Yirat Yhwh)". Aunque seía mejor decir Respeto Reverencial.  Amor a YHWH no es temer al Supremo, sino respetar el poder de Su Resonancia.

Yendo aún más lejos, si uno piensa o siente "yo soy un dios por encima", la Realidad le hace caer cual rayo, como le ocurrió a Luci...in the Sky with Diamonds–que cantarían Lennon y MacArtney.

 
Él les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo (Lucas 10)
 
Y es que el mismisimo Lucifer, el portador de la Luz, poseía la Divina Mente angélica inmadura que fue seducida por la conciencia del Satán/Adversario y su fuerza divisoria o Ego. 

Ahora, con vistas a la reconciliación, se permitió que sus genes torcidos acabaran alojándose en el corazón de Adam, la humanidad, donde Lucifer sigue habitando, tratando de usar la Luz del Supremo para usurparle el puesto:

¡Cómo has caído del cielo, oh Lucero de la Mañana, hijo de la aurora!…Pero tú dijiste en tu corazón: ``Subiré al cielo, por encima de las estrellas de Dios levantaré mi trono...y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo (Isaías 14:13-15).

Es por ello casi un chiste que las mentes carnales sigan buscando a Lucifer y Satanás fuera de sí y en "otros" cuando ambos operan dentro. 

 Incluso muchos llegan a considerar que son lo mismo y no dos momentos de la Caída del Ángel, que osa decir Yo Soy sin saber por qué ni cómo.

Por tanto, ¿quién o qué piensa y siente Yo Soy, Yo Amo, Yo Quiero dentro de uno? ¿Cómo y con qué intereses?

¿Acaso sea ese pequeño pero matón y luciférico ego tirano que quiere que todo gire en torno a sí mismo?

Lo cierto es que al muy mamón le gusta camuflarse sin ser detectado. Y no es fácil convencerle de cuán equivocado está. No podemos cogerle por la solapa y decir–con dientes rechinando: "ven pacá pedazo de..." No, claro, eso sería una salvajada del "ego". Bueno, otra de tantas.

Ahora, sí cabe darse cuenta de que ese "asalvajado ego personal" no es más que un tipo de pensamiento que dice "miento" en cada senti-miento de acaparamiento, siendo nada más que una contracción de los Atributos Divinos, el Nombre .

Pero el Ego, al no darse cuenta de que no es por sí mismo, sino gracias a la Plenitud de Amor, Vida y Luz del Nombre del Supremo, se apropia de las etiquetas de dicho Nombre y las falsea, como si fueran el suyo propio.

Así el ego nunca deja de ser ni reconoce lo Pleno, sino que quiere protagonismo y cantar a voz en grito: YO y sólo YO soy esto o lo otro.  ¿Me oyó usted?

De ese modo trata de imponer ideas y creencias a los demás, ya sea en forma de religión, política, arte o ciencia. 

Así pues, ¿quién resolverá este entuerto?



 El Sagrado Nombre o Tetragrammaton en vertical

Santificado sea Tu Nombre

El Supremo Absoluto transciende pasado, presente y futuro, siendo lo Totalmente inalcanzable en sí mismo. 

Por eso los grandes místicos dijeron que  el Supremo es más bien un No Ser, Un Sin Límites, Ayn Sof, por encima incluso de Dios, que es la Mente, Corazón y Cuerpo que conforman el Logos o Palabra Divina.

¿Y acaso el Supremo Innombrable dice Yo Soy cuando se hace Nada para que todo sea?

Ni siquiera su Hijo, la Palabra, Elohim, osa manifestar Yo Soy con arrogancia, cual macho Alfa, pues de sobra sabe a qué condujo eso. 

En cambio hay una completud y reconocimiento del potencial que transciende el tiempo:

 Yo soy el Alfa [de auto-ignorancia inocente] y la Omega [auto-comprensión]–dice YHWH Elohim– el que es, el que era y el que ha de venir, el Todopoderoso (Apocalipsis 1:8)

Yo soy el padre de este universo, la madre, el sostén y el abuelo. Yo soy el objeto del conocimiento, el purificador y la sílaba Om 
(Bhagavad Gita, Capítulo 9)

 La vida inconsciente es aquella en la que no nos damos cuenta de que la Plenitud es realmente dejar que la Mente-Corazón-Cuerpo del Divino Logos viva, ame, perdone, acepte, brille e ilumine a través nuestro ser, sin atribuirse medallas, sin "yo" ni "tú", sino más bien un "todo tuyo".

Desistid, 
y conoced que Yo Soy Elohim [atributos divinos]
(Salmo 46:10)

Él es tu ser, pero tú no eres el suyo
(La Nube del No Saber)

Tú que conoces a Jalalludín,
Tú el Uno con Todo,
Dí quién soy yo.
Dí Yo soy Tú.
(Jallaludín Rumi, poeta persa y sufí del S.XIII) 

Y cuando todo haya sido sometido a Él, entonces también el Hijo [Yhwh] mismo se sujetará a Aquel [YHWH] que sujetó a Él todas las cosas, para que Dios [Yhwh Elohim, atributos divinos] sea todo en todos (1 Corintios 15:28) 


siendo en forma [Nombre] de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se vació de sí mismo, adoptando forma de siervo, hecho semejante a los hombres (Filipenses 2:6)

Y algunos dicen que el Supremo no tiene intereses. Mas eso no es del todo cierto, pues de lo contrario no sería pura Voluntad de derramar su Plenitud de Amor, Vida, Luz y Paz en nosotros, es decir, concedernos habitar y manifestar sus Atributos o Nombre [YHWH], siendo lo único que puede librarnos de la miseria y la muerte.

porque no hay bajo el cielo otro Nombre [Amor, Vida, Luz y Paz] dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos. (Hechos 4:12)

Yo soy el Pan de Vida (Juan 6:35)

Yo soy la Luz del Kosmos (Juan 8:12, 9:5)

Yo soy la Puerta (Juan 10:7)

Yo soy el Buen pastor (Juan 10:11)

Yo soy la Resurrección y la Vida (Juan 11:25-26)

Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida (Juan 14:6) 

Yo soy la Viña Verdadera (Juan 15:1)

...si no creéis que Yo Soy, moriréis en vuestros pecados (Juan 8:24)

Así, pues uno ha de morir antes de morir. La cáscara del ego debe romperse, pues...

si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, produce mucho fruto (Juan 12:24)

Sólo entonces podemos sentir conscientemente Yo amo, Yo perdono, Yo agradezco, Yo vivo, Yo sufro, Yo disfruto, reconociendo que es en realidad el Gran Ser quien se halla detrás.

ya no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mí (Gálatas 2:20) 

La Naturaleza de Buda es no-yo (anatta); pero con el fin de guiar a los no-budistas lo llamo Yo (Atman)
(Mahaparinirvana Sutra) [2]

Es necesario comprender que Yo Soy,
Para ver que yo no soy,
Y así darme cuenta de que
No soy, luego Soy
(Wei Wu Wei)

Sentir Yo Soy Pleno y Uno Con el Todo Ser es un momento de reconocimiento donde ya no hay ego, sino Unidad, Ejad, con el Padre celestial (Ayn Sof Aur) y con el Abuelo (Ayn Sof).

Yo y el Padre somos uno (Juan 10:30)


Independientemente de la cultura, lenguaje o credo religioso, el Nombre del Bendito Inombrable fue, es y será siempre Plenitud en cualquier circunstancia: refugio seguro para el desamparado, consuelo profundo para el descorazonado, camino de luz para el perdido, Padre para el huérfano, armonía para el músico...

Quizá por ello el texto hebreo de la Torah expresó que el Ser es, literalemente, estado potencial:

Yo seré el que seré 
(Éxodo 3:14)

Y dado que el Nombre es Todo Ser, abarca pasado, presente y futuro, mientras que las efímeras etiquetas con que se le aluden describen momentos parciales de una sola Gran Revelación: el Infinito que se oculta y descubre a sí mismo en su Divino Escondrijo.

¿Qué más se puede decir cuando todo ya fue dicho? 

El que tenga oídos que oíga. Y el Ego cazurro, que siga en sus trece, que pa eso está. Ya se cansará. 

Mientras tanto, aquí va otro recital indio de "atributos del Nombre", contenido en el Bhagavad Gita, Capítulo 7:

6.Todas las cosas capacitadas de vida obtienen su vida de esta vida. Y Yo soy el principio y el final de todas las cosas que existen. 

7. En todo este inmenso universo no hay nada que sea superior a Mí. Soy el soporte de todos los mundos, del mismo modo que el hilo mantiene juntas todas las perlas del collar.

8.Soy el sabor de las Aguas Vivas, soy la Luz de la Luna y el Sol. Soy el Santo Nombre, la palabra sagrada de los Vedas. Soy el sonido del silencio; la fortaleza de los hombres.

9. Soy la fragancia pura que desprende la tierra. Soy el resplandor del fuego. Soy la vida de todas las criaturas vivas, y la austeridad en aquéllos que fortalecen sus almas.


10. Soy, y desde siempre he sido, la semilla de la vida eterna. Soy la inteligencia del inteligente. Soy lo bello de la belleza.

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