jueves, 11 de septiembre de 2025

Protección & Cobertura Espiritual en las Relaciones Humanas

 


Comentario: 


Querido Fer ¿cómo puedo abrazar la sensibilidad que me fue dada como don, conectar con el corazón de los demás sin perderme en sus emociones, y aprender a dejar que lo que recibo fluya a través de mí sin que se convierta en una carga que me cierre al amor y a la vida?


ENArmonya:


Saludos. Gracias por la pregunta, y por la misma entiendo que la empatía o sensibilidad te hizo identificarte demasiado con ciertas situaciones de dolor y eso te llevó a sufrir, bien porque te abruman emociones y actitudes negativas ajenas o bien porque otros no te entendieron y se alejaron. 


De modo que hay que ver hasta dónde podemos o debemos involucrarnos en una relación con otras personas, y por supuesto, en qué estado debemos estar para andar protegidos frente a la locura del mundo.


Pero lo principal siempre es darnos cuenta de que cualquier relación con el mundo y los demás es un espejo de aquello que hemos de trabajar. No es casual que algo nos abrume o dañe, pues indica que hay heridas y miedos de los que aún no somos conscientes, sintiéndonos vulnerables, débiles, con falta de amor propio e incapaces de poner límites firmes a otros y ciertos sentimientos. 


Por tanto, debemos preguntarnos qué nos está enseñando una situación: ¿heridas de auto-estima? ¿demanda de atención y reconocimiento? ¿ilusoria búsqueda de amor externo?


Ante esto, hemos de desidentificarnos de meros sentimientos vanos, distinguiendo entre el verdadero amor consciente, que comprende a los demás con compasión y busca su desarrollo, del sentimentalismo o amor emocional, que se basa en la carencia, la dependencia emocional, la demanda de atención y los celos. 


No manifestar sentimentalismo ni emociones negativas es uno de los mayores trabajos interiores, lo cual requiere cultivo de auto-conciencia y voluntad. Sólo podemos amar realmente desde la seguridad del Amor Infinito y no desde el miedo a ser heridos. Entonces nos abrimos a todo lo que la Vida nos trae, aunque a veces nos duela, en aras de un crecimiento. 


En este sentido debemos cultivar la integridad e inteligencia emocional, que nos lleva a una protección espiritual.


Por ejemplo, cuando dos o más almas son complementarias y deciden trabajar en pareja o equipo, eso genera una cobertura protectora que nada puede vencer. En ese tipo de relaciones hay sinceridad, confidencialidad, solidaridad, ayuda mutua.


De modo que si queremos una vida saludable y en paz, lo mejor es vibrar alto para atraer a las personas adecuadas, sabiendo alejarnos de las personas que no nos valoran, por mucho que cueste. 


Desgraciadamente, hay personas que creen el amor verdadero implica incluso tragar con las faltas de respeto de algún enfermo mental, y eso es totalmente erróneo.


Si una relación no lleva a la armonía, el crecimiento y la serenidad, debe abandonarse de inmediato. Pues la Divina Providencia nunca buscaría lastimarnos con relaciones tóxicas, algo que en cambio sí hace el Lado Oscuro.


Aunque si en una relación uno sale dañada/o, habrá que preguntarse por qué. Si se debe a una falta de respeto o manipulación del otro, por sutil que sea, el error sería también callar y soportar sin poner límites, por falta de amor propio.


El verdadero amor consciente y la compasión no son sinónimos de hacer la vista gorda, sino de poner los límites que protegen la Belleza y Verdad del Alma Original. 


Cuando en una relación, sea de amistad, familiar o de pareja, no hay crecimiento mutuo, serenidad ni trabajo conjunto para superar debilidades, todo se basa en sospechas, tensión, chantajes, manipulaciones, lujuria y otras pasiones que alejan a las personas de su propósito divino.


En ese caso, la inteligencia emocional implica comprender la situación y alejarse de esas personas.


En la Sabiduría hebrea se habló por ejemplo de cómo ciertos hombres fueron cegados por su pasión desordenada al relacionarse con la mujer no adecuada. Akab perdió su relación con la Divinidad cuando se casó con Jezabel, una mujer controladora y manipuladora llena de celo. 


Igualmente, Sanson se dejó llevar por los encantos de Dalila, quien le cortó el cabello (símbolo del espíritu divino), dejándole ciego espiritualmente.


De modo que es importante aprender a sentir sanamente, dándose el valor adecuado y poniendo límites donde haya que ponerlos, para que ningún salvaje con carencias afectivas se aproveche de nosotros.


SaLuz

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