Despierta y resucita, mi Corderillo durmiente.

Como ya vimos, el Cordero representa la inocente Conciencia divina, que es el famoso Abel asesinado–del hebreo Hebel, soplo/espíritu–  cuya sangre clama desde la tierra (Génesis 4:10), bajo el yugo de Caín, el alma carnal atrapada en el cuerpo físico.

Fue oprimido y afligido, pero no abrió Su boca. Como cordero que es llevado al matadero, y como oveja que ante sus trasquiladores permanece muda (Isaías 53:7)

Por ello Abel, necesita despertar y resucitar, no sólo en el mundo del alma, sino también del cuerpo.

Y su única esperanza es recibir el Jayeh o Alma de Vida superior del Adam Ungido de Vida que clama y Salva (Yehshua), tal y como se encarnó en el Nazareno, despertando su Abel o Ruaj, i.e espiritualidad divina, y resucitando su Nephesh o alma personal vital tras la muerte física.

El mismo proceso debe acontecer en cada aspirante. 

Aunque ya hace 2000 años la Luz del Ungido:

A los suyos vino 

y los suyos no le recibieron 

(Juan 1:11)

Y mayoritariamente, aún siguen sin reconocerle, ni siquiera muchos de quienes se llaman cristianos, que lo crucifican en sí mismos hasta por unas gambitas o algo de bacon.

Mas aquellos que ya perciben algo de la Verdad comprenderán que el matadero y la trasquilación es una alusión a las "reencarnaciones" o Gilgulim de los fragmentos caídos de Adam, el Abel que clama y sigue dando vueltas siendo abusado por toda suerte de seres desalmados que infunden "pasiones bajas".

Y la rueda de tortura sucede a lo largo del Mashalot/Zodiaco, donde las impurezas de Oveja y Carnero son trasquiladas por fuerzas astrales. 

Lo crean o no, ya sean cristianos, judíos, musulmanes, hinduistas o medio pensionistas, la oscuridad come oscuridad y la fomenta repeticiones viciosas e innecesarias. Cada persona muere, pero sus fragmentos de alma viajan de generación en generación, forzando a la Conciencia divina a trabajar incesantemente.

De ahí la importancia de despertar y madurar  recibiendo la impronta o sello de Yehoshua/Iesou, el Hombre Cósmico y Ungido de Vida plena, el único que completa en cada humano la iluminación en doce partes, los famosos Doce frutos del Árbol de la Vida del Libro del Apocalipsis, los Doce Panes de Vida.  

todas las cosas se hacen visibles cuando son expuestas por la Luz, pues todo lo que se hace visible es Luz. Por esta razón dice: Despierta, tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te alumbrará el Ungido (Efesios 5:14)

Escapar a la trasquilación sistemática es "recobrar" la Luz y pureza total de la Decimotercera Esfera, el Ungido pleno que siempre fue nuestra raíz-semilla, desde antes de la Fundación del Mundo:

 Cordero que fue sacrificado antes de la fundación del mundo (Apocalipsis 13:8)

Y en unión con el Ungido de Vida que clama y salva (Yehshua), el Ser Divino nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales (Efesios 2:6)

Bendito sea el Divino Ser y Padre de nuestro Amado Ungido de Vida que clama y salva (Yehshua), que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en el Ungido,  según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuéramos puros y sin mancha delante de El (Efesios 1)

Ahora adviértase que sacrificar Corderos, trasquilar Ovejas y Carneros son cosas distintas, y no siempre juega a nuestro favor. Las "ovejas" viven y conservan su piel tras ser despojadas del "pelo de sus memorias-experiencias". Y mucho menos les toca a las Cabras, que no pueden ser trasquiladas sino directamente sacrificadas.

¿Y nosotros, cómo vivimos? ¿Como corderos, ovejas, carneros o cabras?

y serán reunidas delante de Él todas las naciones; y separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos (Mateo 25:32)

Muchos no tuvieron tanta suerte, y tuvieron que pasar miles de pruebas, para llegar a un estado que no garantiza liberación.  

Por ejemplo, Jasón y los Argonautas fueron en pos de un Vellocino de Oro, que Jasón logró pillar con ayuda de Medea, quien engatusó a la Serpiente cainita que lo custodiaba. Pero el Vellocino u alma astral no es el Cordero liberado, y corre el riesgo de convertirse en una Estrella de la Mañana caída, un Lucifer.

Por ello se habló de Satán atormentando a Job (alma adámica), quien fue acusado por sus "tres amigos/partes". Uno de ellos era precisamente Elihu... de la familia de Ram (Job 38)–Ram es Carnero en inglés, por cierto. 

Y sólo gracias a la humildad de la conciencia Job logró ser restituido/rectificado, al reconocer que la fuente de su "injusticia ciega" eran esos tres amigos. 

Todo el libro del Job es una maravillosa descripción del Alma en su estado de purificación, rectificando el alma vital o nephesh, la emocional o ruaj y la intelectual o neshema. 

El problema es que dicha rectificación no se puede lograr por nuestros propios medios y méritos. De nada sirven oraciones y ritos. Hemos de desnudarnos ante la Conciencia del Ungido de Vida que clama y salva, cuidando nuestro Cordero, dejando atrás los caprichos de nuestra Cabra egoísta y nuestro Carnero que embiste como un auténtico cabroncete. 

Shalom. Paz