viernes, 29 de abril de 2022

La evolucióin de los Grupos de Alma y la Transcendencia

 


Los siguientes son extractos que traduje de la obra Road To Immortality, un trabajo extraordinario atribuido a Frederick Myers, aunque supuestamente lo dictó tras su fallecimiento físico, a través de la médium irlandesa Geraldine Cummins. Frederick fue uno de los principales pioneros del siglo XIX en la investigación de la conciencia que pareció probar sus ideas de existencia más allá de su muerte física. Sus puntos de vista son completamente legítimos y están en sintonía con las experiencias de algunos de nosotros. Entonces, no es cuestión de creer o no en canalizar. Geraldine podría haber sido simplemente parte del grupo de almas de Frederick, haciendo esto más fácil. En cualquier caso, vale la pena estudiar el contenido. Aquí tienes algunos pasajes:

      I ¿POR QUÉ? EL ENIGMA DE LA ETERNIDAD

El espíritu o mente más profunda, que nutre un número de las almas en camino con su luz es un pensamiento de Dios. Esta es la vida. Ahora, el místico habla del dios dentro de él. Este es una declaración completamente errónea. El término Dios significa la Mente Suprema, la Idea detrás de toda vida, el Todo en términos de pensamiento puro, un Todo dentro del cual se acuna el Alfa y Omega de la existencia como concepto mental. Cada acto, cada pensamiento, cada hecho en la historia de los universos, cada parte de ellos, está contenido dentro de ese Todo. Ahí está el concepto original de todo. Entonces es una absurda presunción por parte del místico de llamar a su propio espíritu Dios. Esta miríada de pensamientos, o espíritus, engendrados por la Poderosa Idea, difieren unas de otras; muchos de ellos, casi todos, antes de que controlen y se manifiesten en materia, son embriones crudos, inocentes e incompletos. Ellos deben acumular para sí innumerables experiencias, manifestarse y se expresan en formas incontables antes de alcanzar la plenitud, antes de que puedan conocer la perfección de sabiduría, la verdadera realidad. Una vez adquiridos, pueden asumir atributos divinos y desmayarse Allá, entrando dentro de la Idea Suprema y convirtiéndose en parte del Todo.

La razón, pues, del universo y de toda apariencias, incluso las pequeñas alegrías y tristezas mundanas de los seres humanos, se encuentra en el término "evolución de espíritu", la necesidad de una realización completa que puede ser obtenida a través de la limitación, a través de la expresión del espíritu en la forma. Porque sólo a través de esa expresión puede el espíritu crecer, desarrollándose desde el embrión, sólo a través de la manifestación en apariencia puede el espíritu obtener cumplimiento. Para esto nacimos, para esto entramos y pasamos a través de miríadas de mundos o estados, y siempre el universo material está creciendo, expandiéndose, dando más y más completa expresión a la mente. El propósito de la existencia puede resumirse en una frase: la evolución de la mente en la materia que varía en grado y tipo, de modo que la mente se desarrolla a través de la manifestación, y en un universo en constante expansión siempre aumenta en poder y gana por lo tanto la verdadera concepción de la realidad.

 Los innumerables pensamientos de Dios, esos espíritus que dan vida a todas las formas materiales, son la manifestación más baja de Dios, y así debe aprender a convertirse en Dios, en una parte efectiva del Todo. p.31-32


VI EL GRUPO DE ALMA


...creo que le he explicado antes que como hay ciertos centros en el cerebro, así en la vida psíquica hay un número de almas ligadas por un solo espíritu, dependiendo para su alimento de ese espíritu.

[…] Puede que pienses que mi declaración es frívola, pero el hecho de que aparezcamos en la tierra para pagar los pecados de otra vida es, en cierto sentido, cierto. Era nuestra vida, y sin embargo no nuestra vida. En otras palabras, un alma que pertenece al grupo del que soy parte vivió esa vida anterior que construyó para mí el marco de mi vida terrenal, la vivió antes de que yo atravesara las puertas del nacimiento.

 [...] Muchos hombres-alma no buscan otra vida terrenal, pero su espíritu se manifiesta muchas veces en la tierra. Cuando hablo de mis antepasados espirituales no hablo de mis antepasados físicos, hablo de esos almas-ancestros ligadas a mí por un espíritu. Puede haber dentro de ese espíritu veinte almas, cien almas, mil almas.

[...] no volveré a vivir sobre la tierra, sino que eso lo hará un alma nueva, la que se unirá a nuestro grupo, entrará en breve en el patrón o karma que he tejido para él en la tierra. Sin duda, "karma" es una palabra que uso incorrectamente aquí. Porque es algo más y algo menos que karma lo que hereda. Soy, por lo tanto, un reino y, sin embargo, no soy más que una unidad en ese reino. Puedes decirme que, para el Alma-hombre, una vida en la tierra no es suficiente. Pero, a medida que evolucionamos aquí, entramos en esos recuerdos y experiencias de otras vidas que se encuentran en la existencia de las almas que nos precedieron y son de nuestro grupo. Percibirás en mi análisis del alma grupal que somos individuos y miembros de un todo. Y cuando lleguen a la Cuarta, y más particularmente a la Quinta etapa, se darán cuenta de cuán fina y hermosa es esta hermandad dentro del ser único; cómo profundiza e intensifica la existencia; cómo destruye el frío egoísmo tan necesario para la vida en la tierra, donde una criatura viviente debe destruir continuamente la manifestación de otra en la materia para mantener su vida física En la Cuarta etapa el alma se vuelve sensible al alma grupal, y a través de la conciencia surge un gran cambio. A tientas comienza a comprender el carácter de la experiencia, las posibilidades de la mente; y en esta Cuarta etapa, si es un Hombre-Alma, es especialmente propenso a cometer errores.

[…] Por ejemplo, un budista fanático o un cristiano muy devoto puede ser retenido dentro del surco de sus creencias terrenales. Porque esas otras almas en su comunidad están quizás, también retenidas en las cadenas de esas ideas particulares […] Está retenido en los tentáculos de un pulpo. Este pulpo es la idea terrenal cristiana o budista de una vida después de la muerte, su visión del universo tal como se creó cuando estaba en la tierra. Ahora, reconocerá que tales condiciones tienden a inhibir el progreso. Porque significa -para usar otra metáfora- morar en una crisálida intelectual, vivir en las concepciones terrenales pasadas. pág.65


Hombre-Espíritu


 El hombre-espíritu no está atrapado en este eidolon o fantasma viviente, en este espectro de creencias terrenales. Los grandes maestros no están así atrapados. Cristo, el Hijo de Dios, entró en el Hades, pero no habitó en ninguno de los otros planos del ser. Cristo, siendo inspirado directamente por Dios, no estaba conectado con ningún alma grupal. Pasó del Hades allá lejos; pues Su cuerpo físico fue, durante Su vida en la tierra, la expresión directa en el barro de esa Esencia, la Imaginación de Dios. Verdaderamente, Cristo era una expresión limitada del Todo, estaba en la vida terrena ligado al Todo. Pero todo cristiano nacido en la tierra está inspirado por algún espíritu individualizado. Cuando escribo "individualizado" quiero indicar que es un pensamiento de Dios; no es, por tanto, el Todo, no es la Fuente de toda vida.

[…] Ahora bien, si el alma ha de pasar de la Cuarta a la Quinta etapa primero debe sacudirse el escenario, desechar cualquier dogma, cualquier perspectiva terrenal especial que haya moldeado su mentalidad, que lo confina. p-62-66


        VII EL PLANO DE LLAMA EL QUINTO PLANO

                      Nacimiento a la quinta etapa


Llega un momento en que el alma que mora en el El Cuarto plano de la vida se prepara para el incidente de la muerte. Esta muerte no se parece a la muerte del hombre. En este punto particular en la evolución el alma tiene perfecto control absoluto de la forma, de su apariencia, de su eidolon o fantasma viviente. Este es el último velo entre él y una concepción de la existencia sin forma. Debe liberarse antes de poder irse. Sube otro peldaño de la escalera, y la libertad solo puede venir a través del proceso deliberado llamado "La ruptura de la imagen". Es el adiós a la apariencia, a la forma como necesidad, al color, al sentimiento como certeza, como condición de vida.

[…] De nuevo el alma entra en la inconsciencia; y cuando ha llegado a la Quinta etapa, se ha despojado de ciertos atributos que eran suyos cuando aún habitaba la Imagen; porque su alma era, en parte, esa Forma de Luz que ahora ha desechado.

[…] Sabe entonces que debe elegir entre avanzar o retroceder. El espíritu en realidad fuerza la elección.

 […] Cuando se encuentra en la puerta del mundo de muchos colores, el hombre del alma a veces elige retroceder a la primera división de esta región.


                   El Símbolo de la Quinta Etapa


El término "llama" expresa la Quinta etapa. Porque ahora el alma se vuelve emocionalmente completa, consciente no solo de sí misma, sino de todas aquellas otras almas que son de su grupo. Él sigue siendo él mismo, pero también es todos esos otros yoes. Ya no mora en la forma -tal como es concebida por el hombre-, pero aún habita en lo que podría describirse como un "esquema". Todas las pasadas emociones, pasiones, modos intelectuales de expresión pertenecientes a sus almas compañeras configuran este contorno, un contorno de pensamiento emocional; un gran fuego que agita y mueve este poderoso ser ahora. Mientras permanece en este quinto plano, la experiencia es múltiple, es una multiplicación, pierde, en cierto sentido, su unidad aparente. En efecto, vive una vida que parece arder como un fuego. Es un tiempo de disciplina severa, de sentimiento intelectual enormemente aumentado, de grandes limitaciones, de libertades ilimitadas, de vislumbrar horizontes infinitos.p.68 […] Él es, pues, todo el tiempo cada vez más fusionado con el Unificador Espíritu. Una rara intensidad de sentimiento, de alegría, éxtasis, tristeza, de oscura desesperación lo nutren, alimentan su vida. Sin embargo, mientras tanto, él está en cierto sentido aparte, distante. Él no está atrapado en la tormenta de este torbellino emocional. pág.69

[…] El alma, en este Quinto nivel de conciencia, está continuamente consciente. Ahora no hay lagunas, no hay períodos de inexistencia. Se deleita en la vida emocional e intelectual de todas esas almas camaradas que están en los diversos peldaños de las escaleras que llegan hasta el Espíritu Único y son iluminadas por él. Pero esta alma, en el clímax de su existencia en el plano de la llama, es como un artista que vive en su obra maestra, deriva de ella, en todas sus características, en la frescura de su creación cambiante y en evolución, ese extraño júbilo que puede , tal vez, en un raro momento, ser conocido por un genio creativo, aunque muy débilmente, mientras aún vive sobre la tierra. pág.69

El Hombre del Alma, sin embargo, no puede dejarlo para el Sexto plano hasta que el alma grupal esté completa, hasta que esas otras almas, necesarias para este diseño tejido en el tapiz de eternidad, también han alcanzado este nivel de conciencia. Algunos todavía pueden estar muy atrasados. Pero en este estado de ser, el Alma-hombre toma conciencia de la vida emocional de todas las almas más primitivas que habitan la materia cada vez más densa y, sin embargo, pertenecen a su grupo. Toma conciencia, en suma, de todas las partes del gran cuerpo que su espíritu, o Principio Unificador, alimenta con su Luz. Realiza la vida subconsciente de la flor, el insecto, el pájaro, la bestia, todas aquellas formas que están conectadas con el gobernador de su ser, esa Luz de Arriba. La construcción del alma grupal. La construcción real del alma grupal debe ser claramente visualizado. Su espíritu alimenta, con vida y mental luz, ciertas plantas, árboles, flores, pájaros, insectos, peces, bestias, hombres y mujeres; representantes de la vida criaturas en diferentes estados de evolución. Inspira almas que están en varios planos, varios niveles de conciencia en el más allá. Se alimenta, también, de criaturas de otros planetas. Porque el espíritu debe recoger una cosecha de experiencia en todas las formas. Gradualmente estas inteligencias evolucionan y se fusionan. La experiencia necesaria para el espíritu se completa cuando todas las almas necesarias para el diseño han alcanzado este Quinto plano. Una vez que se vuelven conscientes de su unidad e individualidad, pueden pasar al Sexto plano. Hay, pues, una ruptura de los hilos, un desecho de la escoria de la experiencia emocional, un tamizado y un cambio por parte de todas estas almas. pág.69-70

VIII EL PLANO DE LUZ BLANCA EL SEXTO PLANO

Razón pura


La luz blanca representa la perfecta ecuanimidad de pensamiento puro. Tal ecuanimidad se convierte en posesión de las almas que entran en este último reino rico de experiencia. Llevan consigo la sabiduría de la forma, la incalculable sabiduría secreta, reunida solo a través de la limitación, cosechada a lo largo de innumerables años, obtenida de vidas pasadas en innumerables formas. El conocimiento del bien y del mal y de lo que está más allá del bien y del mal les pertenece ahora. Son señores de la vida, pues han vencido. Son capaces de vivir ahora sin forma, de existir como luz blanca, como pensamiento puro de su Creador. Se han unido a los Inmortales. El propósito del Sexto plano del ser podría ser descrito como "la asimilación de los muchos en uno", el unificador de todas esas unidades mentales que he llamado almas, dentro del espíritu. pág.71

IX MÁS ALLÁ

          ATEMPORALIDAD EL SÉPTIMO PLANO


Parte del Principio Divino El séptimo estado podría describirse como el "pasaje de la forma a lo informe.” Pero ruego que no malinterpreten el término sin forma"... El alma que entra en ese Séptimo estado pasa al Más Allá y se vuelve una con Dios. Esta fusión con la Idea, con la Gran Fuente del espíritu, no implica aniquilamiento. Todavía existes como un individuo. Eres como una ola en el mar; y por fin has entrado en la Realidad y expulsado de ti todas las ilusiones de las apariencias. Pero alguna esencia intangible ha sido añadida a tu espíritu a través de su larga morada en la materia

[…] En realidad, el paso de la Sexta a la Séptima estado significa la huida del universo material, de ese espacio que es parte de él. Vives no solo fuera del tiempo sino también fuera del universo en este último plano del ser. Sin embargo, puedes ser y eres, en un sentido, dentro del universo.

[…] Cuando habitas allá afuera, tú, como parte del Principio Divino en su esencia, eres plenamente consciente de la imaginación de Dios. Entonces eres consciente de cada segundo en el tiempo, eres consciente de toda la historia de la tierra desde Alfa hasta Omega p.73

 

 

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