domingo, 22 de marzo de 2020

Desvelando los Corona Virus y Parásitos Astrales para afrontar la Pan-Demonia Zombi



En primer lugar querría decir gracias y enhorabuena por haber llegado hasta aquí. No es fácil, y si está usted leyendo, observando y escuchando, quiere decir que posiblemente no sea un mero zombi.

En el vídeo anterior di claves esenciales acerca de cómo inmunizarse y no ser mulas, ganado infértil.

Como quizá habréis observado algunos, ahora se hacen mucho más manifiestas algunas de las cosas que ya hemos venido anunciando unos pocos. Ya previnimos que el 2020 era un año de orden en el caos. Y también de Cuarentena, porque 20 y 20 suman 40. El 20 se asocia al Arquetipo de las Trompetas del Despertar y Juicio de Conciencia.  

Para que luego vengan cuatro gatos a decir que sólo hablamos “tonterías irrelevantes”. Pues ahí va una de arena. Y espérense, que a muchos les espera otra de cal.

En el vídeo anterior sólo di pinceladas, e insisto en que protegerse no es sólo una cuestión de tomar medidas higiénicas a nivel físico, sino que tiene mucho que ver con la protección energética, lo cual depende de la alimentación; es esencial comer poco y no demasiado mucoso, con una mentalidad a prueba del virus zombi, que es lo que se propaga en los medios por falta de comprensión.

Ahora veremos que la misma palabra Covid, leída al derecho y al revés, da la respuesta de lo que sucede. Y algo similar sucede con la Influenza y el Sars. Hay un patrón histórico. Es información que me llegó a la Conciencia estos días de reflexión y contemplación.

No sé si muchos os habréis dado cuenta de que esta Pan-demia no es la primera. 



Como dato curioso diré que en 1348 se inició una década de muertes masivas causadas por la llamada Peste Bubónica, supuestamente transmitida por ratas negras y otros animales. Eso diezmó Europa como nunca antes, así como otras partes del globo. 

Y hubo cronistas en China y Europa que relataron cómo las personas atestiguron la presencia de hombres vestidos de negro llamando a las casas sin justificación y caminando en los campos con instrumentos que parecían guadañas, e incluso rociando algo en las cosechas. Todo justo antes de los brotes de peste. De ahí nació la famosa imagen de la muerte con la guadaña. 



Además de la leyenda de los Men In Black, tan de moda en el cine. Y es porque hay una extraña relación entre las pandemias, el fenómeno ovni y extrañas apariciones. 



Y eso hace pensar a muchos que se trata de algo causado por alienígenas. Pero no es menos cierto que ciertas entidades oportunistas monitorean al ser humano para aprovecharse de sus catástrofes, que ellos mismos pueden predecir porque existen en 4D.



¿Por qué será? No olvidemos que hay entidades oportunistas que simplemente pueden estar aprovechándose de una situación que conocen mejor. Pero espérense al final para sacar sus propias conclusiones. 

Prestemos ahora atención al hecho de que la peste se produjo no mucho después de las Cruzadas Cristianas impuestas por la Santísima y Apostolísima Iglesia Católica. Esas guerras de religión inspiradas por falsos ungidos duraron casi dos siglos (1096-1291), e involucraron a dos de las tres grandes religiones, ya que las autoridades católicas no solo persiguieron a los musulmanes, sino también a los judíos, supuestamente para proteger a los cristianos en los caminos a Jerusalén. 

Huelga decir que las tres religiones habían rechazado el Mensaje del Mesías. No es casual que se dijera que Pedro, símbolo de la Piedra no pulida de Conciencia, negara al Mesías tres veces.

No menos curioso es que durante los ñultimos 300 años se han venido repitiendo pandemias de modo cíclico, cada 100 años y de manera creciente.



En 1720 hubo un nuevo brota de peste en Marsella. En 1820 se produjo una epidemia de cólera en Asia: Filipinas, Tailanda e Indonesia.

Y dos años antes de 1920 comenzó el virulento brote mundial de la mal llamada gripe española. Hoy seguro muchos creerían que los españoles eran la fuente, cuando en realidad se llamó Gripe Española porque los periodistas españoles fueron los que hablaron más o menos abiertamente del tema, que era tabú en el resto del mundo. 



En aquel entonces se identificó una posible fuente en Estados Unidos, pero no creo que hubiera fuente pues esto sucede en varios puntos a la vez. Y se llevó por delante a 40 millones en 1918. Y las muertes ascendieron a 100 millones de muertos.

Pero no creo que haya una mera fuente física para esos fenómenos víricos. Es cierto que se llegó a encontrar el virus que causaba esa gripe, y era una mutación que hacía a la gripe casi mortal. En principio era porque en ese entonces la gente no había desarrollado anticuerpos y además no había vacunas. Y seguía hablándose de gripe e influenza.

Antiguamente parecía haber más sensibilidad para ciertas verdades, y todo se expresaba de manera más natural.

Por ejemplo, gripe viene de grippe, que es acurrucarse o agarrotarse tiritando, lo cual habla por sí solo de una sensación de frío, aunque haya fiebre. 



Del mismo modo, la palabra influenza se emplea desde el mismo siglo 15 para designar una serie de síntomas griposos que se atribuían a la influencia de los astros, incluida la luna. Y eso no anda muy lejos de la verdad, pues hay un factor electromagnético que promueve la aparición de virus. 



De hecho, los virus siguen siendo un enigma para la “ciencia”, que no ha concluido definitivamente qué es un virus, ni cómo se origina. Se sabe que tienen una estructura energética, y algunos parecen nanobots. Y todo apunta a que son generados por patrones vibratorios negativos. Serían parte del mecanismo de funcionamiento de los Elohim o inteligencias vibratorias del mundo caído.

De hecho, el investigador Royal Rife anduvo proyectando frecuencias vibratorias a patógenos y virus, comprobando que así se les puede desintegrar. 



Pero al poco de descubrirlo, ciertos detentadores de poder le destruyeron el laboratorio y le mandaron cerrar la boca.

La ciencia responde a la demanda farmacéutica y se enfoca en el campo sanguíneo plasmático, cuando hay muchos más factores implicados. Luego presume de comprender más de lo que sabe.

Hay de hecho otro gran enigma, una pandemia que, casualmente,  vino tras las la segunda guerra mundial. Es el llamado Sida, que en los años 50 no se conocía como tal porque se ignoraba qué sucedía. Hasta que en 1983 Luc Montaigner descubrió que era una enfermedad en la que la persona se queda sin defensas inmunes. Entonces se lo llamó Síndrome de Inmunodeficiencia adquirida.

Desgraciadamente hoy muchos siguen hablando del “virus” del Sida, cuando aún no hay un Premio Nobel que haya demostrado su existencia.

Y si fuera Virus, se llamaría VIDA, aún peor, pues en la Vida real no hay virus. Las condiciones de baja inmunidad son resultado de alteraciones energéticas en la sangre magnética de la Vida, debido sobre todo a comportamientos no armoniosos.

Pienso que hay una substancia astral en la sangre que se puede corromper y transmitir. Luego daré más pistas.

Pero démonos cuenta de que las grandes pandemias han venido siempre después de grandes guerras. Y en los últimos veinte años se han incrementado.

A partir de la caída de las Torres Gemelas se dieron muchas micro guerras en todo el mundo, y alguna gran guerra. Pero básicamente dio comienzo lo que podemos considerar la Tercera Guerral Mundial, basada en armas químicas, amenazas víricas y desestabilidad económica.

Precisamente en el año 2003, surgió un brote de neumonía asiática llamado Sars, que pasó China, India y se extendió hasta Canadá.

A la par se han venido produciendo extrañas mutaciones de coronavirus, como la famosa gripe Aviar del año 2009. Aquí en España se hicieron campañas de vacunación y el gobierno se gastó un dineral en vacunas que luego tuvieron que regalar. Eso sí, alguien hizo su sucio gran negocio y escondió la mano.

Y todo eso coincidió con una gran depresión económica a nivel mundial. ¿Casualidad?

Después apareció otro coronavirus, como el Mers-Cov, que se detectó en Arabia Saudí hacia el 2012, justo después de la larga guerra de Afganistán.

En 2014 vino la epidemia de Ébola en Africa. Y en el 2015 surgió en Brasil el Zika y se extendió por todo Sudamérica.

Para más inri, en el 2015 apareció el señor Bill Gates en su discurso TEDx, diciendo que la próxima amenaza sería una pandemia vírica.  Y casualmente, el señor Gates acaba de dejar su cargo en la dirigencia de Microsoft y está al frente de una Fundación que promueve la investigación de vacunas. Uno de los negocios más lucrativos a corto plazo.

Pero bueno, que cada cual asuma sus propias acciones. Todo el que se aproveche tendrá responder por lo que hace. Y cualquier acción negativa se volverá en contra.

Y ahora toca entrar al fondo del asunto.

A mí no me cabe en la cabeza que un virus como el Covid-19 se pueda extender tan rápidamente, a nivel mundial por el mero contagio de un “bichito” que viene de pangolines y murciélagos, como suelen decir en los medios.

Ni siquiera los científicos pueden explicar a ciencia cierta cómo se producen las mutaciones de los virus ni por qué. Un virus no es un organismo natural y a veces son de carácter totalmente artificial.

Los chinos llevan comiendo porquería mucho más tiempo y evidentemente, muchas enfermedades vienen de comer carroña, pero no siempre han causado pandemias. En Europa también se come cerdo y marisco, que son carroñeros, lo cual incide mucho en la salud y aumenta la asimilación de toxinas y  patógenos. Y es lógico que la humanidad enferme al comer lo que no debería comer.

Sin embargo, la gente no sólo se contagia por absorber algo más que bichos.

Las mismas etiquetas que se ponen a los virus explican mucho.

Comencemos por el Sars. De inmediato nos recuerda a la antigua palabra Sar, Príncipe, presente en diversas lenguas, incluso en la raíz de Sarumán, el malvado mago negro en el Señor de los Anillos. Pero también en Saros, el ciclo lunar de 223 en la astronomía Sumero-babilónica.

Y Sabiduría hebrea se habla de los Sarim, Príncipes celestes y planetarios que gobiernan a las naciones, como el Príncipe de Persia, que se interpuso en el camino ante el profeta Daniel (Daniel 10:13-21).

En Grecia se les conocía como Archontoi, Arcontes o Gobernantes. Y según dijo Platón en el Diálogo Critias, se repartieron el planeta en sectores, gobernando a las masas humanas como a ovejas por medio de la persuasión.

Y por supuesto, el Maestro Yhshua anunció que venía el Príncipe de este Mundo. ¿A quién se refería? ¿Era uno solo o un grupo de seres?

Podemos decir que los príncipes celestes no son entidades físicas, sino más bien psico-energías e inteligencias planetarias que rigen áreas y naciones, forzando ciertos eventos.

Grandes dirigentes de las naciones sirven a estas fuerzas, moviendo las culturas hacia unos hábitos u otros. Y al ponerse la corona de muerte rechazan la Corona de Amor incondicional, que es donar Vida de Luz serena.

Manifestar esa Voluntad de Vida es la finalidad de la humanidad, que debería crecer en conciencia de qué es y qué hace aquí. Sin embargo, acepta ser sierva de quienes le roban la voluntad. Y así muchos se privan a sí mismos de las cualidades del Ser Divino, el Amor incondicional que lleva a la Vida no alterada y la Conciencia serena.

Esas cualidades del Ser pleno se representan con las cuatro letras hebreas que vemos aquí.

Y al perder su Vida real la humanidad cayó bajo la influencia de energías residuales frías que en hebreo se conocen como Qar, Frío.

Curiosamente, las dos letras de Qar son Quf y Resh, y también están en Keter, Corona, la Voluntad de dar.


Y en Corona está la raíz Kor, que es Dragón en Sumerio y otras lenguas antiguas. Y no es casual que todas las casas reales tengan al dragón, que es símbolo de los Arquitectos draconianos que implantaron las energías psíquicas en la tierra. Las energías crudas son la Roca sobre la cual no se puede erigir el templo divino. Sólo al fundirse con el fuego del Corazón y la Conciencia se funde d nuevo con la Roca de Salvación, el Mesías Universal.

Pero la sociedad está carente de ese Fundamento. Por tanto, no es casual que ahora surja un Corona Virus nuevo, que indica un exceso de energías frías a nivel planetario. Hay mucha frialdad y crueldad.

Y a la humanidad le robaron su más preciada condición cuando ya le se advirtió acerca del mismo ladrón:

 Vengo pronto, retén firme lo que tienes y que no te roben la corona (Apocalipsis 3:11)

Al no expresar su Amor de Vida no sólo no digiere energías celestes de orden psíquico, sino que se hace esclava de parásitos de muy baja frecuencia, lo cual es rebajarse demasiado.

Por tanto, del mismo modo que el vapor mata a los patógenos, la humanidad debe elevar la frecuencia de espíritu para tener calidez de corazón, escapando a la ilusión.

No debe olvidarse que todas las tradiciones conectadas a la verdadera Luz Primordial han advertido siempre que cuando la humanidad derrocha y no absorbe sus energías vitales, ciertas entidades y parásitos se aprovechan. Ahí entran no sólo emociones negativas y exceso de pensamiento, sino uso incorrecto del sexo, onanismo e incluso el uso de preservativos, ya que las energías de la vida no fueron diseñadas para caer fuera. Esto genera una serie de parásitos que hacen al humano esclavo.

De hecho, hace poco me di cuenta de que Covid se lee Divoc al revés, y suena casi como Dybuk, que en la Sabiduría hebrea es una adherencia astral, que puede ser de diversos tipos. 



Por un lado están los obsesores, personalidades humanas desencarnadas que se pegan al cuerpo energético de las personas para inducir comportamientos compulsivos como adicción al sexo, las drogas, el tabaco, el alcohol…, porque los vicios les alimentan. Y eso puede llegar a enfermar a las personas, generando virus psíquicos que generan virus físicos o condiciones de inmunodeficiencia como el Sida.



Luego hay vampiros astrales de diverso tipo. Uno puede ser otra personalidad desencarnada que durante la vida desarrolló su cuerpo astral hasta el nivel mental, practicando magia negra. Y al morir el cuerpo físico puede emplear su poder para influir negativamente en otros y robares energía. Pueden incluso inducir violencia o guerras. El caso más conocido fue el de Vlad Tepes o Empalador de Transilvania, que inspiró la leyenda de Drácula.

Además, puede haber tipos de vampiros astrales que no fueron humanos. 



Pero también hay larvas o gusanos astrales que roban energía por medio de sus tentáculos.

Y algunos parecen vivir en  regiones altas de la atmósfera. Son criaturas en forma de gusanos energéticos y serpientes luminosas.




Muy conocidos son también los rods, insectos energéticos que cruzan a grandes velocidades.

                       Photo by Mark Lichtle


A su vez hay esferas luminosas u orbs, fragmentos de cuerpos de luz que en algunos casos pueden chupar energía en vez de ayudar. 


Y la única manera de protegerse es fortaleciendo el cuerpo vital energético y desarrollando el cuerpo astral con sus emociones y mente bien lúcida. Ese cuerpo sutil de luz puede ser el vehículo del Ser primordial.

Pero hay también medidas para no alimentar parásitos negativos: evitar acumular basura, que irradia luz biofotónica, evitar acumular polvo, papeles, trastos viejos que dejan huellas astrales; no aceptar objetos religiosos o tribales, aunque vengan de un familiar. Y por supuesto, no desperdiciar energía con emociones negativas, sexualidad incorrecta…Todo eso es fuente de comida para entes parásitos.

Y la energía negativa en masa es la mayor fuente de comida para los parásitos astrales, lo cual explica por qué las grandes epidemias se producen después de guerras y conflictos ideológicos.



Es más, ya en los años 20, un sabio de nombre Gurdjieff dijo que la gripe o influenza es resultado de una acumulación de energía no digerida, debido a que las personas no trabajaban internamente ni absorben las substancias necesarias de la atmósfera para formar bien su cuerpo de luz astral, que se compone de energías planetarias y solares, que entran por medio de la respiración.

Y tiene mucho sentido, pues si no se emplean, involucionan y sirven de alimento a toda la banda de parásitos mencionados antes.

Aparte de esto hay evidentemente patógenos biológicos y condiciones físicas.

La reducción del campo vital protector se debe también a los alimentos transgénicos, la polución, agua contaminada, aditivos tóxicos, redes móviles,  Internet signals, 4G, 5G, cuya potencia va a freír a todos los que no tengan un buen campo vital protector.

No es de extrañar que los virus muten debido a diversas influencias, incluida la experimentación y negligencia humana.

Pero es posible reforzar el campo por medio del uso de todo el potencial a nuestro alcance, especialmente el que viene del Amor consciente.

Por ejemplo, hace unas semanas me puse en los labios resecos un poco de crema cacao que me encontré en una cajita de mi hermana, y que llevaba en casa casi 20 años. Y al día siguiente me sentí muy mal, con una especie de gripe. Seguro tenía algún virus, pues a saber en qué manos habría estado la cosa ésa. Pero al realizar mis labores interiores, con respiración consciente, alimentación frugal y demás, los síntomas sólo me duraron dos días. Recuerdo que fue cuando grabé el vídeo del encuentro con el anfibio humanoide.

Y es porque el sistema inmune no es sólo biológico, sino bioenergético y espiritual.

¿Pero cuántos pueden comprender esto? ¿Cuántos pueden escuchar? No creo que muchos. Una minoría de la minoría.

El mismo ser humano fue zombificado hace mucho tiempo, y ha caído presa de todo tipo de parásitos, a los que incluso adora por medio de la religión.

¿Y dónde está su Dios Señor ahora que todos los templos y lugares santos están cerrados a cal y canto por el Covid19?

El dios Amón, el carnero del ego, está siendo sacrificado en masa.

Sólo aquellos que manifiestan las cualidades del Ser divino podrán elevarse en frecuencia, percibiendo incluso a una Tierra más elevada a la que volverán tras la misión en este manicomio.

Y no olvidemos que incluso aunque sobrevenga la muerte física, nada podrá tocarnos, porque estamos bajo la cobertura del Ser inmortal y sus energías inteligentes.


Y mientras tanto Bendiciones de  Amor incondicional, Vida no alterada, Conciencia Universal y Serenidad dichosa.

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