sábado, 26 de octubre de 2019

Desvelando el Jardín del Edén




Hace un tiempo ya escribí un artículo sobre el tema del Jardín del Edén, y dejo el link abajo. Pero hoy reflexionaremos más a fondo.

¿Por qué percibimos el Universo exteriormente y no dentro? ¿Por qué se rompió la conciencia humana?

Algo sucedió que produjo una desconexión, dando lugar al Inconsciente colectivo, donde moran seres que nos vemos. El inconsciente personal, donde mora incluso nuestro Yo Ser superior. El subconsciente psicológico, con emociones y pensamientos. Y luego nuestro falso consciente, pues estamos humanamente dormidos.

Y esto se originó con la dualidad Cuerpo-Mente, por un descenso de vibraciones. Cuanto más suben las vibraciones de conciencia, menos es la diferencia entre espíritu y materia, mente y cuerpo. Pero las fuerzas divisorias de la naturaleza o Elohim tienen la tendencia a “dividir”, a “densificar”.

Esto está inlcluso descrito en mitos 
 de Enki y Adapa, Prometeo y Epimeteo, Adam y Jawa.


Pero lo cierto es que los lenguajes mitológicos antiguos no se pueden traducir con los lenguajes burdos que vemos en las biblias.
 
Por ejemplo, cuando en Sumeria hablaban de Enki, no se referían a un sólo Señor de la Tierra, sino al Alma astral dominante de la humanidad animal, reflejada en Prometeo e incluso el Primer Adam como veremos. 

 
Del mismo modo, cuando en el Libro del Génesis se habla de Adam, no hace referencia a un hombre solo, sino a diferentes humanidades y planos de realidad.

En Génesis 1 se habla de Beriah, el plano de organización, lo que traducen como Creación, que en realidad era una re-organización mental del universo caótico tras una catástrofe. Pues como como se dice:

Al principio creó Elohim los cielos y la tierra.


En hebreo se puede leer:

En la Cabeza (Rosh) organizaron las fuerzas Naturales.

Y todo llegó a ser desordenado y abismal

  ¿Por qué llegó a ser así? Ya lo veremos.


Recordemos lo dicho en Génesis 1: hagamos a Adam a nuestra imagen (tzelem) y semejanza (demut). Y se añade que Elohim “creó” a Adam a su imagen, es decir, a imagen almática del Mazzarot, las configuraciones astrales, de donde vienen las 12 tribus de Israel, como luego veremos. Pero omite la semejanza (el aspecto corpóreo)  y especifica que lo “creó”, no que lo “hizo”. De modo que antes de “hacer” a Adam a su semejanza, en el Mundo de Acción (Asiyah), los Arquitectos de la Naturaleza (Elohim) operaron desde el Mundo de organización o criación mental (Beriah), porque todo comienza en los cielos, por así decir. Ellos querían integrar en Adam todas las naturalezas, incluyendo las criaturas del día quinto: grandes seres de las aguas (Tanynym gadolym), relacionados con el instinto sexual reproductor; toda criatura voladora (Auf) que cruzaba la expansión de los Cielos (Shamayim), y que se relacionaba con el pensamiento; y criaturas reptantes (remeshot), que relacionan con el aspecto motor. Luego se introdujeron las criaturas del día sexto, que surgen en la tierra (eretz). También se las considera alma vital (nefesh jayah) y son: cuadrúpedos con sistema instintivo orgánico (behemot), seres que reptan con sistema motor (remeshot) y bestias de la tierra (eretz jayot), que añaden el sistema límbico emocional. 
 
El plan de los Arquitectos era integrar en Adam esas esencias: instinto motor, sexual, orgánico, emocional y mental. Todo con la finalidad de realizar la reparación (tikún) del caos energético generado en el universo previo, donde esas especies alienígenas animales se habían rebelado, incitadas por las ciencia tecnológica desarrollada por la llamada Najash, la Serpiente Acusadora o Adversario (Satan), que fue el primer guardián o Querub, cuya naturaleza también llegó a estar impresa en el Adam ha Rishon.

A ese primer Adam se le formó (no creó) del polvo residual de la tierra astral llamada Adamah (no eretz), de donde le venía la inclinación al mal y lo deficiente (yetzer hara). 
 
Al emplearse la palabra formar (yetzer), se nos dice que Adamah está en el plano astral emocional psíquico, el Plano de Formación (Yetzirah), donde pusieron al Alma colectiva llamada Adam, preparándola para desarrollar un espíritu que gobernase las pasiones de criaturas animales del día quinto.

Dominad a los seres de la tierra, aire, agua…

El plan de los Arquitectos era realizar el tikún, la reparación del caos energético generado por ellos mismos en el universo previo que llegó a quedar en caos.

Porque no había Adam para labrar Adamah.


Y Adam llegó a ser una alma vital/criatura viviente (nefesh jayah)

El mismo Pablo escribió en 1ª de Corintios 15 que primero vino lo psíquico y después lo espiritual. 

El primer Adam fue hecho psique vital (nefesh jayah/psyche zoe) y el último espíritu vivificante (ruaj jayah). 

Yeshua es el modelo del Nuevo Adam, que no es una mera “psique astral”. Es la imagen del Adam Primordial, no la imagen de los Arquitectos caídos. El hombre Yeshua era manifestación del Adam Original, la verdadera Humanidad.
 
Ahora, al primer Adam se le insufló el soplo de Vidas (nishmat jayim), que podemos identificar con una mente de comprensión solar, de donde venía el mandato de comer del Árbol de la Vida. Podemos incluso postular que ese soplo mental o neshemah quizá procedía de almas de Israel. Y esta intuición me viene del hecho siguiente. 
 
Según el libro Tanya, donde Rabbi Schneur Zalman descodificó un poco más el Zohar, cuando las Inteligencias Angélicas o Elohim dijeron “Hagamos a Adam a nuestra imagen”, estaban consultando con Israel, el cuerpo mesiánico.

Desgraciadamente, hubo un error de proporción. Adam tenía dos inclinaciones, una al mal y otra al bien, pero ambas luchaban como dos perros salvajes. Y los instintos más fuertes procedían de toda esa genética alienígena impresa, poniendo a dormir la parte que escuchaba al soplo de Vidas. Así que no pudo rectificar las pasiones, a diferencia del Nuevo Adam encarnado por el Mesías. Como enseñó Pablo en 1 Corintios 15:45, el primer hombre Adam fue hecho psique vital (nefesh jayah/psychen zosan); el Último Adam espíritu vivificante (ruaj jayah).

En otras palabras, Adam era el Alma colectiva preparada para armonizar dentro de sí todos esos impulsos y gobernar como Guardián (Querub), a todas esas criaturas animales hechas por los Arquitectos angélicos. No es bueno que Adam esté solo, busquémosle una ayuda opuesta (etzer kenegdó), dijeron. Y le presentaron especies de Adamah para que las impregnara con su nombre/vibración de ser. Y Adam dio nombre a las criaturas de Adamah pero no halló ayuda opuesta (ezer kenegdó), es decir, eran demasiado animalescas. Ese primer Adam eran todas las psiques astrales (nefeshot jayot) que llegaron a fusionarse con naturalezas más alienígenas y pasionales: seres de la tierra, el aire y el agua. 
 
Fue esa inclinación la que hizo comer a Adam del Árbol del Conocimiento de lo Bueno y Deficiente, que es el mundo físico, a pesar de tener gran inteligencia. La Najash incitó a la Mujer (parte receptiva emocional-corporal) de Adam, a comer de ese Árbol, que le pareció bueno para el gusto, la vista y para adquirir Sabiduría.

Según los mitos Sumerios, Mayas y el propio Génesis, llegaron a existir unos humanos tan inteligentes que percibían su Yo Soy elevado, y eso no les interesaba a sus dioses guardianes, porque no querían rebeliones como las de antaño, así que les nublaron el entendimiento. Cabe entonces deducir que aquellos Humanos fueron cortados del Gan Eden para que no alcanzasen la inmortalidad antes de tiempo, sin comprender.

El Huerto del Edén era un estado de conciencia beatífica donde podían viajar a través de dimensiones sin quedar atrapados en los planetas. 


GaN es anagrama de Guf o cuerpo y Neshema, soplo intelectual. Mientras que Edén es una visión placentera de la realidad. Pero pronto pasó a ser más bien hedonista. ¿Cómo?

Las fuerzas naturales, poderosos arquitectos o Elohim, arrastraron a la humanidad hacia lo denso. El Popul Vu narra que los dioses arrojaron polvo a los ojos de la humanidad para que no vieran las cosas lejanas. Y el Libro del Génesis lo enseña diciendo que se puso a Adam en un sueño (tardemá) y se le dividió en hombre (Ish) y mujer (Ishah), separando lo masculino y lo femenino, al igual que mente y cuerpo/emociones. Y la mente adámica, dijo: ésta sí es huesos de mis huesos y carne de mi carne.  


Es decir, las criaturas adámicas ganaron consciencia de su cuerpo energético parlante. De hecho, en hebreo, lo femenino es la función de hablar y expresar lo interior hacia afuera. La Mujer era el cuerpo de Adam.
 

Sólo entonces llega el famoso episodio de la Serpiente en Génesis 3, que ya habla del plano de Asiyah o Acción.
 


Najash era la más astuta de las Criaturas del Campo que los Arquitectos habían “hecho”.

Y el Campo es el Kosmos (Mateo 13)


Según la Sabiduría hebrea el campo equivale a los tres planos de realidad: Beriah, Yetzirah y Asiyah, expresados como BYA

Es decir, la Serpiente humanoide no podía percibir Atzilut, la emanación. Y las enseñanzas muestran que era un residuo del Universo anterior, un tipo de ser bípedo que se comunicaba con todas las especies adámicas. El Zohar asegura que las llamadas bestias de la tierra en Génesis 1 fueron esas criaturas salvajes, que se mezclaron con las especies adámicas.

Y esto involucró mezclar ambas genéticas por medio de experimentos como los descritos en el mito de Athrahasis, llevados a cabo por Enki, Señor de la tierra.

Estos fueron los contratos del Adam caído mencionado en Ezekiel 28.

Sin embargo, démonos cuenta de que los humanoides adámicos sólo podían entender a la Serpiente porque llevaban su impulso a lo deficiente o yetzer hara impreso en su alma vital, que ya estaba en la especies adámicas del día sexto, e incluía a las especies del día quinto.

Esa naturaleza de najash les daba a las especies adámicas capacidad para pensar intelectualmente, dividiendo y separando la realidad.

De hecho, astuta se dice arum, que es la misma palabra para describir la “desnudez” que sintieron Hombre y Mujer, según Génesis 2. Mas aún no lo sabían. La naturaleza Serpiente sí, y quería aprovecharse de su Luz para cubrirse.

Y el razonamiento adámico-reptiliano comenzó a ocultar y torcer la realidad, porque esa especie de humanidad estaba hecha a imagen de los Arquitectos de la Naturaleza caída.

¿Así que os ha dicho Elohim que no comáis de los árboles del Jardín?

No, podemos comer de todos, pero del Árbol del medio no, porque moriremos.

En el medio del Jardín estaban tanto el Árbol de las Vidas como el del Conocimiento. Pero el cuerpo de Adam no los distinguía, ya que no se comunicaba con su marido, su inteligencia masculina, la mente. Es como Adapa con respecto a Enki, quien le dijo que no aceptara regalos de Anu. O Epimeteo con respecto a Prometeo, quien le advirtió que no aceptara regalos de Zeus.
 
La Serpiente incitaba a todas las especies Adámicas a comer del Árbol del Conocimiento, pues así serían como “dioses”, conocedores de lo bueno y lo malo.

Y a la humanidad inmadura eso le pareció placentero, bueno a la vista y para adquirir Sabiduría. Pero al comer sintieron vergüenza, porque vieron su desnudez.

Quedaron así divididos en Inconsciente, Subconsciente y Falso consciente. No eran capaces de percibir lúcidamente la Vida real, ni hablar con Verdad ni actuar armoniosamente.

Y al no percibir esto, la humanidad comenzó a cubrirse con lo externo, el Árbol del Conocimiento, Etz haDa´at: datos, conocimiento, hojas de higuera, religión y ciencia ilusoria.

Y los Arquitectos no preguntaron a la Serpiente por qué les tentó. Les había juntado para eso, ya que su naturaleza era pasión engañosa.

¿Y qué Padre cuando su hijo le pide pan o un pescado le da una piedra y una serpiente?, preguntó Yeshua.


Eso es los que hicieron los arquitectos, juntando naturalezas opuestas para realizar cierto tikún o rectificación y recolectar luz.
 

Y tan faltos de Amor estaban todos, que incluso el hombre o mente culpó a la mujer o cuerpo, y el cuerpo a la Serpiente, la cual fue condenada a vagar por su dimensión, comiendo "polvo de Adamah", chupando energía de los humanos caídos.

Mientras, la humanidad astral fue arroja fuera del GaN Eden, a la rralidad de un mundo exterior.

Y el hombre llamó su Mujer, Jawa, Eva, Madre de las Criaturas Vivientes, Jayot, pues pasó a identificarse más con cuerpos de animales.

Y se dice que los Arquitectos no sólo les pusieron un Querubim, (quizás un símbolo del Cerebrum, un cerebro pasional), sino que les cubrieron de pieles. Y en hebreo piel es Aur con letra Ayin, que se asemeja a Aur, con Alef. Es decir, perdieron su Luz energética y fueron cubiertos con luz más densa, que al final dio lugar a los cuerpos físicos. Pero no sin consumición de comida física.

Al principio, Cain, la humanidad que surgió de la mezcla Mujer/Serpiente, era de Adamah. Y ofrecía los frutos de la tierra, matando a Habel, el soplo espiritual, que sacrificaba su parte animal. No sería de extrañar que Cain se pusiera hasta arriba de frutas y almidones. He ahí el hedonismo.

Hay una fruta llamada Fruto de Pan, Breadfruit, y es muy almidonosa. Es muy común en regiones tropicales en todos el mundo. Y Pan es el dios de las pasiones bajas. 
  
Al comer del árbol de conocimiento, quedaron así divididos en Inconsciente, Subconsciente y Falso consciente. No eran capaces de percibir lúcidamente la Vida real, ni hablar con Verdad ni actuar armoniosamente. Y al no percibir esto, la humanidad comenzó a cubrirse con lo externo, el Árbol del Conocimiento, Etz haDa´at: datos, conocimiento, hojas de higuera, religión y ciencia ilusoria. Tan faltos de Amor estaban todos, que incluso el hombre o mente culpó a la mujer o cuerpo, y el cuerpo a la Serpiente, la energía astral instintiva, la cual había acusado a los Arquitectos (Yhvh Elohim). Por ello fue cercenada y condenada a vagar comiendo "polvo de Adamah", chupando energía de los humanos caídos. Mientras, la humanidad astral fue arroja fuera del GaN Eden (visión beatífica desde Guf y Neshemah), a la realidad de un mundo exterior. Y se dice que los Arquitectos no sólo les pusieron un Querub, un cerebro pasional, sino que les cubrieron de pieles. Y en hebreo piel es Aur con letra Ayin, a diferencia de Aur con Alef, que significa Luz. Es decir, perdieron sus ropajes de Luz y fueron cubiertos con energía más densa, que al final dio lugar a los cuerpos físicos, especialmente con Qayn. A ellos contribuyó la consumición de comida física y no espiritual.

 En conclusión, no debemos confundir Conocimiento y Datos con Sabiduría y Comprensión. Cuando hay unión de ambos, entonces tenemos Conciencia Integral de Vida, unión de Mente y Cuerpo.”
 
Ahora, en Génesis 2, el orden se invierte, pues primero se se forma al Adam del polvo de Adamah, con soplo mental (neshamah).

Los datos externos debemos internalizarlos, pasando de una visión hedonista a edénica.

Nada de lo que parece suceder fuera es exterior. Los Arquitectos o Fuerzas naturales, la Serpiente, hombre y mujer están todos dentro. Nuestro mismo organismos y sistema inmune son arquitectos, que se comen a los virus, bacterias malas y otros agentes del dragón negro.

Y nuestra responsabilidad es vivir en armonía con todos estos elementos, armonizar con la Vibración del Amor y Conciencia de Vida Serena.

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[1] https://cantoderealidad.blogspot.com/b/post-preview?token=APq4FmDmUYGGhWNgTfLs6Dca9cbGvIdqvJKdSjZj0kbAEgvIEEmtZI6eJ0PukRVvcKSkSqiWycEEEYvICHlX-GUJtB1FTDyPWhH-VTgZtZVIgvqeVFVaCPgT1t6Uf9PoMnxKLNzgIZuX&postId=4128121246575187773&type=POST

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