lunes, 20 de enero de 2020

Mi encuentro con un viejo Enki, Oannes





Muchos estamos destinados a expresar la voluntad de Amor transformador, la Vida humilde no alterada, la Conciencia pura que nos hace sentir integrados y la Serenidad, las cualidades del Bendito Ser Sin Límites. Nuestro Ser verdadero es así Su expresión, irrepetible en cada uno. Por tanto el propósito vital es  vivir desde lo completo, no lo parcial. 

Sin embargo, ni siquiera esto se entiende en las religiones y espiritualidad de la humanidad, donde siempre se adora a un Dios externo o al auto-proclamado dios interno. Se dicen cosas como: Hágase tu Voluntad y no la mía; yo soy Dios; yo soy el absoluto...

Y todas estas formas de pensar en realidad provienen de la primera humanidad astral, que quedó desconectada de la Vida. 

De hecho os voy a relatar un encuentro con un viejo ser adámico en otra dimensión. Él me habló de lo que él pensaba es nuestro propósito en los planetas, y me resultó algo confuso. 

Sucedió hacia el año 2012, mientras mi cuerpo físico dormía. No fue un sueño porque los sueños no tienen muchas secuencias de eventos causales, sino cosas ilógicas; en ellos puedes ir caminando por la calle y de repente estar hablando con un león debajo del agua. Pero en este caso, sin recordar con qué aspecto, me encontraba viajando en una especie de vehículo aéreo alargado, con un ser humanoide. Recuerdo que tenía el cuello muy largo, la cabeza no demasiado grande; era muy alto, me sacaba al menos tres cabezas; su piel era de color azulado y sus movimientos muy gráciles. Años después supe de gente que dice haberse encontrado en sueños con seres anfibio u pájaro que se comunican telepáticamente y los representan de un modo que me recuerda a ese ser. Coorey Goode habló de los Avians como raza cordial.

Y éste ser también era muy amistoso al dirigirse a mí, y siempre apelaba a mi voluntad, preguntándome: ¿quieres ver esto o quieres saber aquello?. A lo cual yo solía asentir con curiosidad, porque hablábamos de los misterios del universo. Y en un momento determinado el vehículo se detuvo. No sé quién lo manejaba. Pero los dos salimos a una especie de ciudad pavimentada, donde no vi ningún edificio. No era un entorno natural, pero estaba muy limpio e iluminado por alguna luz. Desde luego era otra dimensión, pero no sé si en la tierra o en otro planeta. Podría ser una ciudad intraterrena. Y ambos caminamos por una de aquellas rutas pavimentadas. Y pronto me di cuenta de que a varios metros delante de nosotros había un grupo de seres de su misma raza, pero ellos llevaban unos uniformes ajustados. Pertenecían a una corporación de algún tipo, quizá un escuadrón militar. Y pude sentir que les extrañaba mi presencia. Era como si pensaran: ¿qué hace éste congénere con ése?. Pero nosotros seguimos a lo nuestro, conversando con la mente. Y es muy poco lo que recuerdo porque en esos niveles de experiencia el cuerpo mental puede percibir ingentes cantidades de información casi de golpe, pero al regresar al cuerpo físico, cuesta recordar todo. Lo que sí recuerdo es que al final él me preguntó: "¿quieres conocer este particular episodio de la historia del universo?" Y yo por supuesto asentí intrigado. Y me soltó en la mente una ráfaga de imágenes, y lo último que vi fueron chispas de luz entrando en un planeta, algo que ya había visto en otras ocasiones. Y él me dijo: “las almas se encarnan en los planetas para experimentar la densidad punto cero”. Entonces desperté en el cuerpo físico.

Y en aquel entonces, yo tenía un largo recorrido de trabajo interior. Había practicado mucha meditación y auto-estudio, trabajando con muchas personas experimentadas. Y pensé que eso de "densidad punto cero" era una especie de  contemplación sutil, como el nirvana oriental. Y veía con sentido hacer sutil lo grosero, como dicen los alquimistas. Pero al cabo de los años, tras descubrir ciertas verdades, concluí que lo que este ser decía, al menos lo que recuerdo, es ambiguo. Y no recuerdo que mencionara la Voluntad del Bendito Ser. Y además, ¿quién era? ¿Por qué hablaba yo con él? Y me llevó muchos años de investigación llegar a conclusiones.

En primer lugar, ¿de qué densidad punto cero estaba hablando? Pues no es lo mismo la densidad de energía/vibración que la densidad de materia. La densidad cero de vibraciones sería la materia más densa que existe, la muerte en estado puro, como la Nada de la Historia Interminable.  Ahora, la más alta densidad de vibraciones, efectivamente, es una densidad cero de materia. Es el estado de la Fuente Primordial, donde espíritu y materia son uno. Pero de ahí venimos muchos Seres de Luz. Y cabe interpretar que venimos a un planeta denso para re-experimentar o recordar nuestro Ser desde este punto de vista. Pero no creo que eso sea necesario; es opcional e implica sufrimiento. Como mostró Yeshua, muchos somos la Luz del Kosmos, y venimos a habitar cuerpos terrenos para ayudar a que otros recuerden su Luz verdadera. Pero espiritualizar la materia debe ser inseparable de materializar el espíritu, porque si no hay desconexión, que es lo que pasó en el Corral del Edén. 

 El próximo día quizá hable de la falsa Sabiduría de la Serpiente caída, basada en espiritualizar la materia creando cuerpos sutiles. Porque el problema está cuando estos cristalizan con orgullo y se desconectan de la Vida, que es lo que les pasó a las primeras razas Adámicas, cuyo espíritu emocional o Eva se enredó con energía densa. Así es como enferma la gente. Les sucedió incluso a los Israelitas cuando les picaron las serpientes en el desierto. Y Moisés construyó una Serpiente de Bronce, indicando qué les dañaba. Y aún así comenzaron a adorarla. La clave de salida la dio Yeshua, que nunca trabajó sólo desde lo denso, sino que materializó su espíritu de Amor, Vida y Luz primordial. Sólo así puede ser levantado el Hijo de Adam, que de momento no tiene donde recostar su cabeza, porque el humano sólo logra formar un gusano astral, la serpiente tortuosa. Aunque como el Maestro dijo, el Hijo de Adam será levantado como la serpiente en el desierto.

Ahora, ¿por qué hay serpiente tortuosa? Según algunas religiones, la Luz necesita de la oscuridad para reconocerse en toda su riqueza. Pero esto es la falsedad del Dualismo absoluto. Es la postura satánica y la luciférica. Y lo vemos en el final de la Película Conan el Bárbaro cuando el Rey serpiente le dice a Conan: “¿quién es tu padre sino yo, quien te dio el deseo de vivir? Si desaparezco jamás existirías”. La energía de la Serpiente no armonizada se llena de orgullo y se cree independiente, fuente de Vida. Es como si nuestras gónadas dijeran ser nuestro padre.

Y como narré en el episodio anterior, el Adam Kadmon, la estirpe de adanes primordiales y otros seres de la Fuente Primordial no originaron esa Oscuridad, sino que fueron entidades inmaduras del sistema nervioso central del Cuerpo de Vida Kósmico las que montaron su mundo oscuro independiente, generando dualidad. Son el Demiurgo o Falso Dios colectivo.

Y dado el tremendo sufrimiento innecesario en este planeta, dudo que esa Oscuridad forme parte de un plan divino, como pretenden las religiones que consideran a Satán sirviente del Creador,  o la misma religión New Age, que considera necesario     experimentar la dualidad para conocerse. En realidad la Unidad Absoluta emana la Unicidad de Vida y ambas preceden a la Dualidad. Esto se conocía incluso en la matemática de Pitágoras, donde el Uno, la Mónada, no es un número sino que se expresa en todos los demás números. Y el Tres, la interrelación de la Tríada, neutraliza y precede al Díada, la Dualidad, que es sólo fruto de la energía dual de la Serpiente, una fantasía o alucinación egoica llamada Kundalini en Oriente.

Curiosamente, las nuevas espiritualidades hablan mucho de la kundalini, pues proporciona placer sutil, poderes, olores de flores, visiones...Y en sí misma no es mala, pero puede ser engañosa.

También se habla de acceder a una Super-Mente universal y los registros akáshicos. Pero muchos desconocen que están alterados por razas dualistas. Es cierto que hay registros o Memoria cósmica verdadera, pero en el Kosmos real, el Árbol de la Vida, no en el sector de fantasía virtual. La ciencia misma reconoce que este universo es un holograma computacional.

Y ahora nos venden más y más tecnología virtual, bloqueando nuestra Vida de Luz para hacernos más robots alucinados, como si la vida fuesen bits. 

Y no es nuevo, pues ya Platón enseñaba que desde que el dios Thoth enseñó la escritura a la humanidad, hemos perdido inteligencia. Por eso ya casi nadie habla por telepatía.

La robotización del humano es algo de lo que también ha hablado el hermano Pedro Ortiz en sus Cápsulas del Saber. Las  últimas están muy bien en ese sentido.

Y la energía dual fue precisamente el engaño en que cayeron algunos de los primeros adanes al comer del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. Ellos llevaban incorporada la energía de la serpiente, porque eran seres mezclados. Su aspecto exterior eran criaturas animales pero de dimensiones superiores. Algunos eran anfibios, otros aviares, otros insectoides, otros más serpentoides…El cuerpo energético de algunos se asocia a la famosa Serpiente bípeda y parlante. Y en Ezekiel 28 se les llamó el Querubín Ungido, pues esos seres estaban ungidos con la inteligencia de Adam, que era su alma intelectual y su personalidad emocional, que era la Mujer, Eva. Por eso en Romanos 5 el mismo Pablo dijo que el Primer Adam fue un tipo de mesías. Ya veremos eso más en detalle, porque las contrataciones con el cuerpo denso y su energía es lo que nos hunde en el sueño.

Y sólo asumir la Voluntad y Luz del Bendito puede ayudarnos a despertar de este sueño adámico y no a caer como les pasó a las primeras Estrellas de la Mañana. Algunos tenemos la misión de  expresar el Amor de Vida real y Conciencia sutil serena del Adam Primordial, los Hombres de Luz que nunca cayeron. Porque muchas almas, incluso seres de Luz elevados, están atrapados en la densidad, ignorando su origen, porque su voluntad y conciencia son anuladas, y su energía vital es empleada como recurso energético por las fuerzas astrales de la Madrastra Natura, y dioses caídos que combaten la naturaleza con tecnología energética. Ambos huyen del Árbol de la Vida y su mundo es externo y artificial, sin vida real. Por un lado, los Arquitectos astrales hacen de Dios bueno, enseñando tecnología ritual religiosa para liberar energías, pero también castigan transgresores de las leyes, como hicieron con los adanes caídos. Incluso talaron árboles gigantescos para bajar la vibración del planeta. Algunos hoy parecen montañas, como la Devil´s Mountain en Wyoming.

 A su vez, muchos adanes caídos se consideran dioses benefactores de la humanidada moderna, enseñando ideas torcidas. Es por ejemplo el caso de Enki, dios de la Sabiduría, Señor del Agua y la Tierra, origen del Adapa, los primeros humanos anfibios que habitaron la tierra. Ellos inspiraron la leyenda mesopotámica del dios Pez Oannes, contada por el sacerdote babilónico Berrosus. 




Cuenta que el dios pez Oannes solía salir de las aguas del Golfo Pérsico para instruir a los humanos carnales en las artes, las ciencias y la religión, enseñándoles cómo escribir, cómo arar la tierra, cómo construir templos.

 En Akkadio se conocía Uan o Uanna. Y esto recuerda la palabra One, Uno y Oneness, Unicidad. Y no hay coincidencia, porque estos seres no solo enseñaron escritura, sino que su lenguaje transmite el mensaje de que la humanidad moderna desciende de ellos espiritualmente e incluso genéticamente. Esos seres también eran conocidos como los 7 Sabios Abkallu. De Ab (Agua), Gal (Grande) y Lu (hombre). 

Y estaban asociados con el dios del agua Enki o se decía que venían del dios Enki. El agua es un símbolo de dimensiones internas, el Anima Mundi. Y estos seres también fueron representados como pájaros con cabeza, tal vez en referencia a los cuerpos espirituales o mentales.
 
En la Escritura hebrea se le menciona como Dagón, pues Dagah es pez en hebreo. Pero está en mitos de todo el planeta. En Mali los sacerdotes de la tribu Dogon dicen haber recibido su sabiduría de seres Anfibios de Sirio. Y muchos líderes religiosos llevan al Pez Oanes o a la Serpiente en el gorro. 


Y al mismo Jonás, símbolo del Alma, se lo traga un pez en el cuento. Y es por que en la Sabiduría antigua a todo este universo denso se le llama Gran Pez o Serpiente  Leviatán, la cual se come a las almas, como les pasó a los primeros adanes estelares.

 Y aunque se les prohibió el acceso al Árbol de la Vida, siguen existiendo en otras dimensiones, como Adamah. Algunos incluso influyen en la humanidad para que adoptemos tecnología que no es Luz ni Vida primordial. De ahí viene la idea de regresar al Jardín del Edén en el futuro. Pero ésa no es la misión de los Seres de Vida original. Hay un Edén más allá del Jardín del Edén.

Curiosamente, hoy muchos hablan de traer la energía punto cero. Y no sé si relaciona con lo que aquel ser llamó densidad punto zero.

Imagino que en el 2012 quizá me consideraron un buen vehículo para reproducir sus viejas ideas. Y la verdad no tengo nada contra esos seres. Pero no veo claro que su visión se corresponda mucho con la misión del Adam Primordial, nuestro Ser genuino.

Para mí, experimentar la densidad material cero es liberarnos de todos los grilletes psico-energéticos que imponen Deus/Zeus/Elohim caídos o el Dios naturaleza o Demiurgo, y que oprime la inteligencia humana, comenzando por el viejo Adam-Prometeico. Y hemos de evitar caer en los enredos de la mente Serpentina que alucina y opera con tecnología holográfica, rituales de adoración y símbolos que nos robotizan.

Y hemos de conocer bien qué tipo de mezclas genéticas tenemos y cómo se perpetúan. Todo eso se ve muy bien en la religión y se narra en los mitos de Enki, Adapa y Enlil; Osiris, Isis y Set; Adam, Eva y la Serpiente; Prometeo y Epimeteo y Pandora, etc. Si os fijáis son el mismo. Y esto era ya algo conocido por sabios antiguos, no sólo hebreos, sino alquimistas como Zósimo de Panoplis y otros. Pero todo eso lo dejo para otro día. 

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