martes, 1 de diciembre de 2015

Camino de Unidad




Antes de iniciar cualquier camino o viaje, que el sol de la Consciencia quede a nuestra espalda y las sombras delante, no vaya a ser que éstas se conviertan en enemigos ilusorios.  

Reza un antiguo adagio: 

Muchos son los senderos, pero uno solo el Camino

¿Y qué Camino subyace a todos los senderos?

Hubo un tiempo en que la humanidad conocía una Enseñanza Universal, siendo aún capaz de percibir esferas invisibles del universo. 

Pero con el paso de las estaciones cósmicas y la inmadurez humana, la Enseñanza se rompió en miles de pedazos, y el humano dejó de ser humano, convirtiéndose en un mero "homínido pensante" que aspira a ser humano maduro. 

Y a pesar de que fueron enviados mensajeros o profetas para traer a la humanidad de vuelta a la Realidad, no fue enteramente posible. El momento no había llegado aún. 

Así se formó el collage confuso que hoy se conoce como "religiones", las cuales apenas logran re-ligar al hombre a su origen divino. De lo contrario no habría guerras y conflictos sobre lo religioso. 

Aristóteles creía que el Judaísmo venía de la filosofía brahmánica, según cuenta Flavio Josefo. 

Mas el Libro del Génesis sugiere que el Brahmanismo –mal conocido como Hinduismo–, proviene de la progenie de Abraham, nombre que constituye la permutación de letras de Brahma. 

Por las mismas, Sara, la esposa de Abraham, debía ser como mínimo prima de Saraswati, la consorte de Brahma. Pero por favor, no lo lean literalmente.

De Abraham, también vendría lo que se convirtió en cristianismo e islamismo.

¿Qué vino primero el huevo o la gallina? ¿Y si ninguna religión viene de ninguna sino todas de Una?

El Judaísmo, Brahmanismo, Budismo, Cristianismo e Islam se convirtieron en fragmentos ensombrecidos de una Verdad que sólo puede ser vivida en la chispa divina que a cada cual corresponde, rompiendo todos los moldes ilusorios, todas las creencias y jaulas mentales del mundo.

Todo el mundo lleva algo de razón, pero nadie lleva toda la razón.

La única vez en la historia en que Judaísmo, Cristianismo e Islam se reunieron en una sola fue en la Edad Media, bajo el liderazgo de los estudiantes españoles de la Sabiduría profunda de la Torah. 

Por desgracia, era peligroso perseguir la verdad en aquellos días y muchos fueron perseguidos y expulsados, como les ocurrió a los judíos sefarditas.

Pero es ya el tiempo de volver a las raíces, pues hoy podemos conocer esa Sabiduría incluso más en profundidad, recordando que el propio Jesús la denominó Llave del Conocimiento (Lucas 11:52)

Ya vimos cómo los Ebionitas del Qumrán se llamaron a sí mismos los que preparan el Camino

Y dicho Camino es precisamente lo que vino a aclarar quien dijo:

Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida, y nadie viene al Padre sino por mí –Juan 14:6 

Mas él nunca quiso fundar otra religión ni ser adorado como un dios. Ya había suficientes dioses como para añadir uno nuevo a la lista. 

¿Qué quiso decir realmente? Ésa es la tarea crucial de estos tiempos de completa locura.

El sencillo mensaje de los Evangelios es que Yeshua se hizo plenamente hombre, y por ende divino, pues el Humano pleno es manifestación del Padre Origen.

Dicho nivel de Ser sólo puede encarnarse plenamente en un humano completamente desarrollado, que tenga acceso a la Luz del Espíritu, estando ya en posesión de cuerpo, alma purificada y espíritu-voluntad.

Un proceso que normalmente no sucede debido al infradesarrollo humano, por lo cual apenas se logra encarnar siquiera un alma bebé y no recibe ni el Espíritu ni la Mente de Cristo.


Por contra, al llevar una vida impecable, Yeshua se convirtió en receptáculo humano de la Conciencia Divina, y jugó el papel del Ungido/Massiah anunciado en Deuteronomio 18:15.

Así lideró el Camino para restaurar el Alma fragmentada del Adam original, llamada Hijo del Hombre desde el profeta Daniel, y a la cual pertenecen todas las almas humanas.


Yeshua es por tanto el ejemplo de cómo se manifiesta la Luz y Vida divinas en el Humano, manifestando primero Yo Soy (Éxodo 3:14), para acabar reconociéndose como Hijo del Abba, Padre (Juan 17; Gálatas 4:6).

Así se dice en Juan I que al principio era el Verbo-Vibración y que el Verbo se hizo carne.


Por desgracia, en vez de seguir el Camino, siempre se idolatra y venera a quienes indican el Camino.

El énfasis de la Enseñanza hebrea fue siempre sacar a la humanidad perdida de su idolatría, la cual no es simplemente el hecho de adorar estatuas y dioses; la idolatría es creer que hay muchas voluntades, fuerzas y enemigos independientes; creer que el Bien y el Mal existen separados; que la Verdad se opone a la falsedad; que mi religión, tribu o nación es mejor que la de otros; que Dios no existe, o que existe fuera, en las alturas; que el cuerpo y sus impulsos son malos o buenos.

Todos los conflictos tienen como raíz pensar y creer en Dos fuerzas opuestas, ignorando que hay una tercera fuerza invisible que reconcilia. 

Sólo hay Una Voluntad, Una Esencia Amada y Amante de la cual sólo se pueden percibir diferentes energías o funciones existenciales manifestadas. 

La Enseñanza resume las principales: 

Padre Voluntad; Madre Luz-Materia; Palabra creadora y salvadora o Hijo, y la Hija o Novia rescatada (alma humana).

Un error idolátrico común en las religiones es adorar las manifestaciones del Ser y no al Ser Amado mismo. Algo que ya se sugiere en el tratado místico medieval llamado La Nube del No Saber.

Desde hace miles de años se crean templos y altares en nombre de esas manifestaciones del Único.

Sin embargo, la Enseñanza viene a decir que el único templo del Ser Divino es el cuerpo humano (Juan 2:19, 1 Corintios 6:19), hecho para  sacrificar toda bajeza animal, imitando al propio Amado. 

Al ser el Todo y contener todas las cosas, no deja fuera, ni la posibilidad de auto-limitarse, sacrificarse, permitiendo que la Nada-Oscuridad sea.

El Libro de Génesis señala que se hizo la Luz y luego se separó la Luz de las Tinieblas ¿Acaso sombra y luz no estuvieron juntas? 

¿Por qué cuesta tanto entenderlo? Pues, porque, no nos confundamos, el ser humano no es plenamente humano aún. Si fuese humano sería divino, imagen del Todo.

Lo que es confirme a su esencia participa de lo divino, incluido un pino y un perro.

Así, aún quienes aborrecen lo divino y la religión caen en la idolatría, ya que la ciencia que destruye, la política que divide y otros pasatiempos están llenos de ídolos. Son otro tipo de religiones.

Divide y vencerás es el lema satánico por excelencia.

Un lema muy engañoso, pues en realidad es divide, y te hundirás en excrementos hasta la coronilla. 

Sería mejor decir: discierne y hallarás la Verdad, venciendo el dolor que te acarrea sufrimiento.

Cuando la gente pensaba que Yesou/Yeshua expulsaba demonios y curaba enfermos con el poder de Beelzebú, les dio una lección inolvidable:

conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae–Lucas 11:17

¿Acaso Jesús estaba en contra de Satán y no dividido contra sí mismo? ¿Cómo es eso? ¿Y por qué llamó Satán al apóstol Pedro, como veremos?

Las religiones de corte romano-babilónico dicen: "Jesús y Jehová eran enemigos del Satán, que es muy malo y tuvo que ser doblegado"

Sin embargo, no parece que haya sido doblegado, pues sigue haciendo de las suyas.

¿Entonces qué es Satán?

El Ser Divino no tiene enemigos, ni siquiera lo que se llama Satán o Maligno. Un Bien divino que lucha contra el Mal no divino es una creencia dañina e infantil introducida en Babilonia en el siglo VI a.C. Una mala interpretación de la enseñanza que trajo aquel famoso profeta llamado Zoroastro.

El Judaísmo simplemente la adoptó cuando fue hecho prisionero por el imperio asirio. 

Antes de ese siglo, la expresión hebrea ha satan significaba adversario. En la Biblia, Satan aparece por vez primera en 1 Samuel 29:4, con el sentido de persona enemiga.

A veces se habla de ha Satan; mas la partícula ha indica función, no esencia personal, y no se traduce como El Satán; aunque a veces el término alude a energías frías residuales, egoístas y astutas que roban luz cuando el alma y el cuerpo no están bien unidos.

Satanás también puede referirse a Iblis, los Jinns que aparecen en el Corán: la raza de fuego-energía que fue expulsada de su trono celestial cuando se negó a inclinarse ante la nueva creación, la humanidad futura. Iblis fue condenado a existir en una dimensión terrenal invisible como un acusador y tentador para aquellos que no son estables en el camino interior.

De acuerdo a los estudios de Henry Corbin sobre la mística islámica, Adam adquirió una naturaleza contaminada cuando encarnó demasiado pronto en la tierra, engañado precisamente por Iblis, quien le sugirió la idea.

Tal naturaleza distorsionada sería la semilla de la serpiente que debe ser borrada por la semilla de la mujer, el espíritu de santidad que ha de desarrollar cada ser humano.

En cualquier caso, la Enseñanza del Camino muestra que cualquiera de las formas de manifestación del Adversario, juegan un papel objetivo en el proceso de la evolución, de lo contrario, nunca se le habría permitido entrar en el juego.

Estos son las reglas de una creación donde hay libre albedrío. Sin tentación no hay elección.

En ese sentido Satán aparece también como "aliado divino". Y esto se ve claramente en el Libro de Job, donde el Eterno pide a Satan que tiente a Job para ponerle a prueba. ¿Por qué, si era tan justo y bueno? ¿Qué necesidad había de llevarle a la desesperación por medio de sarpullidos, asesinatos, huracanes...?

La Enseñanza no tiene nada que ver con ser buenos ni obedientes. El Camino consiste en armonizar los opuestos e ir más allá de toda división. Sólo así puede amarse al Uno Divino y descubrir que su Amor no tiene límites. 

Esto es algo que los profetas yahwistas (Jeremiyah, Isaiyah, Eliyah...),  tuvieron siempre muy claro a la hora de proclamar la Senda Antigua y no el judaísmo asesino y pagano que se había generado:

Yo soy el YHVH, la Totalidad de Existencia, y no hay ningún otro; fuera de mí no hay Fuerzas divinas (Elohim). Yo te ceñiré, aunque no me has conocido, para que se sepa que desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, no hay ninguno fuera de mí. Yo soy el Ser, y no hay otro; el que forma la luz y crea las tinieblas, el que causa bienestar y crea calamidades, yo soy el Ser, el que hace todo esto–Isaías 45:6-7

Hoy en día esto sigue generando confusión, hasta el punto de que mucha gente ha comenzado a poner de moda la vieja idea de que el Antiguo Testamento es obra de un Dios malvado, como pensaba por ejemplo el gnóstico Marcion en el siglo II. 

Los Mormones creen incluso que Jesús es el hermano de Satán, porque en el Libro del Apocalipsis (22:16) se dice: Yo Soy... la estrella de la mañana (símbolo principal Lucifer).


Así, algunos ven al Nuevo Testamento como otro nuevo engaño maligno que enfrenta el Bien al Mal. 

Pero los textos sagrados sólo son pistas para despertar una comprensión humana superior.

La luz caída moraba tanto en Yeshua como en la humanidad moderna. La diferencia es que uno la transcendió y otros no lo hacen. 

Satánica es la mente enferma que se come a sí misma, viendo enemigos donde nos los hay.

Uno mismo es el enemigo de uno mismo, le dice Krishna a Arjuna en el Bhagavad Gita. 

Por tanto, lo único que debe temerse es el miedo y la división misma. Los verdugos, ofensores, penas y desdichas pueden ser aliados cuando desencadenan debilidades ocultas, fuerzas no desarrolladas. 

Una verdad que el mismo Yeshua enseñó de forma sutil:

Desde entonces Yeshua ha Massiah (Ungido de Conciencia salvífica) comenzó a declarar a Sus discípulos que debía ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas de parte de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser muerto...Tomando aparte a Jesús, Pedro lo reprendió: "¡No lo permita Dios, Señor! Eso nunca Te acontecerá." Pero volviéndose El, dijo a Pedro: "¡Quítate de delante de Mí, Satanás! Me eres piedra de tropiezo; porque no estás pensando en las cosas de Dios, sino en las de los hombres–Mateo 16:21-23

Lo mismo sucede cuando en la alegoría evangélica Yeshua aparece tentado por el Diablo en el desierto. ¿Y qué acaba diciéndole cuando le ofrece ser dueño de todos los reinos si le adora?:

Sólo al Verb, YHVH, adorarás y sólo a él servirás–Mateo 4:10

Es el cumplimiento del primer llamamiento dado a Moisés. Y es curioso ver que en el propio Evangelio, el Maestro recita el pasaje de Deuteronomio 6:4-6 con la oración de la Shemá y el mandamiento principal, justo antes de responder a los fariseos, aclarando el camino para cumplir todos los mandamientos:

Escucha Israel [humanidad espiritual], El Señor nuestro Elohim es Un Solo Señor. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo–Lucas 10:27, Marcos 12:29, Deuteronomio 6:4-6

Como podemos ver, esto no era nuevo, sino una lección de Torah, completada con el pasaje de Levítico 19:18:

No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo; yo soy Yhwh.

El rabino Hillel pareció hacerse eco de esa enseñanza en el siglo I diciendo que resume toda la Torah de Moisés. 


Por desgracia muchos se separaron de sus raíces, y entonces, adiós prójimo. 

¿Cómo es posible que haya tantos judaísmos, cristianismos e islamismos enfrentados entre sí cuando todos vienen de la misma tradición?

Muy sencillo: sin la Enseñanza de Luz, la mente carnal es incapaz de entender las Escrituras y lo malinterpreta todo, cambiando lo que no cuadra, arrojando por el desagüe lo que dio en llamarse Llave del Conocimiento (Lucas 11:52).


Curiosamente, las religiones orientales son menos violentas y más inclusivas, y así están algo más cerca de la Luz, lo cual no quiere decir que sean mejores ni que haya que volverse budista o vedantista. 

Existe el testimonio de un maestro tibetano a quien hicieron prisionero los comunistas chinos, y pudo soportar brutales palizas considerando a sus agresores como maestros que le ayudaban a ver sus debilidades, sus reacciones internas para así poder manifestar misericordia y compasión. 

Eso, amigos míos, es morar en el Camino de Vida. 

Evidentemente, la mentalidad budista es diferente a la hebraica pues niega rotundamente que haya un una Voluntad creadora que ame a través del hombre. 

En ese sentido puede decirse que el Budismo es huérfano, pues se centra en el lado impersonal y femenino, la Madre Vacuidad, que el Cristianismo es el vientre de la Virgen María.  

Las interpretaciones de la enseñanza de Buda, tienen dos puntos ciegos: 

1) Creer que la completa auto-disolución es necesaria para superar el orgullo, el deseo y el sufrimiento. En realidad las profundidades del ser humano buscan comprensión a través de la disolución del egoísmo, que no es una extinción nirvánica.

2)Creer que el progreso en la senda de la iluminación es posible sin una Voluntad Universal creativa. El mismo Buda no se iluminó sin ella. ¿De dónde venía si no su famoso "recto esfuerzo"?

Pero Buda mismo dijo que el hombre iluminado es el que ha superado toda ignorancia, tras experimentarlo todo. 


Mas no era su papel enseñar la Enseñanza Integral. Para eso ya llegaron otros. 

De todos modos, es innegable que la senda de auto-conocimiento búdico está incorporada en la Enseñanza hebrea renovada, pues conocerse es necesario para el abandono de los ídolos de la mente y el corazón, lo cual no es común en las religiones que no comprenden sus raíces.


Si el hombre moderno se aburre, deprime o ve enemigos, es porque no se conoce y no encarna la Palabra de Vida, habiendo demasiado orgullo, demasiado juego del yo-yo. 

Pero ya se advirtió:

No tomarás el Verbo del Ser en vano–Éxodo 20:7

Y Elohim le dijo a Moisés: Yo seré el que Seré–Éxodo 3:14 


Sólo el Ser puede amar y clamar Yo Soy en el Corazón. Nadie ama, sino es por el Único Ser.

No soy yo quien vive en mí, sino que es Massiah-Ungido de Conciencia quien vive en mí dice Pablo en Gálatas 2:20

tenemos la mente del Mesías (1ª Corintios 2:16)

La cual incluye por supuesto la Mente de Buda. 


Seguir la Voluntad y Luz divinas que mora dentro es 
observar, incluir y armonizar los opuestos, sacrificando toda reacción animal, eligiendo estar llenos en vez de vacíos. 

De cómo se logra eso ya se hablará próximamente. El Camino no ha hecho más que comenzar.


Diciembre simboliza precisamente el punto donde la máxima Luz nace de la máxima oscuridad.

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