ALQUIMIA INTERIOR 1
Luces y sombras en la historia de la alquimia
La Alquimia es el Arte de la Transformación mediante la transmutación de lo burdo en lo sutil; una dinámica que abarca todo el Universo. Sin embargo, este arte no siempre ha sido comprendido o utilizado adecuadamente en la tierra, ya que requiere un lenguaje y una comprensión naturales especiales.
En realidad, las historias antiguas mencionan un lenguaje universal unificado hablado por la humanidad antes de un destructivo cambio de polos y una inundación que trajo el caos, la confusión de las lenguas. ¿Alguna reminiscencia?
El término Alquimia deriva de la palabra Kemet, la tierra negra quemada, símbolo de la transmutación interior de la fisicalidad burda a un alma y sutileza espiritual, proceso simbolizado por el Escarabajo con el disco solar de la conciencia en la parte superior.
No por casualidad se dijo que Adán fue formado de la tierra roja Adamah para recibir el Aliento de Vida y convertirse en Alma Viviente, o cómo la humanidad surgió de las cenizas de los dioses.
Todas alusiones alquímicas a una etapa evolutiva inicial donde el Intelecto divino acabó dormido, encadenado como Prometeo por las fuerzas de la Naturaleza.
¿Recuerdas cómo uno de los hijos de Noé fue llamado Khem (quemado), y junto con Jafet y Shem, estos representaron un trabajo de integración del alma a nivel vital, psíquico y espiritual para convertirse en Tres Veces Grande, como Thoth Hermes, el dios de Sabiduría tradicionalmente asociada a la transmisión original de la Alquimia.
Según las antiguas crónicas griegas Hermes Trismegisto o Tres Veces Gran Hombre era una referencia al profeta Enokh antes del diluvio, mencionado en el Libro del Génesis: Enokh caminó con Elohim, y desapareció, porque Elohim se lo llevó (Génesis 5: 21- 24).
En términos cabalísticos, esto significa que el verdadero maestro de la alquimia interior refinó sus cuerpos físico y anímico hasta tal punto que se fusionó con una realidad sutil. En otras palabras, refinó sus aspectos vitales, emocionales y mentales del alma, convirtiéndose así en Tres Veces Gran Hermes, aquel que accede al Inconsciente, herméticamente sellado para quienes están atrapados en la negrura inconsciente de la ignorancia.
Esta meta aún está por delante para cada buscador, pero en condiciones diferentes, ya que los humanos eran diferentes antes de los dos últimos grandes trastornos terrestres. Esas razas se extinguieron y de sus cenizas surgió la humanidad moderna.
Hoy, sin embargo, tenemos la demostración alquímica completa por parte de Yeshu, el Hijo de Adán, quien se convirtió en un modelo del Nuevo Adán, revirtiendo las enseñanzas degradadas de los Atlantes y Faraónicos, como vemos en un Nuevo Testamento, que está plagado de lenguaje alquímico. No por casualidad el Maestro Yeshu cura a un ciego usando su arena y su propia saliva, símbolo del agua salada más el elemento terrenal. ¿Era esto una alegoría de la gente de purificación interior?
Incluso hay aquí un vínculo interesante, ya que Kemet no era el Egipto convencional sugerido por egiptólogos súper sabios. Seguramente estamos ante lo que el señor Gurdjieff llamó el Egipto pre-arena, que en tiempos prehistóricos fue el punto de encuentro de las Escuelas de Repetición, a las que acudían cada año personas de todo el mundo para estudiar la ciencia de la transformación interior.
El testimonio de Gurdjieff sobre esas escuelas fue recogido por Ouspensky en su obra Fragmentos de una enseñanza desconocida. Y allí continúa contando cómo el sabio armenio explicó que esas escuelas de repetición fueron el origen de muchas ideas que luego se utilizaron en el cristianismo egipcio y helenístico.
Incluso la Torá puede leerse en términos alquímicos, para preparar el terreno para la venida del Mashiaj interno y externo (Yesh Moaj, Cerebro Divino).
Así que aquí tenemos diferentes unciones, diferentes mesías, diferentes guías.
Como algunos de ustedes saben, mi visión sobre este tema aboga por considerar al primer Adán espiritual manifestado en la tierra como un primer guía conocido como Enki-Adapa, o Prometeo-Epimeteo, como explica el alquimista Zósimo de Panoplis en su Carta Omega.
La confirmación de todo esto se puede encontrar incluso en el Templo de Edfu, cuyos muros hablan del Shem-Shu Hor o Seguidores de Horus, hijo de Osiris/Ausar, el cual fue desmembrado y fragmentado, tal como Adán en la Torá. Dejaron una isla primitiva que fue destruida y así fundaron el primer templo egipcio en el Zep Tepi o Primera Época, presumiblemente en una tierra egipcia anterior a la arena llena de vegetación.
Entonces Egipto fue posiblemente una colonia atlante, y después de la guerra entre diferentes almas edomitas y adámicas. Y así llegó a ser conocido como Khem o khemet, un llamado a la transmutación.
Para mí fue igualmente intrigante encontrar elementos alquímicos en la descripción de Platón de los materiales utilizados en la arquitectura de la Atlántida, que reflejan las etapas de transformación de Nigredo, Albedo y Rubedo:
Para realizar estas tareas extrajeron del interior de la isla piedras negras, blancas y rojas (Libro Critias, de Platón).
En referencia al Templo de Neptuno/Poseidón, encontramos metales alquímicos e incluso el famoso carro conducido por el dios, una alegoría clásica del Alma:
Todo el exterior del templo, a excepción de los pináculos, lo cubrieron de plata, y los pináculos de oro. En el interior del templo el techo era de marfil, adornado por todas partes con oro, plata y oricalco (cobre de montaña); todas las demás partes de las paredes, columnas y piso las revestiron de oricalco. En el templo colocaron estatuas de oro: estaba el dios mismo de pie en un carro -el auriga de seis caballos alados- y de tal tamaño que tocaba el techo del edificio con su cabeza; a su alrededor había cien nereidas montadas sobre delfines, pues se pensaba que tal era el número de ellas en aquel día (Libro Critias, de Platón).
Additionally, just as the ten sefirot in the Tree of Knowledge, Plato´s reference to the ten sons of Poseidon that ruled over different portions of the island and the world, are a reference to fallen spirits and corrupted Wisdom, all of which needs alchemical refinement.
Plato even admitted that those so called gods who gave out the world among themselves, ruled over humanity like a shepherd over sheep, by means of persuation. Hence the idea of misleading shepherds, pastors, in constrast with the Good Shepherd (Universal Messiah Conscience) mentioned in later times. There was even an old text known as Shepherd of Hermas, highly regarded in the first Nazarene congregation, and banned by the Satanic church of Rome.
Vale la pena recordar también que en el mito de la Atlántida, Poseidón poseyó y se casó con Clito, la hija de la primera pareja humana (¿Adán y Eva?) en la Atlántida. Por tanto parece una referencia a la encarnación de algún espíritu prometeico caído, el Adán espiritual que no encontró la ayuda adecuada (Génesis 2) y acabó escuchando a la mente de la Serpiente, comiendo del Árbol del Conocimiento, movido por la Sabiduría mundana, encarnando en humanos que luego requirió alguna transformación y refinamiento interior. Aunque, como sabemos, la ambición de algunos líderes condujo a una guerra y destrucción final de la Atlántida.
Esto significa que la alquimia no estaba completa y se corrompió incluso antes de los tiempos faraónicos.
Torah alquímica
Las palabras de la Conciencia Dinámica de la Existencia (YHVH) son palabras puras, como plata refinada en un horno/crisol (alilo) en la tierra, purificada siete veces.
(Salmo 12:6)
Leer las Biblias pobremente traducidas es un sacrilegio peligroso sin conocer los detalles de la alquimia, la astrología, la cábala y ciencia numérica, ya que dichos textos son un compendio de todo eso, como lo fue el Tarot de Marsella, tomado más tarde para alimentar las fantasías y bolsillos de supuestos adivinos.
El mismo nombre Moshe significa "sobre las aguas", y no era un mero título egipcio presente en faraones (Tutmoses, Ramoses, etc), sino que era un código alquímico.
El trabajo interior comienza trabajando con las aguas emocionales y eso debe llevar a cruzar el Mar Rojo de las pasiones, doblegando al Faraónico ejército del Ego.
De ahí la labor alquímica simbolizada por Moisés y los israelitas dejando atrás Mitzraim o los Egiptos, el aprisionamiento en el mundo.
Aunque el relato explica cómo después los israelitas rechazaron la primera Torah del Alma y adoraron al Becerro de Oro, la falsa sabiduría basada en un cuerpo astral contaminado que necesita ser refinado por el fuego. De ahí que en la historia alegórica los israelitas fueran mordidos por serpientes, a lo cual Moshe por orden de la Conciencia dinámica (YHVH), respondió levantando una serpiente de bronce, pidiendo un trabajo alquímico con cobre y estaño, dos metales maleables, como las emociones y las formaciones mentales.
Obviamente, aquellos que leen la Torá y la Biblia literalmente con mente de simio pasaron por alto esta sabiduría.
He aquí por qué la verdadera Sabiduría se transmitió en escuelas y congregaciones especiales (no en organizaciones ni iglesias ocultas); aunque de sus ideas algunos hicieron sus propias religiones y espiritualidades: porque hasta los perros comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos (Mateo 15:26-28)
De Pitágoras a Newton & Fantasías Contemporáneas
Una de las referencias más antiguas conservadas sobre la alquimia del Universo la hallamos en el Timeo de Platón, donde asocia los cinco elementos alquímicos: tierra, agua, fuego y éter a los cinco sólidos regulares (cubo, octahedro, icosahedro, tetrahedro y dodecahedro).
Pero bien es sabido que Platón aprendió todo aquello de su amigo pitagórico Arquitas de Tarento. ¿Y de dónde venía esa Sabiduría?
Cuenta el cronista Jámblico que Pitágoras estudió con los profetas hebreos así como con los egipcios, iranios y fue hecho preso en Babilonia, donde también aprendió con cabalistas judíos. Pero tras sus aventuras regresó a la Magna Grecia con un pantalón persa, introduciendo la moda de los pantalones en Occidente.
Aunque lo más destacado fue que fundó una Escuela iniciática, muy similar a la Esenia, donde comenzó a enseñar todo lo que había aprendido.
Sin embargo, por envidias y receles, algunas mentes no transformadas no pudieron aceptarlo, y levantando bulos, pusieron al pueblo contra la comunidad pitagórica, matando a los pitagóricos, entre ellos al bueno de Pitágoras.
Mas gracias a la providencia, Teano, la esposa de Pitágoras, logró escapar, y con ellas sus hijos, entre ellos Telagues, hijo de Pitágoras que se convirtió en maestro de Empédocles, mago, sanador y alquimista de cuyo linaje bebieron alquimistas como Zósimo de Panoplis (siglos 3-4 E.C). Panoplis era el nombre griego de una legendaria ciudad egipcia conocida como Akhmim, la tierra alquímica para la creación de Akh o Alma Inmortal.
Sin embargo, con la llegada de la iglesia satánica de Roma, estas claves de comprensión fueron prohibidas y borradas, a pesar de que son la base del lenguaje Nuevo Testamento. Habráse visto semejante bestialidad, en instituciones que se hacen llamar santas y apostólicas.
Mas nuevamente, gracias al ansia divina de conocimiento real, los filósofos árabes y los sufíes recuperaron muchas ideas antiguas de los griegos. Muchos incluso estudiaron con cabalistas judíos y cristianos en la famosa Escuela de Toledo, en el siglo 13. Por ello encontramos elementos comunes.
Es más, en los poemas del gran sufí Ibn Arabi encontramos referencias al Azufre Rojo que consume el ego, una alusión alquímica por excelencia.
Asimismo, Jabir Ibn Hayyan o Geber, del siglo 9, escribió los textos alquímicos clave que se convirtieron en fuente para alquimistas posteriores, como Paracelso (1493-1541).
Irónicamente, Paracelso es considerado el padre de la medicina alopática moderna por aquellas pobres mentes simiescas que ven en la alquimia un precursor primitivo de la medicina moderna.
He ahí otra razón por la que la alquimia también fue prohibida en las universidades, mientras que científicos más inteligentes, como Newton, la estudiaban en secreto, haciendo nuevos descubrimientos gracias a ella.
Curiosamente, de todas aquellas enseñanzas surgieron no sólo las ideas de Platón y tantos otros, sino incluso la soberbia ciencia matemática occidental, que se queda con lo que cree comprender y que no comprende, desechando lo que comprende aún menos, para formar teorías absurdas que acaban siendo refutadas por nuevos paradigmas.
Así nacieron las supersticiones y especulaciones modernas sobre el universo máquina y la mecánica cuántica, el nuevo Becerro de Oro de los Siglos XX/XXI.
Menos mal que ante semejantes despropósitos, surgieron algunos genios del pensamiento psicológico.
Carl Gustave Jung & La Alquimia
El estudio de la alquimia fue retomado de manera brillante por el famoso psiquiatra Carl Gustav Jung, quien incluso escribió sobre Psicología & Alquimia, así como sobre la gran obra el Secreto de la Flor de Oro, un clásico de la Alquimia taoísta que abrió a Occidente a ese mundo lejano y enigmático. Sobre esa obra hablaré más adelante por su importancia.
Ahora, tal como redescubrió Jung, la transformación de las sombras que gobiernan a los humanos desde el Inconsciente Colectivo implican un Trabajo interior sobre lo que él consideró la estructura cristalina del Yo y sus facetas, que comparaba a un diamante tetrahédrico. Todo para completar el proceso de Individuación, la doble Quaternio, Ocho caras, donde las sombras ya no obscurecen el Yo Diamantino.
Sobre estas bases Jung sugirió una tipología psicológica que cuadraba la psique en cuatro esquinas: intuición, la sensación, el pensamiento y el sentimiento, para registrar así diferentes facetas de personalidad.
Jung sospechaba que esto se reflejaban en la astrología, la alquimia y la cábala. Aunque no pudo profundizar en esta investigación, por falta de suficientes detalles. Pero no iba mal encaminado, ya que incluso en la cábala hebrea se habla de Yahalom, el Diamante, asociado a la Shejina o Presencia Divina, el Cuerpo Primordial que contiene la Luz infinita.
En el proceso de investigación, Jung incluso inspiró a su protegida y amante Antonia Wolf (Toni Wolf), quien sugirió una estructura de la psique femenina: la Amazona, la Madre, la Hetera y la Gran Madre.
Anécdotas aparte, la siguiente parte estará dedicada a una explicación de las misteriosas 7 etapas que mencionaron los alquimistas para acceder a la Piedra Filosofal que transforma los metales toscos en oro.
Digerir paso a paso. SaLuz
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