En Busca de la Humanidad interior
Cada vez que la humanidad se halla en peligro de ser destruida, corrientes de Sabiduría procedentes de una Tradición Primordial manan desde el Círculo Interior de la Humanidad. Y la Enseñanza de esa Tradición es entregada de manera oral, por medio de vivencias, así como con ropajes artísticos que sobreviven a las edades del tiempo de modo casi intacto. Pero en cada época la Enseñanza viva adquiere una forma diferente, porque se adapta a las gentes y los tiempos, siendo sólo accesible a quienes ya se cansaron de dar vueltas con los conocimientos ordinarios de la ciencia, la religión y espiritualidades de la humanidad exterior.
La primera vez que entré en contacto con este testimonio, a través del legado del armenio G.I.Gurdjieff y P.D.Ouspensky [1], supe de inmediato que era cierto. Y un anhelo era poder llegar algún día pertenecer a ese Círculo Interior de la Humanidad. ¿Pero cómo hallarlo? ¿Quiénes lo integran?
Según relató el maestro de danzas armenio, el Círculo Esotérico o Interior son hombres que han alcanzado el máximo grado de desarrollo en la tierra, y tienen una completa alineación de Sabiduría, Comprensión y capacidad de Hacer obras de transformación de gran influencia. Aunque si nos ponemos a buscar, los hombres de ese tipo de los que hemos oído hablar se cuentan con apenas uno o dos dedos dedos de una mano. Por supuesto, Ysho/Yeshua fue el más grande de ellos, y algunos de sus discípulos se acercaron, aunque no con tanto desarrollo a nivel de obras transformadoras, y muchos de ellos se desviaron hacia el lado religioso.
Por eso también se habla de un Círculo Medio o Mesotérico, donde los humanos también alcanzan un gran nivel de Sabiduría y Comprensión, pero es más teórica.
En tercer lugar habría un Círculo Exotérico, que se mantiene en contacto con el círculo mesotérico, por medio de ciertas influencias. Sin embargo, los integrantes de ese círculo apenas alcanzan la comprensión suficiente para poder obrar conscientemente en todo momento. Aunque se esfuerzan por estudiarse y superar sus hábitos mecánicos. Es decir, ya no están bajo la influencia de la Humanidad Exterior, donde prevalece la Confusión de las Lenguas, Babel, Babilonia, la cultura de los contrarios: bien y mal, blanco y negro.
En cambio, en los grupos de trabajo exotéricos no hay disensiones, porque todos se entienden, al menos a un nivel intelectual y con una comprensión primaria. Eso lo facilita un lenguaje común, donde el Arte Objetivo facilita la transmisión exacta del Saber, por medio de la matemática, la música, la pintura, la poesía, las vivencias conjuntas, etc.
Y de ese círculo exotérico salen influencias que son puestas en circulación por el mundo, en forma de relatos alegóricos, arte consciente, ciertas artes de auto-conocimiento.
Sin embargo, al entrar en la corriente, los grandes mensajes y símbolos se desvirtúan, y ahí yace el origen de la Religión exterior, la Ciencia y Arte exteriores, que no son sino copias de algo genuino interior. Ni siquiera muchos grupos pretendidamente esotéricos son siquiera exotéricos.
Por eso también hemos de distinguir tres tipos de influencias: A, B y C. Las influencias A pertenecen al mundo exterior, donde rige la Confusión babélica, que lleva a caer bajo la Ley del Accidente. Mientras una persona se halla bajo esa confusión, no tiene esperanza alguna de poder evolucionar, por lo que se convierte en alimento del mundo.
En cambio, si alguien recibe influencias de tipo B, preguntándose por el origen y significado de ciertos relatos, puede entonces aspirar a recibir influencias de tipo C, el contacto directo con un guía, mentor o maestro, que no sólo le pone a uno en la dirección adecuada, sino que le ayuda a encontrar al verdadero Maestro interior.
Como enseña el viejo dicho: cuando el discípulo está preparado, el maestro aparece. Y la relación es recíproca. Sin el guía, el discípulo no puede trabajar en una meta real, y sin ayudar a otros, el guía/mentor, no puede manifestar su maestría para crecer en comprensión y obras, por mucha Sabiduría que tenga. Además, cuanto más grande es el maestro, más difícil es seguirlo, porque mayores son las demandas, compromisos y responsabilidades.
Ahora, ¿qué vestigios claros de estas influencias de la Tradición Primordial podemos encontrar?
Para aquellos que tienen ojos y entendimiento verdadero, no podrán negar que ciertos escritos sagrados contienen elementos procedentes del Círculo Interno, el cual es descrito en ciertos relatos, como el Arca de Noe y la Gran Inundación en el Antiguo Testamento; los Cuatro Libros del Nuevo Testamento, cada uno de los cuales tiene un sabor diferente, dirigido a diferentes oyentes.
Incluso el rey Salomón llegó a confesar:
Existen tres cosas que son maravilla para mí, y una cuarta que no entiendo. El rastro del Águila (Nesher) en el aire. El rastro de la Serpiente (najash) en la peña (Tzur). El rastro del barco sobre las aguas. Y el rastro del humano ordinario (geber) sobre la doncella (almah, alma virgen). Proverbios 30:19-20
¿Pero qué son esos caminos? Pensemos un poco.
El águila, nesher y el Aire, se relacionan simbólicamente con el cuerpo mental o neshemah. Y su rastro tiene un olor peculiar, siendo una gran influencia para el alma que busca alimento sólido para nacer a nivel espiritual, pneumático, no sólo psíquico-astral.
La serpiente se asocia a las energías pasionales de la materia, que recubren la Piedra Fundación (Yesod), también conocida como Tzur o Roca de Salvación, así como Selah, peña de donde brotan las aguas. Y esas energías vitales deben transformarse, del mismo modo que una roca bruta o Kefas, se carboniza y convierte en diamante, piedra preciosa, yakera. Por eso en hebreo hay diferentes palabras para referirse a una piedra y sus funciones.
El paso de Kefas a Eben (Aba y Ben) y Tzur, es la transformación interior por medio de ciertas influencias.
Tú eres Kefas, Piedra, y sobre esta piedra edificaré mi congregación de los llamados a escuchar la Voz de la Conciencia.
El barco sobre las aguas recuerda al Arca o Tebah de Noaj, pero también al canasto (tebah) donde fue puesto quien más tarde sería llamado Moshe, sobre las aguas emocionales, y de quien surgió una religión codificada, ya que el pueblo de Israel no aceptó la Torah escrita en piedras de zafiro, es decir, piedras preciosas (yakerim).
Y el rastro del humano carnal sobre la Doncella de Consciencia, es realmente un misterio para quienes siguen sendas rígidas. Más adelante veremos qué puede ser.
Dicho esto, recordemos que existen tres sendas espirituales conocidas desde antiguo. Mr.Gurdjieff los llamó: senda del fakir, senda del monje, senda del yogi y el Cuarto Camino que los transciende.
La senda del fakir trabaja para dominar sus instintos corporales, la serpiente del cuerpo, llegando a realizar proezas con la energía kundalini, capaz de dormir sobre clavos, detener las funciones vitales y activarlas a voluntad, etc. Es una senda parcial donde la mente y la emoción quedan subdesarrollados y la Kundalini se vuelve dominante, engañosa y decepcionante.
La senda del monje es devocional, trabaja las aguas emocionales, pero sin comprender las energías del cuerpo ni la mente.
La senda del yogi trabaja para desarrollar la capacidad mental, el auto-conocimiento o Gnana Yoga, muy similar a la Gnosis o iluminación Gnóstica, o el Logos en el Hermetismo. Pero nuevamente, deja de lado el trabajo sobre el cuerpo y las emociones.
En cambio, el genuino trabajo interior comienza por la armonización de los tres centros a la vez, para así rescatar al Alma atrapada y poder abrir la puerta que lleva al Camino de Vida. Y esto constituye un Camino de Conciencia Integral que se adapta a cada uno y sus circunstancias. El mundo ha sometido a la Doncella (Almah), incluso con doctrinas y rituales espirituales, que son más una esclavitud. Así la parte femenina de lo divino quedó exiliada, como shejina atrapada, y necesita ser liberada, salvada de la serpiente, las aguas emocionales y las aves oscuras, que son como el cuervo que envió Noaj desde el Arca para ver si había tierra firme, y el pájaro nunca volvió.
Necesitamos pues comprender el Arca de Salvación.
Pero eso para más adelante. To Be Continue.
[1] Fragmentos de una Enseñanza Desconocida. P.D.Ouspensky
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