Si bien es cierto que el Ser mora en todo el mundo, no todo tienen un Alma Divina mínimamente desarrollada para percibirlo.
Nuestro verdadero Ser debe gestarse y florecer disolviendo "falsas personalidades", liberando a la conciencia del renacimiento mecánico en cualquiera de sus formas. Aunque hay que matizar, pues tampoco es cierto que todas las personas y almas reencarnan.
¿Qué es lo que retorna o renace y por qué? ¿Y cómo es que la única liberación es la gestación o Ibur de todos los grados del Alma Divina?
En primer lugar, nuestro verdadero Ser es una emanación o destello de la Gran Fuente Primordial, y por tanto su esencia es voluntad de Amor incondicional, una Vida no alterada genéticamente, y por tanto es perfecta, pues no necesita libre albedrío para elegir entre lo bueno y lo malo. Ella misma es bondad absoluta. Y se conoce por medio de la Conciencia no fragmentada que percibe una Dicha y Serenidad infinita.
Éstas son las cualidades de lo que podemos llamar Personalidad Divina, por ausencia de un término mejor. Y son precisamente las cualidades que pueden detener la recurrencia de falsas personalidades en nosotros.
Si somos sinceros, dentro reconoceremos falsas personalidades y también subpersonalidades que son manifestaciones parciales de nuestra esencia real. Pero en general no hay permanencia de una personalidad auténtica, con voluntad y conciencia inalterable.
Mi nombre es Legión, dijo el Gadareno.
El humano es un conjunto de infra-personalidades que luchan entre sí dentro de cada persona para tomar el control. Y entre ellas hay personalidades destructivas como la Victimista y Auto-compasiva, la Glotona, la Juez y Criticona, la Cobarde, la Avariciosa, la Graciosilla, la Saboteadora…
Y no me refiero simplemente a sentimientos como la auto-compasión, el odio, la avaricia…Cada una de las falsas personalidades tiene todo eso porque es una compleja red de hábitos físicos, emocionales y mentales. De hecho se pueden activar personalidades adoptando ciertas posturas físicas, o por medio de pensamientos negativos. Pensad en trabajo aburrido sin motivación, y activaréis al perezoso. Hallad vuestra motivación, y emergerá una personalidad trabajadora.
Sin embargo, a menudo las infra-personalidades reaccionan por estímulos ajenos, ya sean situaciones adversas, críticas de los demás o incluso influencias de seres desencarnados. Por eso es importante conocer su origen.
En general las personalidades humanas se forman debido a percepciones y acciones inconscientes que generan lo que se conoce como “impresiones o huellas psíquicas”. En Oriente se las conoce como Samskaras, y son configuraciones psico-energéticas que cristalizan y se almacenan en el subconsciente e inconsciente, el cuerpo energético. Y son las que nos mueven a actuar mecánicamente, manifestando falsas personalidades.
Observarlas requiere gran poder de atención. Por eso es importante dedicar todos los días una pequeña sentada silenciosa, observando el inconsciente y el subconsciente, como hicimos en el vídeo de la Kosmo-Comunicación.
Ahora, también es esencial interactuar con otros de modo consciente, sobre todo gente que esté en el mismo barco de trabajo interior. La fricción emocional entre las personas hace emerger falsas personalidades, y los demás hacen de espejo. Es más, lo qu no nos gusta de otros, es algo que no hemos reconocido dentro o no hemos trabajado. Y nos da la oportunidad de frenarlas para manifestar la auténtica personalidad.
Trágicamente, las infra-personalidades se activan una y otra vez no sólo en una existencia mecánica, sino en muchas, que pueden ser casi idénticas.
Reencarnación y Renacimiento
Cuando se habla de reencarnación habitualmente, muchos asumen que todas las personas o almas retornan a los cuerpos; pero esto no es exacto. Solo una pequeña parte puede reencarnar y no siempre es el caso.
En las dimensiones del tiempo todo es reciclado y todo lo que sucede queda como residuo. Hay literalmente un vertedero de Cuarta Dimensión lleno de subpersonalidades desencarnadas reviviendo sus memorias en una sub-realidad. Y esas nunca vuelven a existir en la 3D. De hecho, llegan a desintegrarse para siempre después de un tiempo porque carecen de la Conciencia que las aviva.
Sólo un alma con conciencia embrionaria o más evolucionada puede recibir impresiones vitales y gestar una personalidad que se reinicia en otras vidas, ya sea consciente o inconscientemente.
Por tanto, lo que emerge o renace de nuevo son personalidades y subpersonalidades, a partir de impresiones previas almacenadas en el campo de la Conciencia embrionaria, o más evolucionada, la cual permanece fuera del tiempo como semilla de Alma inmortal
Y esos renacimientos se producen en las líneas de tiempo, que ya existen en el espacio-tiempo.
Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Elohim restaura lo que pasó (Eclesiastés 3:15)
Eso explica por ejemplo el fenómeno de niños prodigio. En muchos casos son almas con tantas repeticiones de la misma vida u otras que tienen ya trabajadas ciertas cualidades técnicas, y no necesariamente espirituales. Fue el caso de Mozart, que ya componía piezas a los 5 años, y decía que le venían composiciones completas a la mente.
De eso fui testigo en mi propia vida. Muchas composiciones las descargué literalmente de mi inconsciente, improvisando en el piano de modo espontáneo. Y también percibí recuerdos de otras existencias por las que pasó mi Ser, así como otras versiones de esta misma vida, porque la Conciencia divina puede vincularse varias veces a la misma vida para terminar una misión. Por ejemplo, en las dos versiones anteriores de Fernando, todo terminó antes de tiempo porque perdí el sentido de mi meta vital, lo cual llevó a accidentes fatales. Pero en esta versión estoy inmerso de lleno mi misión.
Muchas veces las almas se ven atraídas mecánicamente a la misma vida, la cual varía dependiendo de influencias astrales. Por eso ninguna repetición es exactamente igual.
Y evidentemente, no todas las memorias de otras existencias son necesariamente ciertas, porque pueden ser implantadas por otros seres. Pero muchas sí lo son y la Conciencia divina las distingue.
Aunque muy pocas personas pueden recordar, porque no todas tienen una conciencia mental desarrollada o siquiera un embrión de alma divina.
Comprendamos que las impresiones vitales van ligadas al alma que ya tiene una mínima conciencia naciente capaz de percibir el Amor de Vida inmortal, sintiendo algo de verdad. Pero si no madura, las falsas personalidades toman el control, esclavizando la conciencia del Ser bajo ropajes terrenales que en realidad no son suyos.
Desgraciadamente, las divinas almas embrión y almas bebé que se forman en algunos humanos, no en todos, quedan atrapadas en el ciclo de renacimiento inconsciente que como veremos no ayuda a evolucionar.
Aquí en la tierra siempre hay influencias muy negativas, no sólo de cuerpos con defectos genéticos, polución, tensiones astrales planetarias y climas adversos, sino influjo de insectos energéticos y personalidades desencarnadas, los famosos Orbs de luz flotantes. También hay Genios o Jinns malvados, seres de 4D que vienen de otras líneas de evolución y susurran maldad en la psique de la gente, como la Serpiente en el Jardín del Edén. A veces tratan incluso de colarse en el cuerpo energético para comer. Y muchas veces las impresiones negativas son depositadas por ellos para generar “falsas memorias y personalidades negativas”, haciendo caer al humano, que al ser ignorante, no puede hacer frente al asedio.
Todo esto muestra lo absurdo que es acusar a la humanidad de catástrofes, calamidades y cambio climático.
Incluso muchas almas que evolucionan llegan a quedar confundidas en este ciclo temporal lleno de trampas.
La Rueda del Psico-Tiempo
El ciclo de repetición de eventos se conoce como Rueda del Tiempo o Gilgul, en hebreo; Kalachakra en Sánscrito, mientras que en Grecia se hablaba de la diosa Circe, que anula la voluntad de los humanos convirtiéndoles en animales con raciocinio.
Kronos-Saturno era otro símbolo asociado al Tiempo destructor y generador de seres caídos y arquetipos psíquicos.
En la Sabiduría de Salomón se recogen 28 tiempos, 14 positivos y 14 negativos.
Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo: un tiempo para nacer, y un tiempo para morir; un tiempo para plantar, y un tiempo para cosechar; 3 un tiempo para matar, y un tiempo para sanar...(Eclesiastés 3)
Estos constituyen cuatro séptuplos que pueden desarrollarse o no, dependiendo de si la acción se hace a debido tiempo o no, completando los intervalos de las octavas. En cualquier caso, la rueda del tiempo está regida por la causa y el efecto, la deuda y el pago. Y todo aquel que queda atrapado en la misma, está sujeto a esas leyes, que marcan el destino de todo mortal y fuerza del universo.
En Egipto las leyes del destino se asociaban a la diosa Ma´at, cuya pluma determina el corazón de los humanos tras la muerte. Y en Grecia se hablaba de las tres Moiras o Parcas, que como las tres Nornas de la mitología nórdica, representan las fuerzas del Pasado, del Presente y el Futuro.
A su vez, el círculo temporal está asociado a 12 signos zodiacales, que aluden por un lado a 12 configuraciones psíquicas que vimos en el vídeo de los Doce Psico-tipos: https://youtu.be/YQAxlqwpvoo
Sin embargo, son a su vez reflejo terrenal de los llamados 12 Príncipes o Gobernantes celestes principales, conocidos en griego como Archontoi, Gobernantes, quienes influyen en los eventos del tiempo, de acuerdo a las leyes del Pasado, Presente y Futuro.
En la mitología griega fueron los 12 dioses del Olimpo que administraban Justicia (diké) en la tierra, dividiéndola en sectores, dejando al mando a sus hijos-dioses, como contaron los poetas griegos o Platón en el Timeo y el Crítias.
En la Sabiduría hebrea los Príncipes son los Sarim, que forman parte de los Elohim, inteligencias astrales en el cuerpo de los planetas que rigen a las llamadas 70 naciones del mundo.
Algunas narraciones hablan de 12 Ángeles con 6 alas, y 12x6=72.
Y la pirámide gemátrica de YHVH también suma 72:
10 Y
10+5 Y H
10+5+6 Y H V
10+5+6+5 Y H V H
72 es también el número de los conspiradores setianos que atraparon a Osiris en un cofre (cuerpo del mundo), para ser posteriormente desmembrado (alusión a la reencarnación de sus fragmentos).
La fragmentación del tiempo se refleja bien en la Rueda de 360º con subdivisiones de 12º, 24º, 36º y 72º, dando lugar a fractales temporales.
“La fragmentación del tiempo se refleja bien en la Rueda de 360º con subdivisiones de 12º, 24º, 36º y 72º, dando lugar a fractales temporales. En cuanto a esos 72 Príncipes no son personalidades eternas y malvadas morando en tronos celestiales, sino frecuencias de Luz distorsionada en el espacio-tiempo, a veces en forma de inteligencias que forman el Ego Cósmico. Y es generado por la Maquinal Rueda de Reciclado estelar, el movimiento Serpentino del Tiempo astral que literalmente retuerce la Luz y Vida emanada de la Fuente, dando lugar a un Yhvh Distorsionado. Todo como parte del proceso existencial donde la Luz del Espíritu Universal se invierte por los ocultamientos del mundo:
Yo soy Yhvh, el que forma la Luz y crea las tinieblas, el que causa bienestar y crea calamidades, yo soy YHVH, el que hace todo esto (Isaías 45:7).
Curiosamente, la palabra demonio viene de daimon, que los sabios vinculaban al carácter que determina el destino de una persona.
El carácter es para el hombre su daimon, su destino (Heráclito).
Por eso algunas narraciones hablan de los 72 demonios o de los 72 Nombres de Dios, destinados a combatirlos.
¿Pero cuál fue el resultado del combate?
La Caída Adámico-Prometeica
Cuando no están iluminados, los 12 Psicotipos Oscuros se fragmentan formando personalidades caídas, los famosos espíritus encarcelados, que son la inteligencia astral de la humanidad atada a la animalidad terrenal por efecto de las fuerzas del tiempo-espacio.
¿Y cómo llegó esa inteligencia astral a encarnarse?
Antiguos mitos transmiten que los 12 y 72 caracteres demónicos fueron combatidos por dioses-hombre como Hércules en sus 12 Trabajos; o el Ulises capaz de vencer a 12 pretendientes en el concurso de arco; y el mismo Yakob, que cuando vence a su hombre interior, éste mismo le da el nombre de Israel, que representa a los Elohim: fuerzas Lunares o Isis, fuerzas solares o Ra y planetarias, El. Y de Israel nacen las 12 tribus de Israel.
Sin embargo, la batalla de los Magos contra Brujos y Dioses contra Demonios comenzó porque anteriores generaciones de hombres-dioses transmitieron su inteligencia astral a las criaturas humanas, como Prometeo (Pro-mente), que robó el fuego a los dioses del Olimpo después de que su hermano Epimeteo (Mente superior humana) se vinculase a la humanidad carnal, abriendo la caja de Pandora, la dadora de las pasiones o dios Pan. Un acto que fue castigado por Zeus, rey de los 12 Gobernantes Celestes, quien encadena a Prometeo a una roca, enviando a un águila (espíritu depredador) para que le devorara el hígado (pasiones bajas), el cual volvía a regenerarse.
He ahí una clara alusión a cómo la mente astral fue d algún modo implantada en humanos animales y quedó atrapada en el reciclado del alma, que luego aclararemos.
Ecos de la misma historia los hallamos en el mito del primer humano superior, Adapa, que al modificar las fuerzas naturales y obdecer a Enki, no aceptó los regalos de Anu y fue privado de inmortalidad. Igual que el primer Adam del Génesis, quien quedó atado a la tierra después de escuchar a Eva, quien se mezcló con la Serpiente, que les incitaba a desobedecer a Yhvh Elohim y comer del Árbol del Conocimiento de lo Bueno y lo Malo, es decir, mezclarse con el mundo del tiempo.
Todos esos personajes tienen en común que sucumbieron a las fuerzas enviadas por los Príncipes del Tiempo, ya fueran Yhvh Elohim, Zeus, etc. Y a raíz de eso su naturaleza entra en el ciclo de reciclado y reencarnación en la humanidad.
Y debido a la mezcla de los astral y terrenal, a los héroes se les representaba con arquetipos mitad hombre mitad animal. Mismamente, el dios Enki a veces aparece como Hombre Aguador o Acuario, mientras que su descendiente, Enkidu, es un hombre con patas de cabra, quien lucha contra la pasión leonina.
Enki también aparece como Cabra-Pez, es decir, como Capricornio, el signo que marca la llamada Puerta de los dioses hombre. Y se halla en el Inframundo de la Rueda Astral. No por casualidad Enki era dios del Abzu, el Abismo, y considerado Señor de la Tierra y los mares, como el Poseidón del mito platónico de la Atlántida.
Tales son los mares psíquicos del Inconsciente Colectivo, y se hace también alusión a antiguos seres anfibios de quienes desciende la humanidad. Ellos moran en dimensiones intraterrenas así como el Inconsciente Colectivo, desde donde siguen ejerciendo influencia en la humanidad.
Por otra parte se hablaba de Cáncer como la puerta de las almas humanas, que viven con pasiones viscerales en la superficie terrestre, pero con la inteligencia transmitida por Enki, Prometeo, Poseidón, etc.
Y fue precisamente la inteligencia astral de aquellas primeras Estrellas de la Mañana lo que ayudó a los humanos a levantar la Torre de Babel, la Confusión de Lenguas. Por eso en los mitos Enki y Prometeo aparecen como dios instructor de la humanidad, siendo genetista, y fundador de la Religión, las Artes y las Ciencias, incluidas las enseñanzas sobre la Evolución del Alma por medio de la Reencarnación.
Y según ese viejo paradigma prometeico-luciférico, todo Portador de la Luz Astral es un Héroe Solar, una Estrella Matutina que debe luchar contra los Elohim, las Fuerzas planetarias y lunares, trabajando en cada una de las 12 casas zodiacales para librarse de la Rueda.
Según su ciencia astrológica, el Alma que renace bajo la influencia de la luna de Aries, por ejemplo, debe balancear sus pasiones viscerales con lo aprendido en su vida anterior, que tuvo lugar en la Casa opuesta, Libra, la psique que equilibra. Y el que nació bajo la luna de Acuario, debe contrarrestar su imaginación y pasión mental-emocional desbordante con la Luz de Leo, la consciencia protectora que se auto-afirma. Y así sucesivamente.
Pero dicha hazaña de superar las 12 pruebas es sólo posible para un Hijo solar tipo Samsón o Hércules. Un viejo paradigma prometeico nunca funcionó, pues la humanidad sigue igual de hundida a pesar de tantos dioses solares.
Rueda y Templo de Sacrificio
Si nos atenemos a los datos psico-históricos y la propia experiencia, la reencarnación es un sistema dual y cruel donde las posibilidades de evolución son muy limitadas, incluso para las almas prometeicas, muchas de las cuales llegaron de otros planetas, y añun no han sido capaces de salir.
El ejemplo de la Atlántida es perfecto, pues a pesar de que fue desarrollada con la tecnología espiritual por hombres dioses, fue destruida y hoy yace en el olvido bajo las aguas de Cuba y otras regiones atlánticas.
Todo a pesar de los intentos de aquellos hombres dioses por apaciguar las fuerzas naturales.
Según cuenta Platón en el Libro X de la República, ciertas almas que vienen de dimensiones astrales, y cuando llegan aquí quieren mantener su estatus como reyes-dioses, convirtiéndose en tiranos y señores que dominan y oprimen a las masas con sus ciencias y políticas religiosas o espirituales.
Hubo una vez en que los dioses se repartieron la tierra...Una vez que cada uno obtuvo lo que le agradaba a través de las suertes de la justicia, poblaron las regiones y, después de poblarlas, nos criaban como sus rebaños y animales, como los pastores hacen con el ganado, sólo que no violentaban cuerpos con cuerpos, como los pastores apacientan las manadas a golpes, sino como es más fácil de manejar un animal: dirigían desde la proa. Actuaban sobre el alma por medio de la convicción como si fuera un timón, según su propia intención, y así conducían y gobernaban todo ser mortal (Crítias)
Y muchos gobernantes comenzaron a estar a cargo de templos de sacrificio, que según cuenta Platón en el Crítias, fueron instituidos en la Atlántida por el dios Poseidón.
Con ese recurso de sacrificios se pretendía alimentar a dioses astrales perturbados y apaciguar Fuerzas planetarias. Aún así, la Atlántida fue destruida por un cataclismo. Y como contó Platón, fue más bien por la degeneración de almas que fueron dominadas por su pasión animal, perdiendo su naturaleza astral divina.
Y otro tanto sucedió con el Templo de Salomón, quien lo erigió con zonas de sacrificio animal para un falso pueblo de Israel, que según el alma de la Torah o Zohar comenzó a adorar al Becerro de Oro, EGL: Ayin Hara u Ojo Malvado; las Guilui Arayot o uniones prohibidas con seres astrales, los dioses caídos; y Lashon Hara o lengua perversa.
Eso les hizo adorar a dioses caídos así como a las Inteligencias Planetarias Opresoras que forman un mundo de muerte y a las que muchos consideran el único Creador. Una creencia que permanece hasta hoy en las religiones y sus templos de piedra.
De hecho, todos los templos donde se realizan ritos de sangre, humillación y sacrificio, aunque san ficticios, se basan en la tecnología caída de la Atlántida, que es mera copia de la gran Rueda de Reciclado Álmico, el mayor Templo de Sacrificio.
Como recuerdan el Libro del Génesis, Proverbios 9, los Mitos Sumerios, Arquitectos Ciegos sacrificaron a sus víctimas, mezclaron la sangre y formaron un mundo donde la energía se refina confinando almas rebeldes en planetas como la tierra, donde la energía se estanca llena de dolor y sufrimiento. ¿Y cuántos logran evolucionar así?
Si bien la Naturaleza provee una capacidad de evolución, otorgando una chispa de Luz astral a seres terrenales, es siempre dentro de una Rueda donde opera la Madrastra ciega con sus leyes de causa y efecto: ojo por ojo, diente por diente. Karma Cósmico.
Por tanto, el gran engaño de toda religión es basarse en leyes de deuda, pago y retribución por medio de la adoración a dioses caídos o al mismo Ego Cósmico, la Madrastra que determina cómo cada elemento de la psique se disuelve si no hay evolución de conciencia.
Al Verbo YHVH distorsionado se le llama Creador del Mundo así como Alfarero de almas, que lamentablemente son perecederas.
Así lo recuerda el mismo Salomón, gran rey caído:
Acuérdate de tu Creador antes que se rompa el hilo de plata, se quiebre el cuenco de oro, se rompa el cántaro junto a la fuente, y se haga pedazos la rueda (gilgul) junto al pozo; y vuelva el polvo a la tierra como era, y retorne el espíritu al Elohim que lo dio. Vanidad de vanidades… (Eclesiastés 12:7)
Al llegar el juicio de la muerte física, si no hay cohesión del alma, cada elemento retorna a su fuente. Un hecho que se conocía incluso en Egipto, donde se promovía la unión del Ba o Mente espiritual con el Ka o alma vital para formar un Alma inmortal llamada Akh. De ahí derivó la idea hebrea del Merkaba y Kabalah. Es un tema que ya traté en el vídeo Uniendo los Gemelos del Alma:
https://youtu.be/wijHUFSGHHY)
A esto alude el texto de Salomón, al decir que el cántaro o cuerpo físico se desintegra, al igual que cordón de plata, la conexión astral lunar, ligada el cuenco de oro, que es el cuerpo astral solar.
Esos son los cuerpos de los que habló Pablo en 1ª Corintios 15. Y por norma general sólo existen un poco más que el cuerpo físico y el alma vital o nefesh, la cual perece a menudo por vivir una vida pasional:
el alma vital o nefesh que pecare morirá; el hijo no llevará el pecado del padre… (Ezekiel 18:20).
Y ciertamente, el ruaj o espíritu personal con conciencia embrionaria retorna al Elohim que lo dio, pero sólo para volver a ser reinsertado en otro humano.
En este sistema el polvo vuelve al polvo, ya sea estelar o terrenal. Como dijo Pablo: a los hombres sólo les es dado vivir una vez y después el jucio (Hebreos 9:27).
Rompiendo la Rueda
Todo aquel que descubre al Bendito Ser en sí mismo, se descubre como Su Destello, y no como mero ser creado. Sólo un ser emanado de la Fuente Primordial puede comprender esto y reconcer la Verdad. Mientras que todo alma híbrida o demónica, lo rechazará como mentira, yéndose a comer religión y pseudoespiritualidad.
Curiosamente, todo este montaje dual de creación caída y sacrificio es lo que comenzaron a denunciar profetas. En Isaías 53 mismamente, la Conciencia Divina es comparada a un Cordero llevado al matadero y sometido a tormento por el verbo existencial, YHVH, cuyo Espíritu forma los 72 caracteres demónicos y los 72 nombres divinos.
La fragmentación del tiempo se refleja bien en la Rueda de 360º con subdivisiones de 12º, 24º, 36º y 72º, dando lugar a fractales temporales. En cuanto a esos 72 Príncipes no son personalidades eternas y malvadas morando en tronos celestiales, sino frecuencias de Luz distorsionada en el espacio-tiempo, a veces en forma de inteligencias que forman el Ego Cósmico. Y es generado por la Maquinal Rueda de Reciclado estelar, el movimiento Serpentino del Tiempo astral que literalmente retuerce la Luz y Vida emanada de la Fuente, dando lugar a un Yhvh Distorsionado. Todo como parte del proceso existencial donde la Luz del Espíritu Universal se invierte por los ocultamientos del mundo:
Yo soy Yhvh, el que forma la Luz y crea las tinieblas, el que causa bienestar y crea calamidades, yo soy YHVH, el que hace todo esto (Isaías 45:7).
Mas no olvidemos que dicho Verbo es la distorsión del verdadero YHVH, cuyo Amor, Vida, Luz y Serenidad no dan lugar a la oscuridad.
La mayor revelación de esto vino de Yeshua, quien no sólo expulsó a los mercaderes del templo, porque vendían animales de sacrificio, sino que además reventó el sistema de deudas (hubim) asociado a la Reencarnación, porque con el Mesías interior se acaban todos los contratos Kármicos.
Eso lo vemos en Juan 9, cuando los discípulos le preguntan si un hombre había nacido ciego porque pecó él o sus padres. Y entonces Yshua contestó: Ni éste pecó, ni sus padres; sino que está ciego para que las obras del Ser Divino se manifiesten en él.
Y esas obras son la manifestación del Alma Divina, que rompe las cadenas con amor consciente y humildad, cancelando toda transgresión. Es como decir que el único sentido de la oscuridad es dar nacimiento a la Luz, igual que las cáscaras de las semillas se rompen para que nazca la flor.
Y evidentemente, la pregunta de los discípulos implica que tenían en mente la pre-existencia del alma en el Gilgul, una idea que fue aceptada por integrantes de la Iglesia como Orígenes, quien de hecho habló de la idea de la preexistencia del alma para explicar por qué las personas viven experiencias virtuosas o desdichadas.
Pero fue en el siglo VI cuando el Emperador Justiniano decretó la eliminación de toda referencia a la reencarnación en el Nuevo Testamento, para promover el control social por medio de la creencia en el cielo y el infierno. Si obedeces como un borrego a la iglesia, vas al cielo, sino con Satanás para siempre.
Irónicamente, en realidad el infierno o gehenna es un estado de inconciencia que se puede experimentar tanto en la vigilia como en subexistencias residuales de la 4D. Y la misma recurrencia de personalidades es el peor infierno.
Aunque en el fondo, como hemos visto, la persona en sí no reencarna, sino que simplemente se produce un reciclado de energías o un renacimiento, una reactivación de infra-personalidades ligadas a la Conciencia divina.
Sólo un Alma Divina puede reconectarse conscientemente como parte del proceso de gestación, pero no encarna en lo físico, sino que se mete dentro del cuerpo astral de la persona.
En el próximo ensayo veremos cómo Yshua demostró los pasos de gestación o Ibur del Alma, desde su estado embrión hasta el Hombre Divino. La gestación del nefesh o alma vital, no es suficiente, ni siquiera la gestación del ruaj, que es la personalidad con un embrión de conciencia. Es necesario gestar la mente de comprensión o Neshamah para recordar el Viaje del Alma y poder estabilizar la la verdadera Vida (Jayah) que expresa la voluntad del Bendito, quien ilumina toda oscuridad sin ser jamás atrapado.
Sólo recordando nuestro Ser emanado del Origen Primordial podemos crecer y escapar al ciclo de muerte, comprendiendo que el Verbo YHVH o Gran Ser refleja todo, ya sea armonioso o distorsionado.
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