Arte Griego
Arte Maya
Arjuna dijo:
Oh Krishna, ¿impulsado por qué comete el hombre el mal, incluso sin desearlo, como obligado a la fuerza?
El Señor Krishna dijo:
Es la ansiedad que lleva a la cólera y que tienen su origen en el estado de agitación [guna rajas].
Es el Gran Devorador [mahâ-shana], el Gran Maligno [mahâ-pâpmâ]: saber debes que él es en este mundo el enemigo
–Bhagavad Gita, III, 36-37
Saturno devorando a sus hijos
–Goya–
Para aquellos que ya no se conforman con simples cuentos para niños, ni lecturas religiosas de parvulario, diremos que esa famosa Serpiente universal conocida en las mitologías como Apep, Zurvan, Satán, Kundalini, Ouroboros, Saturno, Kronos y tantos otros nombres, no es otra que la hipnótica y abrumadora energía que mantiene la Ilusión de la Existencia temporal, y que se origina en la Mente Divina.
Salió Satán de la presencia de Yhvh e hirió a Job con una úlcera maligna desde la planta de los pies hasta la coronilla –Job 2:7
Dicha energía nunca se sacia; nunca tiene suficiente; siempre quiere más y más, incluso devorar la Morada del Supremo, como bien expresan las tradiciones sagradas.
Es la Nada de la que nos habla la Historia Interminable, cuya versión cinematográfica nos hizo soñar en los 80.
Muchos tal vez recuerden el famoso símbolo Auryn que aparecía en la portada del libro que leía Bastian.
Ahora, tan pronto como nos volvemos ingenuos, creyendo comprender dicha energía del vacío, ella nos devora con sus confusos remolinos de percepción colorida, pues no es mero deseo –que en sí mismo es inofensivo–, sino una desbordante y hambrienta Imaginación Inconsciente que nos da una visión desproporcionada de la realidad y por ende deseos exagerados e ilegítimos con respecto a la misma.
Kundalini no es en ningún caso also deseable o útil para el desarrollo del hombre [...] En realidad, Kundalini es el poder de la imaginación, el poder de la fantasía que usurpa el lugar de una función real. Cuando un hombre sueña en vez de actuar [...] cuando un hombre se toma a sí mismo por un león [i.e mostrando ira], un águila [i.e siendo soñador] o un mago [i.e un manipulador], es la fuerza Kundalini la que actúa en él –Gurdjieff, citado en Fragmentos de Una Enseñanza Desconocida, P.D Ouspensky.
Se halla presente en todos los aspectos de la vida: el deseo egoísta de supervivencia, el ansia de comer sin control, la lujuria, la mente parlanchina, la tristeza de la muerte, el deseo de poder y dominación...
La vemos en la naturaleza, en la ciencia y sus pretensiones de progreso, en el arte vanidoso, en el comercio salvaje, en viejas políticas recicladas...
Puesto que forma parte de todas y cada una de las cosas, los alquimistas se referían a dicha energía con la antigua expresión griega Hen To Pan, Uno Todo:
Arte alquímico europeo
Arte Azteca Círculos de las cosechas
Por supuesto, no es casualidad que los asesores artísticos del Instituto del Acelerador de Partículas CERN, hayan elegido símbolos asociados a dicha energía.
Danza de Shiva dentro de la Serpienta Kaliya
Instalaciones del CERN, Suiza
Dios pagano Cernunos
Bafomet de Eliphas Levi
Dios Pan
Logo del CERN, 666
Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, que calcule el número de la bestia, porque el número es el del hombre, y es seiscientos sesenta y séis–Apocalipsis 13:18 RV
Mientras que en la tradición judeocristiana el número 666 tiene esas connotaciones tan sugerentes, en
física cuántica se traduce como la composición de la materia orgánica. El átomo de carbono se compone de 6 neutrones, 6 protones y 6 electrones.
¿Y no es acaso la materia densa lo que nos constriñe?
¿Cómo siendo seres de luz hemos acabado tan hundidos en el fango?
Adam, Eva y la Serpiente, William Blake
Seguramente todos recuerdan el mito bíblico de Adán y Eva siendo engañados por la Serpiente, y no está de más establecer las conexiones pertinentes.
Obviamente, Adán y Eva no eran literalmente un hombre y una mujer corriendo en pelotas por un jardín llamado Edén, siendo tentados por una serpiente parlante que causó su expulsión del mismo.
Resumiendo mucho podemos decir que la Conciencia unificada –pero aún inmadura– de la humanidad, llamada Adam, existió en un plano de realidad y estado de ser superior, desde el cual podía explorar regiones de materia densa, en el llamado Jardín.
La tradición hebrea asegura que el primer Hombre o Adam ha Rishon del Edén veía el universo entero de lado a lado, y era capaz de moverse internamente por diversas dimensiones.
Pero al mezclarse con lo grosero, dejó de prestar atención a su mente sophiánica (Yhvh Elohym), y se vio sometido a las fuerzas astrales del llamado Artesano, Demiurgo, Elohym, que no es otra cosa que las fuerzas de los astros. Por algo el vocablo Elohym equivale numéricamente a Ha Teba, la Naturaleza (gematria=86).
Y las inteligencias de la Naturaleza son mecánicas, es decir, carecen de libre albedrío. El sol, la luna, los planetas, las estrellas y sus almas no hacen nada sin recibir órdenes de consciencias superiores, o bien responden a las peticiones egoístas que hacemos los seres de abajo, dejándonos llevar por las pasiones.
Vía Láctea y Ouroboros
El mismo dinamismo eléctrico estelar del Elohym hizo imposible el regreso al estado de consciencia del Edén. Un hecho que se recoge incluso en el Popul Vu, las Sagradas Escrituras Maya, y otros textos sagrados.
Los relatos míticos, como el del Banquete de Platón y el Génesis bíblico, simbolizan al primer ser humano como un andrógino, hombre y mujer al mismo tiempo:
Y Dios creó al hombre [Adam, humanidad] a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; macho y hembra lo creó –Génesis 1:27
En este punto Eva no había sido separada aún del costado de Adán, el cual representa una humanidad divina que aún no empleaba cuerpos físicos, y cuya consciencia era muy superior a la del homínido vestido al que muchos erróneamente llaman hoy "humano".
Y como hemos visto en repetidas ocasiones, las enseñanzas antiguas emplean diferentes personajes mitológicos para referirse a diferentes niveles de Ser.
En el caso del relato de Génesis 2, el soplo de Yhvh Elohym alude a la mente astral de vidas o nishmat jayim de Adam; la psique anímica es lo formado del polvo de la tierra sutil, adamah; Eva es su naturaleza emocional-corporal, mientras que la Serpiente representa el deseo de tener más de lo que correspondía a su grado de madurez:
Dios sabe que el día que de él [Árbol del Conocimiento] comáis, serán abiertos vuestros ojos y seréis como dioses, conociendo el bien y el mal –Génesis 3:5
A pesar de ser micro-cosmoses –imagen de Yhvh Elohym–, los humanos adámicos desearon ser aún más, sin comprensión.
Movida por el deseo desproporcionado e ilegítimo, el alma vital inferior (Eva) de la humanidad adámica acabó mezclándose con la realidad física, llenándose de los impulsos serpentinos egoístas, quedando atrapada en cuerpos corruptos, con una mezcla de animalidad y racionalidad conocida como Cain, la cual predomina más en unas personas que en otras y viene del viejo Adam caído mencionado en Isaías 14, que habla de cómo los hijos del Ocaso –a quien San Jerónimo llamó Lucifer. Ellos llegaron a habitar en la tierra, sobre todo en forma de tiranos como el rey de Babilonia:
¿Cómo caíste del cielo, lucero brillante [Luciferus], hijo del Ocaso, echado por tierra el dominador de las naciones? Y tú decías en tu corazón: Subiré a los cielos; en lo alto sobre las estrellas del cielo, elevaré mi trono [...] y seré igual al Altísimo. Pues bien, al seol has bajado, a las profundidades del abismo –Isaías 14: 12-15, NC
En Ezekiel 28 y 31 se nos cuenta que ese Adam caído habitaba en el Edén, vestido con ornamentos preciosos, caminando entre piedras de fuego, siendo un protector o guardián, cuyo orgullo le llevó a la morada subterránea entre los hijos de los hombres que bajan a la fosa...hasta acabar atrapado en personajes como el faraón.
¿A qué otra cosa podrían estar refiriéndose los profetas si no es al alma del Adán que llegó a corromperse? ¿Por qué complicar las cosas con las fantasías extrañas sobre extraterrestres y demonios?
Cosas similares cuentan los poetas griegos que hablaron de Epimeteo, quien desobedeciendo a su hermano mayor Prometeo (mente astral), aceptó el regalo de Pandora que le envió Zeus [i.e Elohym], una vasija larga conocida como pithos –que recuerda a pythos, serpiente–, y de la que salieron los males de la humanidad al abrirla:
Pandora significa "todo dones". Y es que este mundo eléctrico de los sentidos –representados por ese dios Pan o Cernunos que vimos arriba–, se muestra lleno de "dones" que fácilmente se tornan en "males" cuando uno lleva incorporado el Ojo Maligno que no comprende la indivisibilidad de lo bueno y lo malo, placer y dolor, luz y oscuridad.
Y su tu ojo te escandaliza, sácatelo y échalo de ti, que más vale entrar con un solo ojo en la vida que con ambos ojos ser arrojado en la gehenna de fuego –Mateo 18:9
El descenso al mundo físico estaba pensado para el último día de la Creación, el Shabat o Descanso, cuando el humano se convierte en pleno vehículo de la Consciencia Divina, donde todo es Uno.
Razón por la cual hemos de entender finalmente que el libre albedrío incluye por fuerza la posibilidad de caer, pues ¿cómo sentir el valor de la unidad si antes no se experimenta dualidad?
El quinto ángel sonó la trompeta, y vi una estrella que caía del cielo sobre la tierra y le fue dada la llave del pozo del Abismo–Apocalipsis 9
La humanidad quedó anclada por la energía cruda de la Serpiente que mora en ese pozo sin fondo llamado el Abismo –donde nos encontramos ahora mismito, por cierto.
A pocos les gusta reconocerlo, y se inventan mil y una fantasías, incluidas las conspiraciones de demonios y extraterrestres.
Mas sólo hay una conspiración, y es la del amor a la propia ignorancia y sufrimiento, la entrega pasional e incondicional a la energía insaciable del más y más; del to pa mí, que lo merezco.
Sin embargo, dicha energía esconde el mayor de todos los secretos, ya que se expresa de dos modos diametralmente opuestos pero inseparables.
Toroide electro-magnético
con Flor de la Vida
Del mismo modo que no hay Expiración sin Inspiración, Luz sin Oscuridad, Magnetismo sin Electricidad, tampoco hay Creador sin Destructor, Amor sin Odio, ni Iluminación sin Ignorancia, y por supuesto, tampoco Cristo sin Lucifer, a los que el pícaro de Pablo llamó, respectivamente, postrer Adán y primer Adán (1 Corintios 15:45).
Decía el viejo sabio Heráclito que el Camino de subida y el Camino de bajada son uno y el mismo.
Por tanto, sólo hay una manera de vencer a la Serpiente, y es haciendo que se vuelva sobre sí misma, empleando su mismo impulso devorador, hallando una "tercera fuerza" allende la dualidad. Comérnosla o ser comidos por ella. No nos queda otra.
He ahí la estrategia empleada por los Arquitectos, repetida por los héroes mitológicos y los Mesías de las religiones para mostrarnos el Camino hacia la Gran Paz, lo Atemporal que nos rodea y penetra.
Pero dejemos estos secretos para la próxima parte.
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