Evagelio de María Magdalena, Papiro de Oxyrrhinco
En
sintonía con el artículo anterior sobre la meditación del corazón,
aquí tenemos un pasaje del famoso Evangelio de María Magdalena, que
fue descubierto por primera vez en 1896, contenido en un papiro del
siglo V. Más tarde apareció también en la biblioteca de Nag
Hammadi.
Su
profundidad indica que está realmente conectado a las tradiciones
contemplativas y el mensaje místico de Jesús, quien dictó la parte
más profunda de la enseñanza a María Magdalena, como este
evangelio sugiere.
[...]
entonces, ¿será destruida la materia o no? El Salvador dijo: “Todas
las naturalezas, todas las producciones y todas las criaturas se
hallan unas dentro de las otras, y se disolverán otra vez en su propia
raíz, pues la naturaleza de la materia se disuelve en lo que
pertenece únicamente a su naturaleza. Quién tenga oídos para
escuchar, que escuche.
“No
hay pecado, sin embargo vosotros cometéis pecado cuando practicáis
las obras de la naturaleza del adulterio [apego a lo físico, identificacion, distracción] denominada pecado.
Por esto el Bien entró en medio de ti, hacia lo que es propio de
toda naturaleza, para restaurarla en su raíz.”
Entonces
prosiguió y dijo: «Por esto enfermáis y morís, puesto que [...]
del que...comprenda. [La materia engendró] una pasión sin igual,
puesto que procedió de (algo) contra natura. Entonces se produce un
trastorno en todo el cuerpo. Por esto os dije: “Sed
de buen ánimo, y si os encontráis descorazonados, (sed) alentados
en presencia de las diversas formas de la naturaleza. Quien tenga
oídos para escuchar, que escuche”.
La
naturaleza de estas enseñanzas se vuelve más y más evidente a
medida que uno se familiariza con el arte de morar en el silencio del
corazón, sin tratar de alejar los mundos externos e internos, sino
más bien comprenderlos para reconciliarlos.
De ahí que se nos diga: "Sed de buen ánimo", y si estáis descorazonados (sed) alentados en presencia de las diferentes formas de la naturaleza”.
Al dejar fluir los fenómenos, permitiendo a la consciencia abrirse cual flor, uno pronto se da cuenta de que todas las percepciones se disuelven en una presencia profunda en el corazón, y no es secuestrado por el remolino del caos externo e interno, o como Jesús y María lo expresaron, siendo un corazón libre de "adulterio".
Al adoptar esta actitud abierta, cada impresión, cada preocupación, se convierte en una oportunidad para ser libres. Por esto el Bien entró en medio de ti, hacia lo que es propio de toda naturaleza, para restaurarla en su raíz.
De ahí que se nos diga: "Sed de buen ánimo", y si estáis descorazonados (sed) alentados en presencia de las diferentes formas de la naturaleza”.
Al dejar fluir los fenómenos, permitiendo a la consciencia abrirse cual flor, uno pronto se da cuenta de que todas las percepciones se disuelven en una presencia profunda en el corazón, y no es secuestrado por el remolino del caos externo e interno, o como Jesús y María lo expresaron, siendo un corazón libre de "adulterio".
Al adoptar esta actitud abierta, cada impresión, cada preocupación, se convierte en una oportunidad para ser libres. Por esto el Bien entró en medio de ti, hacia lo que es propio de toda naturaleza, para restaurarla en su raíz.
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