viernes, 1 de noviembre de 2013

¿Qué es la meditación no condicionada? – Parte III

Nacimiento de Atenena, con Mêtis bajo Zeus. 

Muchos son los términos orientales que en Occidente se traducirían como "meditación". Ya hemos visto algunos, y ahora vamos en busca de una comprensión más profunda de lo que "la meditación no condicionada" puede ser.

Ciertamente, en Oriente hay visiones brillantes. Sin embargo, uno no necesita mirar hacia allí para encontrar joyas. Es más, en la actualidad es de vital importancia conectar con algo que se había perdido, o quizá debiéramos decir, se ha mantenido aletargado en Occidente, hasta que el momento propicio llegara.

Los occidentales han de recordar que cierta Sabiduría viva estuvo una vez presente en la antigua Grecia. No en la Grecia clásica de Platón y Aristóteles, sino en una aún más antigua, cubierta por neblinas de confusión.

Por medio de poemas y acertijos, sabios de Hellas transmitieron una tradición ancestral cuya raíz central es el florecimiento de la consciencia que revela la quietud y la pureza infinitas que yacen tras el velo de las formas móviles.


Y dada la vieja manera simbólica de pensar, ese don de la luz-consciencia fue personificado por Mêtis, diosa del sabio consejo y la astucia, quien propiciara el nacimiento de Atenea (Inteligencia), de la cabeza de Zeus, como se representa en la imagen de arriba.

El mensaje clave de aquella antigua tradición griega es que nunca el engaño al que nos vemos sometidos en vida tiene más sentido que cuando Mêtis está activa.

Sin duda esto es un gran acertijo. Y podría ser nuestra única esperanza, pues como Empédocles nos recuerda, la inteligencia Mêtis es la única manera de vivir con lucidez a través del gran engaño [1].

Pero no nos quedemos con las definiciones simplistas y burdas de Mêtis y la consciencia –que dicho sea de paso los neurólogos reducen ingenuamente al cerebro, sin darse cuenta de que el cerebro no puede percibirse ni comprenderse a sí mismo. Ley lógica fundamental señores "doctores". 

La mente descubrió la estructura del átomo, luego la mente es más sutil que el átomo –Ramana Maharshi.

Y la luz de la consciencia es aún más sutil que la mente pensante. Ahora sólo deduzcan. 

En los poemas de Empédocles simplemente aparece como una facultad divina que crece cual árbol o flor, alimentándose de la completud del momento presente. Haciéndonos eco de sus propias palabras:

Para los seres humanos, 
mêtis crece 
en relación con lo que está presente [2]

En esta enseñanza ancestral no se desprecian los sentidos, como si estos fueran la fuente de ilusiones pecaminosas; todo lo contrario, nuestros sentidos son la puerta que conduce a la consciencia que los une y nos lleva más allá de lo imaginable.

Sin embargo, también recibimos advertencias, pues el arte de Mêtis no es un camino para ser considerado a la ligera. Ella tiene su propio poder y no puede ser controlada. La gran paradoja es que uno no puede sin más "decidir" consultar a Mêtis o "tratar de practicar el arte de Mêtis", pues eso es precisamente un camino de auto-engaño. La inteligencia es espontánea, sin elección, o no es en absoluto.

Sólo hay una cosa en nuestras manos, y es la atención, que abre la puertas para que mêtis trabaje a través de nosotros. Y este acto de "permitir" y "entregarse" es realmente una forma de servicio y amor verdadero.

Tampoco hay que preocuparse de buscar un sitio en concreto.  Todo lugar es propicio para rendirse, sentados o tumbados en silencio. 

Mêtis se adapta constantemente a las circunstancias cambiantes de la vida, haciendo uso de todo para ver "a través de la ilusión", guiando nuestros pasos sin siquiera pedírselo o incluso saberlo nosotros. Nuestra vida se halla repleta de coincidencias y traumas que no son tales, sino “consejos” provenientes de mêtis.

En un sentido, mêtis "mide", percibe contrastes, uniendo lo relativo y lo absoluto, transcendiendo todas las limitaciones físicas. 


Después de todo, las formas emergentes de nuestra experiencia son simplemente ondas en el mar sereno del Ser.

La forma es vacío. El vacío es la forma 
(Sutra del Corazón)

Encontrar quietud a través del movimiento es de hecho una cualidad del ser-consciencia, algo que no podemos perseguir directamente. El arte de mêtis requiere mirarnos a nosotros mismos primero.

Con atención se pueden ver todas las experiencias personales que moldean nuestra limitada visión de la vida, y es la consciencia lo que las conecta en un transfondo mucho más amplio, la tierra infinita de lo que realmente somos.

En presencia del Ser, nuestras caídas, nuestros momentos de frustración y de dolor, de repente se convierten en hilos significativos en el tapiz de la Realidad, la cual nos sugiere lo que debemos hacer.

Todo esto parece simple y hermoso. Sin embargo, la mente humana se ha vuelto tan condicionada por sus propias fantasías que le es difícil guiarse por la sencillez de su naturaleza más profunda por mucho tiempo. 


Hacemos todo muy complejo. Y la mayoría de las veces se debe a que no nos acordamos de que somos mucho más que cabezas pensantes, o simplemente porque "tratamos demasiado" de alcanzar algo que, por su propia naturaleza, es inasible y pertenece lo que nunca dejamos de ser.

Como vemos, Mêtis representa muchas cualidades a la vez: la prudencia, la actitud correcta, la visión lúcida, el maestro interior...Y su poder es aún más necesario en estos días donde todo se mezcla sin discernimiento, incluso la espiritualidad.

Afortunadamente, todos los fines tocan su principio. La civilización occidental nació con los maestros de mêtis, y ahora, en medio de su decadencia, necesita una reconexión a través de verdaderos oyentes que tengan el coraje de no seguir a una masa social incivilizada. 

A pesar de que el pensamiento contemporáneo ya no es simbólico, aún se pueden aprender muchas cosas de los mitos. No es coincidencia que a Odiseo se le considerará hábil en mêtis. Pero eso lo dejamos para otra ocasión.

Para ahondar en este arte, es útil la antigua practica de la incubación, sobre la cual uno escribió un artículo, aún no traducido al castellano:


Incubation, a Western form of meditation, publicado en Abril 6 del 2009, en la versión inglesa del blog:
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[1] Reality es un bonito libro en el que Peter Kingsley ha reflexionado profundamente sobre este tema.  
[2] Ibid, p.512. 
Más versos de Empédocles se pueden encontrar en la sección de poemas de este blog, extraídos del mismo libro.

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