El Árbol Cósmico
Como complemento al vídeo de esta semana, aquí les dejos unas jugosas reflexiones que por lo menos a mí me han enchufado al rocío que viene de las raíces y néctar del Árbol de la Vida, sacándome una vez más del tedioso Árbol del Conocimiento.
Y lo cierto es que de ese segundo árbol se habla más que del primero en la mayoría de historias, si bien es cierto que algunas hacen la distinción, aunque no sin intrigantes acertijos.
En casi todas las mitologías existe la idea de un Árbol Cósmico que es el Eje del Mundo y sustenta todos los mundos, desde el reino celestial de los ángeles y dioses hasta el reino humano y el Inframundo.
Sin embargo, a veces las narraciones describen el Árbol Cósmico con raíces en el cielo, como en los Vedas de la India o el Zohar hebraico; pero otras lo describen con raíces en el Inframundo, como en el Fresno Yggdrasil del Kalevala o épico poema nórdico.
Por supuesto, no puede faltar el Árbol de Vida Celta que sirve de Logo a mi canal YouTube y tiene la unión de las raíces celestiales y subterráneas, siendo una síntesis que luego veremos:
A veces el Eje Cósmico es incluso descrito como un Monte bajo el Polo Norte en Centro de la Tierra: Monte Tzion en la Torah; Monte Atlas en Grecia; Monte Meru o Sumeru en la India; Monte Qaf en Persia, etc).
También se describe como un cuerpo su espíritu cósmico (el Brahman de los Vedas), o incluso como los tres cuerpos del Hombre Cósmico Despierto o Buda: Dharmakaya o Cuerpo de la Verdad, Sambhogakaya o Cuerpo Astral y Nirmakaya o Cuerpo de la Naturaleza física.
De modo que nuestro propio cuerpo físico, astral y espiritual reflejan las dimensiones del Árbol Cósmico. ¿Pero de qué árbol nos alimentamos?
Los Dos Árboles
Muchas veces se habla de dos árboles que aparecen juntos, incluso mezclados, como en la épica de Tolkien, donde se hallan los dos Arboles de Valinor, uno de luz dorada o solar y otro de luz plateada o lunar.
¿Hay entonces dos árboles reales o uno es ilusorio, falso, copia del otro?
En los Vedas de la India se contó la historia de dos pajaritos enamorados que se hallaban en la rama de un árbol. Eran Atman (el espíritu de luz inmortal) y Jiva (el alma psico-física). Y un día el pájaro Jiva comenzó a comer de los frutos inferiores del árbol, olvidándose de Atman, hasta volar y perderlo de vista. Desde entonces Atman y Jiva anhelan encontrarse en el ser humano.
Pues bien, escuchen una vez más:
En Génesis 2:9 se dice que en medio del Gan Eden había dos árboles: el Árbol del Conocimiento de lo Bueno y Deficiente más el Árbol de las Vidas. El Jardín del Eden era una dimensión terrenal espiritual, y ahí fue puesto el Adam espiritual que era un alma vital (Nefesh) animado con un espíritu mental de vidas (nishmat jayim). GaN es acróstico de Guf (Cuerpo) y Neshemah (soplo mental).
Y Adam podía comer de todos los árboles o especies del Gan Eden menos del Árbol del Conocimiento, que representa los cuerpos que tocan el mundo físico sensorial.
Ahora, más tarde, en Génesis 3, cuando la Serpiente le sugiere a Javah (humano emocional) que si los Poderes de Yhvh le han prohibido comer de los árboles del jardín, ella dice que sólo del Árbol de en medio del jardín, el cual no pueden siquiera tocar, ya que eso les llevaría a la muerte. ¿Pero a qué árbol se refería, ya que en medio había dos? ¿Acaso la mujer, la parte femenina de Adam, no conocía el Árbol de las Vidas?
Añade además un mandamiento que no fue dado a Adam y con ello da pie al juego de la Serpiente: no moriréis (no deja claro si es al tocarlo o al comerlo).
Es decir, el Alma de Adam podía interactuar con el mundo físico, el Árbol del Conocimiento y sus cuerpos, pero no comer de ellos, porque para eso le fueron dados cuerpos de especies de Adamah. Pero no halló ninguno idóneo como cuerpo, ya que eran especies cuyo alma adámica no desarrollaba sus partes mental y emocional. Por eso los Arquitectos naturales removieron un lado de Adam (la vieja energía de Lilith) y formaron una nueva especie humana con una emocionalidad más dócil: la Eva vs la Lilith rabiosilla y lasciva.
Con todo, esa emocionalidad se enredó con las energías residuales de la Serpiente (Najash) y habló con un razonamiento torcido y sordo a las intuiciones de la Neshemah o parte mental de Adam, cuya mente (hombre) fue seducida por las emociones (mujer) y las pasiones (serpiente, egos-espíritus astrales de Lilith y Samael).
Sospecho vivamente que de ahí sacó Gurdjieff la idea de que ciertos Ingenieros cósmicos implantaron un órgano bajo la cola de especies humanas primitivas y luego lo removieron, tragándose el flagrante error, ya que las propiedades del órgano, siempre permanecieron (ver anterior artículo). La vieja Lilith haciendo de las suyas.
De ahí las Palabras de Y´shou: ¿Qué Padre, cuando su hijo le pide un pan o una piedra le daría una piedra o una serpiente?
Pues obviamente, el Padre de la Mentira, que el conjunto de Ingenieros que rigen el mundo físico con una genética torcida sujeta a géneros, sexualidad, nacimiento, alimento externo, crecimiento, muerte y renacimiento.
Eso da lugar a dos tipos de almas o estirpes, las que descienden del Árbol del Conocimiento y que quieren alimentarse de las que vienen del Árbol de las Vidas.
¿Pero acaso eso debe atemorizar a los Hijos de la Luz?
El Enigma de la Higuera
Ahora, lo curioso es que tanto el hombre como la mujer se descubren desnudos en el Gan Eden justo al comer del Árbol del Conocimiento, que es asociado a una higuera, ya que se cubren con hojas de higuera.
¡¡¡¡Y la HIGUERA!!!! es precisamente uno de los símbolos más antiguos del Árbol del Mundo, muy típico de la India y Nepal. Los Egipcios, Asirios, Griegos, Indios e incluso Israelíes consideraban sagrada a la higuera, siendo gran fuente de alimento y gran ayuda para los nómadas (1 Samuel 25:18; 30:12; Judith 10:5).
Con los higos se hacían cataplasmas curativas para las úlceras y heridas:
Y dijo Isaías: coge un pastel de higos. Y ellos lo cogieron, lo pusieron a hervir y se recuperó (2 Reyes 20:7)
Era símbolo de abundancia, fertilidad y prosperidad.
Juda e Israel moran seguros, cada hombre bajo su viña e higuera, desde Dan hasta Siete Pozos (Beersheba), todos los días de Salomón (1 reyes 4:25).
La tierra prometida era tierra de trigo, viñados, higueras y granadas; una tierra de aceite y miel (Deuteronomio 8:8).
La Fiesta de Sukot estaba precisamente repleta de cebada, viñedos, granadas e higueras. Los higos eran símbolo de las primicias de Elohim, lo cual tiene todo el sentido, ya que los higos se asemejan a los testículos, donde se acumula la Semilla de la Vida, de la cual puede crecer el cuerpo astral.
La Higuera era también el lugar favorito para la instrucción de la Torah, casi equiparable a los Robles de Mamre donde instruían Abraham y la juez Deborah.
por eso cuando el Maestro vio a Natanael sentado bajo una higuera, dijo: he ahí deberas a un verdadero Israelita (John 1:47-50).
En Mateo 21:17-22 y Marcos 11:12-24 el Maestro maldice una Higuera y ésta se seca, porque a pesar de tener muchas hojas, no da fruto. Aunque el Maestro recurre a la Higuera como ejemplo del potencial desperdiciado, ya que no era tiempo de higos (Marcos 11:13). Y la higuera representa una Jerusalén terrena que despreció al Maestro.
La higuera infértil fue empleada por Jeremías como símbolo de la humanidad que no siente el respirar divino:
Han rechazado la Palabra de YHVH...ya no hay más uvas en el viñedo, ni fruta en las Higueras, cuyas hojas se han secado (Jeremiah, 8:13).
En otra ocasión Yshou cuenta la Parábola donde se le da una oportunidad a la Higuera para que de fruto, a condición de ser talada si no da fruto, dando a entender que la espiritualidad se puede cultivar fertilizando el suelo (Lucas 13:6-9).
Aunque se dijo, todo árbol que no dé buen fruto será cortada y echada al fuego.
La Higuera Ontológica, Védica & Búdica
En India el árbol de higuera sagrado en sus dos especies, la Higuera Pipal (Ficus Religiosa) y el Babiano (Ficus Bengalensis) recibe el nombre de Kalpavriksa (Árbol de los Tiempos/Deseos), Vata Vriksa (Árbol del Viento/Espíritu), Ashvatta (Árbol del Caballo), y se identifica con Brahman (el Absoluto), y Bodhi, nombres que están llenos de matices profundos como vamos a ver. El más relevante es que se considera la Higuera Bodhi como el Árbol donde Buda transciende el mundo y alcanza la iluminación.
Las raíces arriba, las ramas abajo, así se erige la eterna Higuera. Las hojas son los Vedas...Nadie en la tierra es capaz de concebir su forma, sea final, comienzo o duración (Upanishads).
Para explorar esta visión recomiendo el estudio el Árbol Invertido, en cuatro partes, de Ananda Coomaraswami, ver links abajo [1]. Ahí se cita lo siguiente:
¿Qué era la Madera, y qué era el Árbol de los que ellos hicieron el Cielo y la Tierra? (Rig Veda Samhita)...Y la respuesta es: La Madera es el Brahman, el Brahman era el Árbol del que ellos hicieron el cielo y la tierra: es mi palabra deliberada, hombres de conocimiento, que allí se alza el Brahman, el soporte del mundo.
Así que el Árbol Cósmico era asociado a la Substancia Universal (Prakriti) y su Inteligencia (Purusha), el Espíritu y Materia del Mundo, que al interactuar generan una expansión desde unas raíces que son la forma del Brahman, un tronco que es la forma de Visnu, el avatar sustentador, y unas ramas, que son la forma de Shiva, el destructor de lo impermanente.
De hecho, Brahman viene de Brahm que es hincharse. Y hay una clara relación con el Respirar y los Pulmones, que son literalmente el Árbol del Cuerpo. Es más, en India se dice: Atman es Brahma, y Atman es el Espíritu inmortal en nosotros, y significa literalmente Respirar Divino o devánico. Atem en alemán es respirar, y recuerda al Atum o Atón egipcio, que era el soplo solar de vida adorado por Akhenaton.
¿Ven la innegable conexión?
La misma palabra PulmON contienen On. Y en hebreo On o Aun, es Sol (Génesis 41-45), mientras que On en griego es siendo, gerundio de Ser, Einai, ya que la energía solar hace que las cosas sean. Pero hay un Sol Verdadero y otro físico, que es copia, tal como enseñaron Platón y los Védicos.
Aún así no puede negarse el componente idolátrico astro-teológico de muchas culturas que no comprendían esto, lo cual fue denunciado por los profetas en la Torah. Y eso que la misma esposa que se le da al patriarca Yosef, el descifrador de códigos (Zaphnath Paneah) era Asenath, hija de Potiphera, un sacerdote de On (Génesis 41:45-50), es decir, que operaba en el Templo del Sol o Heliopolis, que es como se traduce en griego.
Eso sí, más tarde el profeta Jeremías habló de la Casa del Sol o Beth Shamash en Egipto, donde se erigieron pilares solares (falos solares, obeliskos), por lo cual serían arrasados con fuego del poder de YHVH, el Respirara Cósmico que al obstruirse genera pasión.
No comprender la energía del Sol y poner fuera lo que está dentro lleva a la idolatría religiosa y por tanto a las pasiones de muerte.
Ahora se entiende por qué los Egipcios también adoraban la higuera, sin comprender un ápice de la verdadera Fuente de Vida, que no es el sol físico.
Por otro lado, tanto Brahman, como Atman y Atum contienen el sufijo -man quizá se asocia a la letra Mem (las aguas, materia universal), el vocablo sagrado AUM/OM y Manas, que es mente en Sánskrito. Así que podría traducirse como Substancia y Mente Cósmica Expansiva.
Y lo cierto es que tal es la idea típica de la Iluminación en Oriente, que en los Vedas se asocia a beber el néctar de los dioses o Amrita y el Soma. Aunque hay un soma inferior físico. Curiosamente, soma en griego es cuerpo psicológico.
Por tanto, la iluminación mística en esas tradiciones se basa en alcanzar el Substratum, que es tanto inmanente, Tat Tvan Asi, Tú eres Eso, como transcendente: Neti, neti, ni esto ni lo otro, que es la llamada Vía Negativa o Apofática de los platónicos y neoplatónicos.
Por supuesto, en el terreno inmanente se habló de un Saguna Brahman, el Ser Divino con cualidades personales: Padre Isvara, Creador Brahma, Destructor Shiva, Sustentador Visnu, etc. Pero luego está el Nirguna Brahman o Ser sin cualidades, también llamado Para-Brahman, Más-Allá del Brahman manifiesto.
Tanto en el Advaita y el Budismo se entiende que las iluminaciones apofáticas llevan a Aquello que transciende lo manifiesto, aunque tampoco está lejos, sino aquí. Tathata es el que percibe la Talidad, la realidad tal cual es, sin ilusión. That.
Esto implica que hay una Fuente Unitaria indescriptible más allá de la Materia y el Espíritu, lo cual recuerda al Uno Pitagórico, que no es siquiera un número, sino el Origen de todos los números, y fue considerado No-Ser/No-Existente por los Neoplatónicos.
Es precisamente ésa la razón por la cual Sidarta Gautama el Despierto dejó atrás las nociones de Creador, Creación y dioses, que se asocian a las adoración religiosa. Aquello que está más allá de las palabras no puede ser mentado de modo descriptivo.
Ahora, existe un peligro intrínseco en ese tipo de misticismo apofático o negativo, y es la completa despersonalización del Individuo.
En cambio, la visión hebrea le da una impresionante vuelta al asunto cuando propone el Ayn Sof o Sin Límites, que es precisamente Ilimitado porque incluye la Limitación. Y es Perfecto o Acabado porque incluye la imperfección.
Aunque claro está, visiones similares tenían en la India.
Y todo esto nos lleva a una imagen interesante, y es la Tala del Árbol Cósmico.
La Zarda Ardiente & Higuera Llameante
Confieso que fue para mí un momento Eureka el ver la conexión que Ananda Coomaraswami hace entre la Zarda Ardiente y la iluminación del Árbol Bodhi, con rayos que le hacen parecer en llamas cuando el Ser Despierto siente su Yo Soy verdadero o Atman.
Famosa es la historia sobre Moisés hallando una zarza ardiente que no se consumía, en el desierto del Sinaí. Y según el Zohar esa zarza era su cuerpo encendido por las llamas de la iluminación interior, ya que su soplo mental le hizo recibir mensaje del Malak YHVH o Mensajero del Respirar Cósmico, el cual le ordena incluso quitarse las sandalias, es decir, abandonar el cuerpo físico.
Y según reflexionaba sobre esto, comprendí que las llamas de la zarza son realmente el fuego espiritual que consume las pasiones lunares. Precisamente, el desierto del Sinaí se asocia a Syn, el dios Lunar en Sumeria.
Por si fuera poco, en Sánskrito se habla de Gnosis como Jnana, relacionado con Dhyana (Contemplación), y en Pali se dice Janna, que se relaciona con Jhayati (quemar) pero también con Jhayana, el fuego de la contemplación que quema las impurezas.
Wow, ¿acaso eso no recuerda al Jaya (Vida), el estado que alcanzó Moshe, recuperando el estado de Nishmat jayim o Soplo de Vidas que perdió el Adam caído? ¿Y el Ruaj Jaya o Espíritu de Vida del Nuevo Adam?
No parece casual tampoco su parecido al vocablo hebreo Jen, Don Divino, y Jenna el lugar donde se quemaban las basuras, asociado también al estado infernal. Porque quien rechaza el Jen del Espíritu divino se quema y no quema las impurezas.
Por eso dice el Maestro que la rama que no dé buen fruto será cortada y echada al fuego (Juan 15). Pero el Mesías vino a arrojar fuego sobre la tierra (Lucas 12:49-53)
De igual modo, el Despierto, simbólicamente sentado en el Bodhi (body es cuerpo físico en inglés), la Higuera, por medio de su Jhana/Dyana o Contemplación, transciende los cinco agregados o skhandas de su ente psico-físico o Jiva (i.e Javah, Eva, esposa de Adam/Atman) .
De ahí su reiterada enseñanza: nama-rupa anatta, vedana anatta, vasana anatta, sanskara anatta, vijñana anatta; esto es, el nombre-cuerpo no es el Yo (Ata/Atman), la sensación no es el Yo, la emoción no es el Yo, el impulso no es el Yo, la percepción empírica no es el Yo real.
Y recuperar el sentido del Atman es precisamente el Nibbana (Pali) o Nirvana, que viene de la raíz Svi, hincharse, expandirse y Svara/Swar (respiración, nota musical fundamental).
Ingenuamente los budistas creyeron que su maestro les enseñaba a negar todo Yo y extinguirse ellos mismos, implantando la doctrina del Anatta y No-Atman como fundamental, cuando es todo lo contrario. Sidarta sólo trataba de recuperar el sentido original del Brahmayana o Camino del Brahman, que cabalga sobre su caballo (svar), y enfatiza la Vía Media del Dharma. Incluso los yogis decían: la respiración es el caballo (svar) de la mente (manas).
El que se retira a una cueva o un monasterio no puede seguir Vía Media alguna. Debe cabalgar la Vida, como Ygg sobre su drasil.
Si tu espíritu está agitado, tu mente será un caos, y querrá huir a las pasiones, las cuevas, los monasterios, etc. En cambio...
Si tu ojo es singular, todo tu cuerpo se llenará de Luz dijo el Maestro Yshou.
Pero no es tarea fácil, y todo auto-egaño lleva al Samsara, el ciclo de la recurrencia, también representada por la Higuera, llamada Samsara Vriksa. Curioso, ¿no?
De todas las imágenes asociadas al Árbol Cósmico, una de las más inquietantes es su destrucción. Cuando el Buda termina de transcender su cuerpo natural o Nirmakaya y su cuerpo astral o Sambogakaya, permanece contemplando la impermanencia desde el Dharmakaya o Cuerpo de la Verdad. Pero entonces el mismo Buda la rompe y dice que más allá, está lo que ni es ni deja de ser, ni percibe ni deja de percibirse, ni más allá ni más acá. Bueno, eso sí se asemeja más a la Adualidad.
También recuerda a la noción del Ser parmenídeo que es homogéneo, completo, lo único verdadero. Así como se atisba en la noción shivaista del Quinto Estado o Turiyatita, que viene del Cuarto Estado, Turiya, el Testigo Silencioso. Por cierto, su raíz es Tur, que en germánico es Puerta (Tür), así como Tor, raíz de Torah.
Y estrecha es la Puerta de los que dan Testimonio como Testigos de YHVH.
¿Serán conexiones aleatorias sin sentido o guardan relación? Que cada cual saque sus conclusiones.
La Destrucción del Árbol Mundano
En el Kalevala escandinavo, las raíces del Árbol Yggdrasil son poco a poco devoradas por una Dragón, y su corteza es mordisqueada por cuatro ciervos, hasta que finalmente, el Lobo Fenrir, hijo del tramposo Loki, se suelta sus cadenas y comienza a comerse a todo dios, incluyendo a Odín. Y esto desencadena el Ragnarök, una destrucción cósmica en la que la tierra tiembla como nunca, mientras que el sol, la luna y las estrellas se salen de su curso y todo vuelve al caos. Aunque antes de esto, el hijo de Odín mata al Lobo, vengando a su padre, como hiciera Horus venciendo a los asesinos de su padre Osiris.
¿Y no recuerda a los temblores y caídas estelares que se asocian al Gran y Temible Día de YHVH?
El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de YHVH» (Joel 2:31, citado en Hechos 2:20).
El Maestro Yshou también emplea la higuera como signo de los tiempos:
De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.
Y lo mismo se repite en Apocalipsis:
y las estrellas cayeron del cielo a la tierra como la higuera suelta su fruta invernal al ser sacudida por el viento (Apocalipsis 6:13)
Mismos mitemas, diferentes culturas. ¿Por qué? Esto me obsesionó desde los quince años de edad, y no paré de buscar respuestas, llegando a ciertas conclusiones.
El Samsara & Árbol del Reciclado
Como hemos visto, uno de los nombres que recibe la Higuera en la India era Samsara Vriksha o Árbol del Samsara. Y una característica curiosa de sus hojas, es que parecen tener raíces, haciéndolo un árbol de doble raíz, una oculta y otra manifiesta, que representa también el recorrido del rocío, el delicioso néctar que re-troalimenta el árbol :
Y una idea similar se halla en el Kalevala nórdico. Pero ahí el Yggdrasil (Caballo de Ygg), tiene las raíces en el Inframundo, donde las tres Nornas o Parcas, guardianas del hado del pasado, presente y futuro, están a cargo del Pozo que se halla justo bajo las raíces del Árbol Yggdrasil (literalmente caballo de Ygg). Y de ese pozo sacan las raíces el agua que se convierte en savia, la cual asciende hasta llegar a las hojas en forma de rocío, el cual cae alimentando de nuevo la tierra y las raíces.
Es la recurrencia en el ciclo de florecimiento y marchitado, muerte y renacimiento, que se da en el cuerpo físico, vital, astral y toda la Naturaleza caída. Por tanto los vikingos nunca conocieron el árbol de la Vida, ni siquiera cuando fueron cristianizados. El caballo de Ygg es lo máximo a lo que aspiró Odín, que según la narración nórdica vivía en el Yggdrasil.
En la imaginería Celta en cambio tenemos algo diferente, ya que las raíces aparecen en el cielo y la tierra. Es como si los dos árboles fueran fusionados. ¿Y no es acaso esto lo que enseñó el Maestro para sanar nuestra experiencia caída y elevarla a la categoría de Vida?
Bienaventurado el hombre que halla Sabiduría (Jokmah) y el hombre que adquiere Entendimiento (Binah); porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus utilidades mejor que el oro fino. Es más preciosa que las joyas, y nada de lo que deseas se compara con ella. Larga vida hay en su mano derecha, en su mano izquierda, riquezas y honra. Sus caminos son caminos (derekym) agradables y todas sus sendas (netivotym), descanso sereno (shalom). Es Árbol de Vidas para los que de ella echan mano, y felices son los que la abrazan (Proverbios 3: 13-17)
En el Zohar (Shelah Lecha) se dice [2]: Observa que hay dos Árboles, uno más alto y otro más bajo, en uno de los cuales está la vida y en el otro la muerte, y el que los confunde trae la muerte sobre sí mismo en este mundo y no tiene porción en el mundo por venir.
Pero estos Árboles pueden fusionarse para la transmutación: Este verso (Prov. II:24) testifica que el que da al pobre induce al Árbol de la Vida a dar de sí mismo al Árbol de la Muerte, de manera que la vida y la dicha prevalen en lo alto, y de manera que ese hombre, siempre que está en necesidad, tiene el Árbol de la Vida para sostenerle y el Árbol de la Muerte para cobijarle (Zohar, Beha 'Alotheka).
Todas las supra-almas emanan de un alto y poderoso Árbol y todos los espíritus de otro Árbol más pequeño, cuando éstos se unen, brillan con una luz celestial. Pues lo femenino es a imagen del Árbol pequeño, el más bajo, el Árbol femenino, y tuvo que recibir la vida de otro Árbol. Cuando el Bendito otorga al pecador gracia y fuerza para cumplir su retorno a la rectitud, el hombre mismo (que como un pecador había estado "muerto") está verdadera y perfectamente vivo, pues está unido al Árbol de la Vida. Y, estando unido con el Árbol de la Vida, se le llama "un hombre de arrepentimiento", porque ha devenido un miembro de la Comunidad de Israel (Zohar, Mishpatim, III, 303-324)
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[1] https://symbolos.com/arbinv1.htm
[2] https://symbolos.com/arbinv2.htm
[3] https://symbolos.com/arbinv3.htm
[4] https://symbolos.com/arbinv4.htm
[5] https://www.sacred-texts.com/earth/pf/pf30.htm