viernes, 29 de abril de 2022

La evolucióin de los Grupos de Alma y la Transcendencia

 


Los siguientes son extractos que traduje de la obra Road To Immortality, un trabajo extraordinario atribuido a Frederick Myers, aunque supuestamente lo dictó tras su fallecimiento físico, a través de la médium irlandesa Geraldine Cummins. Frederick fue uno de los principales pioneros del siglo XIX en la investigación de la conciencia que pareció probar sus ideas de existencia más allá de su muerte física. Sus puntos de vista son completamente legítimos y están en sintonía con las experiencias de algunos de nosotros. Entonces, no es cuestión de creer o no en canalizar. Geraldine podría haber sido simplemente parte del grupo de almas de Frederick, haciendo esto más fácil. En cualquier caso, vale la pena estudiar el contenido. Aquí tienes algunos pasajes:

      I ¿POR QUÉ? EL ENIGMA DE LA ETERNIDAD

El espíritu o mente más profunda, que nutre un número de las almas en camino con su luz es un pensamiento de Dios. Esta es la vida. Ahora, el místico habla del dios dentro de él. Este es una declaración completamente errónea. El término Dios significa la Mente Suprema, la Idea detrás de toda vida, el Todo en términos de pensamiento puro, un Todo dentro del cual se acuna el Alfa y Omega de la existencia como concepto mental. Cada acto, cada pensamiento, cada hecho en la historia de los universos, cada parte de ellos, está contenido dentro de ese Todo. Ahí está el concepto original de todo. Entonces es una absurda presunción por parte del místico de llamar a su propio espíritu Dios. Esta miríada de pensamientos, o espíritus, engendrados por la Poderosa Idea, difieren unas de otras; muchos de ellos, casi todos, antes de que controlen y se manifiesten en materia, son embriones crudos, inocentes e incompletos. Ellos deben acumular para sí innumerables experiencias, manifestarse y se expresan en formas incontables antes de alcanzar la plenitud, antes de que puedan conocer la perfección de sabiduría, la verdadera realidad. Una vez adquiridos, pueden asumir atributos divinos y desmayarse Allá, entrando dentro de la Idea Suprema y convirtiéndose en parte del Todo.

La razón, pues, del universo y de toda apariencias, incluso las pequeñas alegrías y tristezas mundanas de los seres humanos, se encuentra en el término "evolución de espíritu", la necesidad de una realización completa que puede ser obtenida a través de la limitación, a través de la expresión del espíritu en la forma. Porque sólo a través de esa expresión puede el espíritu crecer, desarrollándose desde el embrión, sólo a través de la manifestación en apariencia puede el espíritu obtener cumplimiento. Para esto nacimos, para esto entramos y pasamos a través de miríadas de mundos o estados, y siempre el universo material está creciendo, expandiéndose, dando más y más completa expresión a la mente. El propósito de la existencia puede resumirse en una frase: la evolución de la mente en la materia que varía en grado y tipo, de modo que la mente se desarrolla a través de la manifestación, y en un universo en constante expansión siempre aumenta en poder y gana por lo tanto la verdadera concepción de la realidad.

 Los innumerables pensamientos de Dios, esos espíritus que dan vida a todas las formas materiales, son la manifestación más baja de Dios, y así debe aprender a convertirse en Dios, en una parte efectiva del Todo. p.31-32


VI EL GRUPO DE ALMA


...creo que le he explicado antes que como hay ciertos centros en el cerebro, así en la vida psíquica hay un número de almas ligadas por un solo espíritu, dependiendo para su alimento de ese espíritu.

[…] Puede que pienses que mi declaración es frívola, pero el hecho de que aparezcamos en la tierra para pagar los pecados de otra vida es, en cierto sentido, cierto. Era nuestra vida, y sin embargo no nuestra vida. En otras palabras, un alma que pertenece al grupo del que soy parte vivió esa vida anterior que construyó para mí el marco de mi vida terrenal, la vivió antes de que yo atravesara las puertas del nacimiento.

 [...] Muchos hombres-alma no buscan otra vida terrenal, pero su espíritu se manifiesta muchas veces en la tierra. Cuando hablo de mis antepasados espirituales no hablo de mis antepasados físicos, hablo de esos almas-ancestros ligadas a mí por un espíritu. Puede haber dentro de ese espíritu veinte almas, cien almas, mil almas.

[...] no volveré a vivir sobre la tierra, sino que eso lo hará un alma nueva, la que se unirá a nuestro grupo, entrará en breve en el patrón o karma que he tejido para él en la tierra. Sin duda, "karma" es una palabra que uso incorrectamente aquí. Porque es algo más y algo menos que karma lo que hereda. Soy, por lo tanto, un reino y, sin embargo, no soy más que una unidad en ese reino. Puedes decirme que, para el Alma-hombre, una vida en la tierra no es suficiente. Pero, a medida que evolucionamos aquí, entramos en esos recuerdos y experiencias de otras vidas que se encuentran en la existencia de las almas que nos precedieron y son de nuestro grupo. Percibirás en mi análisis del alma grupal que somos individuos y miembros de un todo. Y cuando lleguen a la Cuarta, y más particularmente a la Quinta etapa, se darán cuenta de cuán fina y hermosa es esta hermandad dentro del ser único; cómo profundiza e intensifica la existencia; cómo destruye el frío egoísmo tan necesario para la vida en la tierra, donde una criatura viviente debe destruir continuamente la manifestación de otra en la materia para mantener su vida física En la Cuarta etapa el alma se vuelve sensible al alma grupal, y a través de la conciencia surge un gran cambio. A tientas comienza a comprender el carácter de la experiencia, las posibilidades de la mente; y en esta Cuarta etapa, si es un Hombre-Alma, es especialmente propenso a cometer errores.

[…] Por ejemplo, un budista fanático o un cristiano muy devoto puede ser retenido dentro del surco de sus creencias terrenales. Porque esas otras almas en su comunidad están quizás, también retenidas en las cadenas de esas ideas particulares […] Está retenido en los tentáculos de un pulpo. Este pulpo es la idea terrenal cristiana o budista de una vida después de la muerte, su visión del universo tal como se creó cuando estaba en la tierra. Ahora, reconocerá que tales condiciones tienden a inhibir el progreso. Porque significa -para usar otra metáfora- morar en una crisálida intelectual, vivir en las concepciones terrenales pasadas. pág.65


Hombre-Espíritu


 El hombre-espíritu no está atrapado en este eidolon o fantasma viviente, en este espectro de creencias terrenales. Los grandes maestros no están así atrapados. Cristo, el Hijo de Dios, entró en el Hades, pero no habitó en ninguno de los otros planos del ser. Cristo, siendo inspirado directamente por Dios, no estaba conectado con ningún alma grupal. Pasó del Hades allá lejos; pues Su cuerpo físico fue, durante Su vida en la tierra, la expresión directa en el barro de esa Esencia, la Imaginación de Dios. Verdaderamente, Cristo era una expresión limitada del Todo, estaba en la vida terrena ligado al Todo. Pero todo cristiano nacido en la tierra está inspirado por algún espíritu individualizado. Cuando escribo "individualizado" quiero indicar que es un pensamiento de Dios; no es, por tanto, el Todo, no es la Fuente de toda vida.

[…] Ahora bien, si el alma ha de pasar de la Cuarta a la Quinta etapa primero debe sacudirse el escenario, desechar cualquier dogma, cualquier perspectiva terrenal especial que haya moldeado su mentalidad, que lo confina. p-62-66


        VII EL PLANO DE LLAMA EL QUINTO PLANO

                      Nacimiento a la quinta etapa


Llega un momento en que el alma que mora en el El Cuarto plano de la vida se prepara para el incidente de la muerte. Esta muerte no se parece a la muerte del hombre. En este punto particular en la evolución el alma tiene perfecto control absoluto de la forma, de su apariencia, de su eidolon o fantasma viviente. Este es el último velo entre él y una concepción de la existencia sin forma. Debe liberarse antes de poder irse. Sube otro peldaño de la escalera, y la libertad solo puede venir a través del proceso deliberado llamado "La ruptura de la imagen". Es el adiós a la apariencia, a la forma como necesidad, al color, al sentimiento como certeza, como condición de vida.

[…] De nuevo el alma entra en la inconsciencia; y cuando ha llegado a la Quinta etapa, se ha despojado de ciertos atributos que eran suyos cuando aún habitaba la Imagen; porque su alma era, en parte, esa Forma de Luz que ahora ha desechado.

[…] Sabe entonces que debe elegir entre avanzar o retroceder. El espíritu en realidad fuerza la elección.

 […] Cuando se encuentra en la puerta del mundo de muchos colores, el hombre del alma a veces elige retroceder a la primera división de esta región.


                   El Símbolo de la Quinta Etapa


El término "llama" expresa la Quinta etapa. Porque ahora el alma se vuelve emocionalmente completa, consciente no solo de sí misma, sino de todas aquellas otras almas que son de su grupo. Él sigue siendo él mismo, pero también es todos esos otros yoes. Ya no mora en la forma -tal como es concebida por el hombre-, pero aún habita en lo que podría describirse como un "esquema". Todas las pasadas emociones, pasiones, modos intelectuales de expresión pertenecientes a sus almas compañeras configuran este contorno, un contorno de pensamiento emocional; un gran fuego que agita y mueve este poderoso ser ahora. Mientras permanece en este quinto plano, la experiencia es múltiple, es una multiplicación, pierde, en cierto sentido, su unidad aparente. En efecto, vive una vida que parece arder como un fuego. Es un tiempo de disciplina severa, de sentimiento intelectual enormemente aumentado, de grandes limitaciones, de libertades ilimitadas, de vislumbrar horizontes infinitos.p.68 […] Él es, pues, todo el tiempo cada vez más fusionado con el Unificador Espíritu. Una rara intensidad de sentimiento, de alegría, éxtasis, tristeza, de oscura desesperación lo nutren, alimentan su vida. Sin embargo, mientras tanto, él está en cierto sentido aparte, distante. Él no está atrapado en la tormenta de este torbellino emocional. pág.69

[…] El alma, en este Quinto nivel de conciencia, está continuamente consciente. Ahora no hay lagunas, no hay períodos de inexistencia. Se deleita en la vida emocional e intelectual de todas esas almas camaradas que están en los diversos peldaños de las escaleras que llegan hasta el Espíritu Único y son iluminadas por él. Pero esta alma, en el clímax de su existencia en el plano de la llama, es como un artista que vive en su obra maestra, deriva de ella, en todas sus características, en la frescura de su creación cambiante y en evolución, ese extraño júbilo que puede , tal vez, en un raro momento, ser conocido por un genio creativo, aunque muy débilmente, mientras aún vive sobre la tierra. pág.69

El Hombre del Alma, sin embargo, no puede dejarlo para el Sexto plano hasta que el alma grupal esté completa, hasta que esas otras almas, necesarias para este diseño tejido en el tapiz de eternidad, también han alcanzado este nivel de conciencia. Algunos todavía pueden estar muy atrasados. Pero en este estado de ser, el Alma-hombre toma conciencia de la vida emocional de todas las almas más primitivas que habitan la materia cada vez más densa y, sin embargo, pertenecen a su grupo. Toma conciencia, en suma, de todas las partes del gran cuerpo que su espíritu, o Principio Unificador, alimenta con su Luz. Realiza la vida subconsciente de la flor, el insecto, el pájaro, la bestia, todas aquellas formas que están conectadas con el gobernador de su ser, esa Luz de Arriba. La construcción del alma grupal. La construcción real del alma grupal debe ser claramente visualizado. Su espíritu alimenta, con vida y mental luz, ciertas plantas, árboles, flores, pájaros, insectos, peces, bestias, hombres y mujeres; representantes de la vida criaturas en diferentes estados de evolución. Inspira almas que están en varios planos, varios niveles de conciencia en el más allá. Se alimenta, también, de criaturas de otros planetas. Porque el espíritu debe recoger una cosecha de experiencia en todas las formas. Gradualmente estas inteligencias evolucionan y se fusionan. La experiencia necesaria para el espíritu se completa cuando todas las almas necesarias para el diseño han alcanzado este Quinto plano. Una vez que se vuelven conscientes de su unidad e individualidad, pueden pasar al Sexto plano. Hay, pues, una ruptura de los hilos, un desecho de la escoria de la experiencia emocional, un tamizado y un cambio por parte de todas estas almas. pág.69-70

VIII EL PLANO DE LUZ BLANCA EL SEXTO PLANO

Razón pura


La luz blanca representa la perfecta ecuanimidad de pensamiento puro. Tal ecuanimidad se convierte en posesión de las almas que entran en este último reino rico de experiencia. Llevan consigo la sabiduría de la forma, la incalculable sabiduría secreta, reunida solo a través de la limitación, cosechada a lo largo de innumerables años, obtenida de vidas pasadas en innumerables formas. El conocimiento del bien y del mal y de lo que está más allá del bien y del mal les pertenece ahora. Son señores de la vida, pues han vencido. Son capaces de vivir ahora sin forma, de existir como luz blanca, como pensamiento puro de su Creador. Se han unido a los Inmortales. El propósito del Sexto plano del ser podría ser descrito como "la asimilación de los muchos en uno", el unificador de todas esas unidades mentales que he llamado almas, dentro del espíritu. pág.71

IX MÁS ALLÁ

          ATEMPORALIDAD EL SÉPTIMO PLANO


Parte del Principio Divino El séptimo estado podría describirse como el "pasaje de la forma a lo informe.” Pero ruego que no malinterpreten el término sin forma"... El alma que entra en ese Séptimo estado pasa al Más Allá y se vuelve una con Dios. Esta fusión con la Idea, con la Gran Fuente del espíritu, no implica aniquilamiento. Todavía existes como un individuo. Eres como una ola en el mar; y por fin has entrado en la Realidad y expulsado de ti todas las ilusiones de las apariencias. Pero alguna esencia intangible ha sido añadida a tu espíritu a través de su larga morada en la materia

[…] En realidad, el paso de la Sexta a la Séptima estado significa la huida del universo material, de ese espacio que es parte de él. Vives no solo fuera del tiempo sino también fuera del universo en este último plano del ser. Sin embargo, puedes ser y eres, en un sentido, dentro del universo.

[…] Cuando habitas allá afuera, tú, como parte del Principio Divino en su esencia, eres plenamente consciente de la imaginación de Dios. Entonces eres consciente de cada segundo en el tiempo, eres consciente de toda la historia de la tierra desde Alfa hasta Omega p.73

 

 

martes, 5 de abril de 2022

Haciendo un Alma Nueva vs Viejas Almas carnales, psíquicas y espirituales



¿Qué distingue a un alma vieja de un alma nueva?
¿Cuál es el origen del alma y el espíritu? ¿Qué los distingue? ¿Qué es lo que reencarna? ¿Por qué el espíritu llegó a estar atrapado en el Adam que cayó? ¿Cuántos tipos de espíritu y alma hay?

 Antes de responder a estas preguntas que me llegan de Ecuador, digamos a grandes rasgos que el Alma nueva es literalmente la que se forma por medio del Espíritu de Verdad y Vida, integrando experiencias que expresan al Nuevo Adam, el nuevo tipo de Humanidad sembrada por el Maestro Nazareno hace 2000 años: 

Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida.

Y ese Camino se recorre en relación consciente con el Espíritu de Verdad que proviene del Mensajero/Ángel interior, el cual hace de Maestro conector desde nuestra infancia:

Mirad que no despreciéis a uno de estos pequeñitos, porque os digo que sus ángeles/mensajeros en los cielos contemplan siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos...el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, El os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho.
(Mateo 18:10)

Y yo rogaré al Padre, y El os dará otro Ayudante/Consejero Mayordomo para que esté con vosotros para siempre; es decir, el Espíritu de Verdad, a quien el mundo no puede recibir [...] Pero el Ayudante, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, El os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho (Juan 14).

Cuando venga el Ayudante, a quien yo enviaré del Padre, es decir, el Espíritu de Verdad que procede del Padre, El dará testimonio de mí, y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio (Juan 15:26)

 Es interesante ver que en el texto griego el Ayudante aparece mencionado como Parakleto, igual que en la versión de la Peshitta aramea: פרקלטא

Pero lo importante es comprender que las nuevas almas 

sólo se forman en relación a ese Nuevo Ayudante, en quienes se hallan conectados a Yeshua, no a otros maestros, por muy llenos de santidad que estén.

En cambio, las almas viejas son todas derivadas del Adam ha Rishon o Alma de la Primera humanidad de Luz que cayó en el Gan Eden. Algunas son fragmentos de almas vitales o intelectuales que vienen de gilgulim o retornos en diferentes existencias, desde hace al menos 6000 años.

Y lo cierto es que casi todos los humanos tenemos fragmentos del espíritu y alma de esa primera humanidad adámica caída. Somos Hijos de Adam, pero con posibilidad de volver a ser Hijos del Bendito cuando recibimos el nuevo espíritu que se profetizó: 

Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu (ruaj) nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne (Ezekiel 36:26-28)

Ahora, ese nuevo espíritu no debe confundirse con el que se forma con la vieja neshemah o soplo divino del Primer Adam.

Lo menciono porque sabios como Rabbi Isaac Luria y su discípulo Jayim Vital enseñaron que existen neshemot o almas adámicas que aunque pertenecieron al cuerpo general del Adam, no cayeron, y vienen por vez primera para ayudar a rectificar.

Sin embargo, no dejan de formar parte del viejo Adam, por muy santas que sean. Incluso maestros como Moisés o Buda estaban manifestando a ese Adam Primero con su Nishmat Jayim, el puro Soplo de Vidas. Se dice que Moisés alcanzó el grado Jayah del Alma, el Keter de Beriah. Pero en ese entonces no había sido establecido el nuevo prototipo adámico o Último Adam.

El Hombre Nuevo goza de inmunidad porque no es alma viviente (nefesh jayah/psyche zooion) como el primer Adam, sino un espíritu vivificante (ruaj jayah), tal como expresó Pablo en 1 de Corintios 15, donde también le llama Último Adam.

Esto es el nuevo Espíritu y Alma sembrado y gestado por el Maestro. Y al recibirlo nos hace tener una relación cara a cara con lo Divino: 

Quien me ve a mí, ve al Padre (Juan 14)

 Quiere esto decir que quien conoce la Personalidad del Hijo Divino, conoce la del Bendito, porque son uno.

Esto contrasta con la relación espalda contra espalda, la condición de la humanidad desde el Gan Eden y la entrega de la Torah: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá (Éxodo 33:20).

 Esto hacía que los humanos encarasen más la muerte que la Vida:

Porque así como en Adam todos mueren, también en el Ungido de Luz todos serán vivificados (1 Corintios 15:22)

¿Cúal es el origen del espíritu y el alma?

El espíritu de la humanidad arrastra memorias que se remontana los orígenes del Universo y la caída de las caídas. Esto explica extraños recuerdos que tenemos algunos, tales como vernos suspendidos en espacios de Luz, contemplar extraños episodios galácticos, etc.

Al mismo profeta Job se le dijo lo siguiente:

 ¿Dónde estabas tú cuando yo echaba los cimientos de la tierra?   Dímelo, si tienes inteligencia.
[…]  ¿Dónde está el camino a la morada de la luz?  Y la oscuridad, ¿dónde está su lugar,  para que la lleves a su territorio,  y para que disciernas los senderos de su casa?  ¡Tú lo sabes, porque entonces ya habías nacido, y grande es el número de tus días! (Job 38:4-21)


¿De qué alma vienen entonces las memorias? Debemos indagar esto aclarando los términos.
En primer lugar las palabras alma y espíritu son confusas porque a veces se refieren a lo mismo, dependiendo del contexto.
 

En hebreo hay dos palabras que pueden traducirse como espíritu, pero son diferentes matices: neshemah (soplo) y ruaj (viento).

En griego pneuma (espíritu) es soplo o respiración mientras que psyche (alma) es la energía psíquica que anima un cuerpo y se considera la esposa del espíritu, el cual es el activador y piloto del alma, tal como decían los sabios griegos. 

Ahora, en el lenguaje hebreo se amplía la noción de alma. Se dice que el Hombre o Adam tiene una estatura plena con cinco grados de Alma que incluyen el alma vital (nefesh), espíritu o viento emocional (ruaj), la consciencia intelectiva (neshemah), la voluntad y anhelo de Vida divina (jayah) y la unión plena con el Todo (Yejida)

Y los tres primarios, Nefesh, Ruaj y Neshemah (NaRaN para abreviar), son los que deben unirse para llevarnos a los ulteriores, dando el NaRaNJaY o estado de Conciencia Absoluto.  

Sin embargo, esto implica incrementar la comprensión, por medio del soplo de entendimiento.


La Neshemah o Soplo es la Lámpara (NeR) de YHVH y sondea los pensamientos del corazón (Proverbios 20: 27).

NeR es el acrónimo cabalístico de Neshemah, Nefesh o alma vital y Ruaj o viento emocional, porque la unión de Neshemah con el alma vital es lo que genera el Ruaj, una personalidad con sus memorias.


Esto se compara a soplar en un cristal incandescente, o materia astral en formación, como en el Gan Eden. El soplido es la neshemah, el viento o actividad interior es el ruaj y el nefesh es la energía vital generada. Es así como espíritu y alma vienen a ser un mismo proceso.

Y Adam era un alma vital con impulsos animales o nefesh behemit, formada del polvo de Adamah, o Edom, y recibió el soplo llamado nishmat jayim, un entendimiento primario de vidas que venía de las radiaciones astrales o Madre Natura, sobre todo de la Luna, no del Padre solar. Por eso se dijo:


Pero hay un espíritu o ruaj en el hombre, y neshemah de Shaday le da entendimiento (Job 32).

Shaday es la Providencia pechos (shedim) de la Naturaleza, asociada a la esfera de Yesod, Esfera lunar de fertilidad. En otras palabras, lo que hizo que florecieran ciertos seres adámicos era la radiación solar filtrada por el campo magnético de la luna.

Ahora, esa Neshemah era por sí misma un Nefesh Elokit, ya que Adam debía desarrollarla a nivel de Ruaj y Neshemah, Jayah y Yejida, alcanzando el Tifereth de Atzilut con toda la estatura de Beriah. Pero apenas pasó del grado nefesh porque las pasiones del Nefesh behemit le arrastraron.


Esto explica por qué el alma adámica que tenemos llegó a estar atrapada en la materia, y por qué ahora necesita recibir un influjo mayor.

El soplo de inteligencia angélica de Adam venía de  los astros, pero ahora viene de la Fuente Primordial, el Sol Absoluto, porque lo que debemos recibir es la Mente del Mesías Yeshua, su Comprensión. Esto es lo que aporta masculinidad divina a nuestra vida.

En cambio, el alma Adam era la mujer o parte femenina que recibió el soplo de la Madre, radiaciones soli-lunares y planetarias que hacían de espíritu masculino-femenino. Así Adam adquirió una capacidad reproductiva espiritual, el alma receptiva con cromosomas almáticos femeninos o XX y espirituales masculinos o XY.  Pero al no comer del Árbol de la Vida (la Comprensión potencial del Mesías), esa unión de los gemelos internos no se produjo y el soplo espiritual o neshemah quedó aislada, secuestrado por las pasiones del alma vital, generando un ruaj o viento emocional torcido que abrió el portal a la Serpiente, la cual era un Ruaj torcido muy antiguo. En Adam cayó bajo los susurros Lilith, la mujer extraña, y la mente de Samael, el Ángel de la Muerte que rige el mundo de cuerpos físicos.

Tras unas modificaciones a diversos organismos, los Arquitectos lograron que Adam generase otro viento emocional menos rebelde, pero fue igualmente susceptible a la caída. 

A esto le di en llamar la Gran Chapuza, pues sólo condujo a reproducir la rebelión angélica celestial,  en la del Gan Eden y luego en la terrenal, con las humanidades. 
 

De ahí vino la división de Adam en Hombre y Mujer, donde la parte masculina vio a la  mujer como carne de mi carne y huesos de mis huesos. Porque la mujer es el cuerpo emocional-racional que expresa el discurso de Adam. De hecho, en el Salmo 19:2 se dice literalmente: de noche a noche muestra (javah) conocimiento (da´at).

Javaj representa también el hemisferio cerebral izquirdo, que podía escuchar los susurros de Najash, la serpiente que les incitaba a comer del Etz ha Da´at o Árbol del Conocimiento de lo bueno y deficiente.

Y al mezclarse con la energía Serpiente o Najash se convirtió en Java, madre de criaturas vivientes o Chay. No por casualidad el vocablo arameo Javya (חויא) es Serpiente y hace juego de palabras con Java(
החו), en hebreo, y en arameo חוא.

Esto fue la mezcla de dos semillas, el soplo intelectual o semilla de la mujer, más el espíritu torcido que viene del secuestro de esa inteligencia y porta la semilla reptiliana, que no se sacia y tiende al mal.

Así se dio nacimiento a una humanidad carnal llamada Caín, la cual asesinó a su soplo de Conciencia, Habel.

 

¿Cuántos tipos de alma y espíritu hay?


Hay una tercera línea adámica, resultado de unir a Adam con Javah, y esa fue Seth, que era híbrida, pero con más fuerza de Luz. De ella desciende Enosh, la humanidad presente, donde hay aún mezcla, pero también Enokh y Noaj, porque ofrece la posibilidad de ser rectificados y elevados.

Además, de aquí derivaron tres tipos de alma que podemos llamar Carnal o Cainita, Psíquica-espiritual o Abeliana e Intelectual-espiritual, que se corresponde con Seth.
 

Ahora bien, luego, en la línea de Seth se produjo una segunda subdivisión al llegar al noveno patriarca desde Adam, que fue Noaj (Don del espíritu divino, Chen, al revés). Y se dice que Noaj tuvo tres hijos: Kham, que representa el Nefesh de esa Neshemah; Jafet, que sería el Ruaj o viento emocional y Shem, el nombre que simboliza el grado Neshemah propiamente dicho.

Y la propia Torah cuenta que al bajar del Arca, Noaj plantó una viña y se emborrachó. Esto encierra un código, ya que vino (yayin) vale 70, como Sod, Secreto. El alma Neshemah se emborrachó de conocimientos. Aunque sus hijos Shem y Jefet proporcionaron la cobertua, cubriendo a su padre en su tienda. El desarrollo del alma cubre nuestras transgresiones y desnudeces.
 

Luego el espíritu o soplo dio lugar a variantes, que se reflejan en todo el ulterior desarrollo de la Torah: Abraham, Isaac y Jacob; Aron, Moshe, Yahoshua; Shaul, David, Shalomon; Giezi, el sirviente de, Eliseo y Elías; Pedro, Jacobo y Juan, que son el merkava receptivo que debe unirse al superior.  Y finalmente el nacimiento pleno del Nuevo Adam, que se representa en la Transfiguración, con Moshé/Moisés, Eliyahu/Elías y Yeshua, que cubren ya los cinco grados del Alma Divina:


¿Y qué es lo que retorna cuando no se completa el nacimiento del Bebé divino?

Tanto la vieja Neshemah y las memorias del Ruaj como el Nefesh son susceptibles de retorno. Pero la Neshemah y sus memorias retornan por medio del Ibur (gestación), entrando en otras almas para completar sus experiencias, rectificar o guiar. 

En cambio los nefeshot o almas vitales vuelven por gilgulim, reciclados como parte de otra existencia. Y comienzan desde sus inicios. Sólo al desarrollarse el Ruaj pueden bajar elementos del alma mental más evolucionada.

En cualquier caso, ese procedimiento es muy costoso y arriesgado ya que se pueden perder logros y galones, como les sucedió a los ángeles caídos. Por eso lo más seguro es vivir ligados al Espíritu de Verdad que nos muestra el camino de vuelta sin riesgo a quedar atrapados de nuevo.