¿Conoces tu Cordero y tu Carnero?

El Moisés Cornudo de Miguel Ángel, Basílica de San Pedro.

 Este viernes comienzan los ocho días de Pascua, y aprovechando que los cristianos ya están celebrando una particular Pascua solar [1], viene muy a cuento desentrañar lo que el Cordero y el Carnero significan.

¿Por qué muchos cristianos y judíos siguen viéndose como adversarios, negándose mutuamente? Quizá ignoran algo que tiene que ver con este mes de Aries, el Carnero.

Los ocho días de Pesaj o Pascua judía se celebran a partir del 14-15 de Nisán (Mes lunar de Aries), de acuerdo a la Torah (Éxodo 12:14-17), y estaban pensados para el "sacrificio del ego pascual y la levadura de orgullo, soberbia e hipocresía".

Pues iluminar la oscuridad no consiste en realizar  rituales religiosos, sino en conocer y comprender la Luna subconsciente. He ahí la importancia del comprender el calendario lunar que la rige. ¿Cómo vamos a iluminar si no sabemos qué?

La Luna Nueva de Aries comenzó el pasado 17 de Marzo, por lo que el subconsciente a muchos tenderá a hacerse más peleón estos días para imponer su Ego, cual carnero que embiste a todo el que considera "adversario". De hecho, a todo Aries lunar (Libra solar) le gusta tener a alguien cerca para debatir, refutar, destacar y a ser posible "humillar".

Se cuenta que hace décadas algunos racistas solían humillar a judíos, buscándoles los cuernos en la cabeza, y haciéndoles descalzarse para ver si tenían pezuñas. Todo porque Moisés es descrito y representado con cuernos:

Y cuando Moisés bajó del Monte Sinaí, él sostuvo las dos tablas del testimonio, y no sabía que su rostro estaba inspirado en la conversación del Ser Eterno (YHWH). Y Aarón y los hijos de Israel, viendo el rostro de Moisés con cuernos, tuvieron miedo de acercarse "(Éxodo 34: 29-30, D-R) 

"Y...papi, ¿por qué Miguel Ángel representó a Moisés con cuernos eh?". "Pues no sé hijo, dicen que San Jerónimo se equivocó y tradujo "cuernos"  en vez de "rayos" al escribir la Biblia en latín. Así que Miguel Ángel debió equivocarse igualmente".

Desgraciadamente así piensan mentes acobardadas por las amenazas religiosas: "no estudiéis estas materias tan esotéricas, que son cosas del demooooño, uhhhh".

¿Del demonio? Entonces el Nazareno debió de ser el más grande de los demonios.

Por eso les hablo en parábolas, porque miran, y no ven; oyen, pero no escuchan ni entienden." (Mt 13, 11-13)

Y Moshe debió de ser otro, pues supuestamente escribió toda la Torah–que no la Biblia traducida y manipulada babilorrománicamente. 

Y salvando el hecho de que la Torah también tiene añadidos babilónicos que cantan más que los pinreles de Lucifer, aquí no hay trampa ni cartón. Y los cuernos están bien, pero que muy bien puestos–no me malinterpreten.

Bien es cierto que Miguel Ángel representó unos cuernos que parecen más de cabrita que de carnero. Y aunque el texto no dice que sean cuernos de carnero, se intuye, por lo que veremos.

Evidentemente Jerónimo no ignoraba que  קרן keren aparece como "cuernos" en la mayoría de pasajes escriturales, a excepción de alguno.

Y tampoco ignoraba que según Ezequiel 43:15 el altar del alma tiene cuatro cuernos, igual que el trono divino:

y oí una voz de los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios (Apocalipsis 9:13)

Dado que los cuernos a menudo representaban autoridad y poder, cabe pensar que aquí hacen referencia a las Cuatro Criaturas o Jayot, querubines guardianes que rigen sobre cuatro estados de consciencia. El Buey y Tauro referencian dos estados físicos, la pesantez y la fortaleza; Leo es agresivo o pasional en lo emocional; el Águila es la mente superior, sublimación de Escorpio, mientras que el Hombre Acuario es la Conciencia humana que los equilibra.

Lo que se halla detrás de esta Enseñanza sobre los cuernos es cómo lo humano animal puede ser realmente elevado con la ayuda de la Luz divina. Pues el Amor Divino no permite que lo caído permanezca en tal condición, sino que le da una oportunidad de sublimarse. Al fin y al cabo, las criaturas que somos resultado de la Caída no tenemos la culpa del accidente que sucedió aquí en la tierra.

Sin embargo, el Adam caído o alma humano-luciférica por el momento depende del impulso o espíritu satánico que rige cuerpo, emoción y mente carnales.

En hebreo se califica de Satan a todo el que ataca, embiste o se hace "adversario", ya sea humano, divino o semi-divino. Satán es una "función", no un personaje en concreto, como enseñan falsas doctrinas religiosas. Así como tampoco hay El Demonio, que sólo significa "acusador", "delator", "calumniador", y todo ser más o menos consciente puede ejercer tal cargo. Hay de hecho mucho humano con rabo y cuernos invisbles.

El Ego corporal, emocional, mental y espiritual siempre quiere imponerse sobre  otros, y lo hace como sombra del Gran Yo Soy Divino que debe suplantarle. 

Yo Soy Amor (Ahaba), Vida (Jayeh), Luz (Aur) y Paz (Shalom) es el Nombre del Ser Eterno (YHWH, Éxodo 3:14). 

En cambio, el Yo Soy adversario impetuoso siempre se ha asociado al Carnero Aries, símbolo del Ego en curso evolutivo.

Y los Egipcios tenían al Carnero por deidad, como vemos en la avenida del Templo de Karnak. De ahí que Moisés escribiera sobre el sacrificio del Cordero, antes de que se convirtiera en Carnero impetuoso.

El Yo Soy se hace Ego satánico o divino,  dependiendo de cuán capaces seamos de mirar a la Luz de la Conciencia cara a cara, como Adam antes de la Caída, o espalda contra espalda, tras caer al sueño de la existencia.

¿Somos capaces de enfrentar la oscuridad de nuestro alma egoica y soportar la quemazón producida por la Luz del Yo Soy primordial que nace dentro como Hijo, Cordero inocente? 

Se dice que Yosef fue capaz de mirar el rostro del Padre, al igual que Moshe; aunque en realidad miraban de cara la Luz de Conciencia-Hijo, que es emanda por el Padre.

Y Moshe (MShH) leído al revés da Ha Shem, el Nombre.  

Pero los hijos de Israel le tenían miedo porque no todo el mundo puede ver la Verdad del Nombre y seguir viviendo. El Ego no puede existir ante el Yo Soy Amor, Vida, Luz y Paz.

Y como no podían soportar la revelación de sus transgresiones, Moshe tuvo que taparse el rostro de Conciencia y velar la Torah, dando una Ley de Piedra con mandamientos religiosos acusadores, satánicos.

Es por ello que la religión dice: "no, no, no, prohibido, hereje, desobediente..."

Por contra, la Luz de la Verdad enseña: "Vive iluminado y ayuda a los demás a Vivir iluminados."

Vernos como somos percibidos por lo Divino es vernos de modo "objetivo", y eso duele mucho cuando hay sombra acusadora:

Pues ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido

(1 Corintios 13:12)

Ver cara a cara implica vernos como desde afuera, algo que sólo sucede en estados elevados de conciencia, como en algunos episodios de Experiencias Cercanas a la Muerte.

Por el momento se nos ha dado una capacidad de Conciencia moral objetiva que ilumina y evalúa cuerpo, corazón y mente. Y esa Conciencia es nuestro pequeño Corderillo, dócil e inocente, nuestra semilla del Yo Soy Amor, Vida, Luz y Paz, que no soporta la maldad y orgullo del Ego, pues siempre existió en los reinos celestiales, esperando a encarnarse en algún humano animal que llegue a reflejar el Nombre.

No por otra razón se habla del Cordero que fue sacrificado antes de la creación del mundo (Apocalipsis 13:8)

Ser conscientes del Cordero y el Carnero dentro de nosotros nos ayudará a comprender muchos mitos y pasajes escriturales de profunda carga esotérica sobre las reencarnaciones o Gilgulim de las que habla la Torah y los Evangelios de forma parabólica. 

Pero de eso ya hablaré en Pesaj.

Shalom. Paz a todos.

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[1] Es muy delatador que la Pascua cristiana se inicie justo después de comenzar el Equinocio de Primavera (21 de Marzo), fiesta de la diosa virgen Ishtar (Easter, Pascua en inglés), que trae la resurrección de su hijo Tammuz, el retorno del viejo Nimrod babélico que confundió al mundo entero.

Más que una Enseñanza del Ungido/Mesías parece un sincretismo o mezcla de mitraísmo y judaísmo, lo cual no ayuda a reconciliar y perpetúa el conflicto. 

Este hecho indica cuánto odio sigue escondido, y equivale a adorar a viejos dioses astrales (solares, lunares y planetarios) de los que debe liberse la humanidad.