Para los que sepan, o quieran aprender inglés,
alguien ha subido una buena recitación,
con música del maestro armenio,
arreglada por su alumno Thomas de Hartmann.
La
siguiente lista de 82 consejos apareció por primera vez en la
autobiografía La
Danza de la Realidad,
de Alejandro Jodorowsky, director de cine y artista terapeuta.
Según
nos narra el autor, estos consejos le fueron dados a conocer por una
mujer apodada Reyna D´Assia, quien en el relato se presenta como
hija de G.I.Gurdjieff, maestro armenio de danzas y desarrollo
interior.
Teniendo
en cuenta el sabor novelesco y simbólico de muchos de los
acontecimientos descritos, a veces es difícil separar la realidad
factual de la realidad simbólica, al igual que en las películas
de Jodorowsky y la obra Encuentros
con Hombres Notables,
autobiografía del propio Gurdjieff.
A
pesar de ello, estos llamados "mandamientos" que ella
atribuye a su padre, parecen reflejar muchas de las actitudes del
maestro armenio.
Merece
bastante la pena meditar sobre cada uno de ellos, independientemente de la
veracidad de la fuente y los eventos en que fueron supuestamente
presentados.
Impulsan
de manera casi abrumadora a vivir con un sentido común
verdaderamente universal.
Reyna de Assia al habla:
Reyna de Assia al habla:
Nos
han maleducado, vivimos en un mundo competitivo donde la honestidad
es sinónimo de ingenuidad. Tenemos que desarrollar ciertas buenas
costumbres. Algunas de ellas parecen simples, pero son muy difíciles
de realizar. Por creerlas nimias, no nos damos cuenta de que son la
llave de la consciencia inmortal. Te voy a dictar los mandamientos
que me enseñó mi santo padre:
Fija
tu atención en ti mismo, sé consciente en cada instante de lo que
piensas, sientes, deseas y haces.
Termina
siempre lo que comenzaste.
Haz
lo que estás haciendo lo mejor posible.
No
te encadenes a nada que a la larga te destruya.
Desarrolla tu generosidad sin testigos.
Desarrolla tu generosidad sin testigos.
Trata
a cada persona como si fuera un pariente cercano.
Ordena
lo que has desordenado.
Aprende
a recibir, agradece cada don.
Cesa
de autodefinirte.
No
mientas ni robes, si lo haces te mientes y te robas a ti mismo.
Ayuda
a tu prójimo sin hacerle dependiente.
No
desees ser imitado.
Haz
planes de trabajo y cúmplelos.
No
ocupes demasiado espacio.
No
hagas ruidos ni gestos innecesarios.
Si
no tienes fe, imítala.
No
te dejes impresionar por personalidades fuertes.
No
te apropies de nada ni de nadie.
Reparte
equitativamente.
No
seduzcas.
Come
y duerme lo estrictamente necesario.
No
hables de tus problemas personales.
No
emitas juicios ni críticas cuando desconozcas la mayor parte de los
hechos.
No
establezcas amistades inútiles.
No
sigas modas.
No
te vendas.
Respeta
los contratos que has firmado.
Sé
puntual.
No
envidies los bienes o los éxitos del prójimo.
Habla
sólo lo necesario.
No
pienses en los beneficios que te va a procurar tu obra.
Nunca
amenaces.
Realiza
tus promesas.
En
una discusión ponte en el lugar del otro.
Admite
que alguien te supere.
No
elimines, sino transforma.
Vence
tus miedos, cada uno de ellos es un deseo que se camufla.
Ayuda
al otro a ayudarse a sí mismo.
Vence
tus antipatías y acércate a las personas que deseas rechazar.
No
actúes por reacción a lo que digan bueno o malo de ti.
Transforma
tu orgullo en dignidad.
Transforma
tu cólera en creatividad.
Transforma
tu avaricia en respeto por la belleza.
Transforma
tu envidia en admiración por los valores del otro.
Transforma
tu odio en caridad.
No
te alabes ni te insultes.
Trata
lo que no te pertenece como si te perteneciera.
No
te quejes.
Desarrolla
tu imaginación.
No
des órdenes sólo por el placer de ser obedecido.
Paga
los servicios que te dan.
No
hagas propaganda de tus obras o ideas.
No
trates de despertar en los otros emociones hacia ti como piedad,
admiración, simpatía, complicidad.
No
trates de distinguirte por tu apariencia.
Nunca
contradigas, sólo calla.
No
contraigas deudas, adquiere y paga enseguida.
Si
ofendes a alguien, pídele perdón.
Si
lo has ofendido públicamente, excúsate en público.
Si
te das cuenta de que has dicho algo erróneo, no insistas por orgullo
en ese error y desiste de inmediato de tus propósitos.
No
defiendas tus ideas antiguas sólo por el hecho de que fuiste tú
quien las enunció.
No
conserves objetos inútiles.
No
te adornes con ideas ajenas.
No
te fotografíes junto a personajes famosos.
No
rindas cuentas a nadie, sé tu propio juez.
Nunca
te definas por lo que posees.
Nunca
hables de ti sin concederte la posibilidad de cambiar.
Acepta
que nada es tuyo.
Cuando
te pregunten tu opinión sobre algo o alguien, di sólo sus
cualidades.
Cuando
te enfermes, en lugar de odiar ese mal considéralo tu maestro.
No
mires con disimulo, mira fijamente.
No
olvides a tus muertos, pero dales un sitio limitado que les impida
invadir toda tu vida.
En
el lugar en que habites consagra siempre un sitio a lo sagrado.
Cuando
realices un servicio no resaltes tus esfuerzos.
Si
decides trabajar para los otros, hazlo con placer.
Si
dudas entre hacer y no hacer, arriésgate y haz.
No
trates de ser todo para tu pareja; admite que busque en otros lo que
tú no puedes darle.
Cuando
alguien tenga su público, no acudas para contradecirlo y robarle la
audiencia.
Vive
de un dinero ganado por ti mismo.
No
te jactes de aventuras amorosas.
No
te vanaglories de tus debilidades.
Nunca
visites a alguien sólo por llenar tu tiempo.
Obtén
para repartir.
Si
estás meditando y llega un diablo, pon ese diablo a meditar...