viernes, 16 de marzo de 2012

Paradoja de Liberación


Este segundo movimiento de la Tercera Sinfonía de Gorecki, un clásico de la música minimalista, rezuma una extraña cualidad de oscuros y claros contrastes, una quietud, intemporalidad y simplicidad que no son fáciles de hallar, ni siquiera de advertir, pese a inspirar un cierto sabor familiar.  Y esta aparentemente anecdótica impresión podría estar revelándonos algo más que lo que la mente pesada puede atisbar.
Un viejo proverbio dice que el camino espiritual es más difícil que caminar por el filo de una navaja. Con todo, también se dice que nada hay más natural y simple que estar en Camino. Cualquier cosa puede conducir a una trampa y cualquier cosa puede conducir a la Consciencia y Liberación.
¿No es esto lo que hace al viaje tan complicado y traicionero? 
Tal vez por ello es la vida humana tan errática y contradictoria, tan llena de oscuros y claros contrastes, maravillas y miserias que coexisten. Pero ¿cuál es la raíz de las caídas humanas? ¿acaso una percepción distorsionada de la Realidad, una falta de discernimiento? Y si es así, ¿pueden los conflictos internos, fuente de los externos, cesar con el atisbo de Aquello inefable y omnipresente de donde todo surge?

Los pensamientos de esclavitud y Liberación permanecen sólo en la medida en que uno se considera preso. Cuando uno se pregunta quién está preso, el Yo-Ser se revela eternamente alcanzado, eternamente libre. Cuando el pensamiento de la esclavitud cesa, ¿puede el pensamiento acerca de la Liberación continuar?
Si se dice que la Liberación es de tres tipos: con forma, sin forma y ambas, entonces déjame decirte que la extinción de esas tres formas de Liberación es la única Liberación.
(Ramana Maharshi, 39, 40. Cuarenta Versos Sobre La Realidad)

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