Introducción
El tema de hoy quedaba pendiente pero aquí presento la primera entrega con datos sorprendentes.
En primer lugar, la idea popular de la reencarnación es que las personas tienen un alma que puede sobrevivir y entrar en otro cuerpo, siendo así la misma persona que reencarna. Pero esto presenta varios problemas.
En primer lugar, la Naturaleza recicla todo y no retorna nada del mismo modo. Lo que vuelve, vuelve con modificaciones, adiciones o substracciones. Sólo hay que fijarse en los árboles y plantas. No hay ni un sólo tipo que sea igual, aunque la esencia árbol siga siendo la misma: todos los pinos son diferentes, todas las rosas tienen diferencias.
Y con el Alma humana sucede más o menos lo mismo, pero no es igual en todo el mundo porque hay diferentes tipos de alma, retorno y reencarnación. ¿Y qué es lo que reencarna?
Hay un pasaje donde se asegura que el hombre sólo muere una vez:
Y así como está decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio (Hebreos 9:27)
Igualmente en Juan 9 los discípulos preguntan al Maestro si un hombre nació ciego porque pecó él o sus padres y el Maestro contestó que ninguna de ellas, sino que nació así para la manifestación del regalo (Chen) de Elohim.
Obviamente, al igual que un pino que muere no vuelve a retornar, una persona y su mismo alma tampoco retorno exactamente del mismo modo.
Una cosa es el retorno de almas completas y otra el retorno de patrones de comportamiento, rasgos físicos y psicológicos. ¿Pero de qué depende? ¿De la cultura, los genes o algo más que sobrevive?
Hay numerosos relatos de niños que aseguraron haber vivido en cierto país o aldeas y al investigar los datos que ellos proporcionaban, se corroboraron. Uno de los casos más conocidos es el de Cameron Macaulay, niño de Glasgow quien recordaba haber vivido a una isla escocesa y convenció a sus padres de que fueran, corroborando todo y dejando a la familia sin palabras.
Otro caso famoso, del cual se hizo una película, fue el de la irlandesa Mary Sutton, cuyas memorias personales reaparecieron en la inglesa Mary Cockerell, quien viajó a Irlanda para indagar, hallando hasta a los hijos de Mary Sutton.
¿Cómo se explica todo eso?
Esto es algo que se puede explicar haciendo uso de la noción Rueda de las Almas o Gilgul ha Neshamot, explicada por Isaac Luria.
Ahora, antes de pasar a la concepción hebraica de la Rueda de las Almas y los retornos, veamos diferentes visiones sobre la reencarnación:
En la Antigua Grecia se habló de la Metempsychosis o transcendencia de elementos psíquicos y la Metemsomatosis o transcendencia de elementos corporales.
Se cuentan historias de que Pitágoras era la encarnación o del dios solar Apolo y que él recordaba todas sus existencias. Incluso en una ocasión escuchó el ladrido de un perro y aseguró reconocer la voz de un amigo suyo.En India existe la antigua noción del Jivatman, un alma compuesta de una capa energética, emocional, mental, intelectual y causal dichosa, la cual contiene memorias o impresiones (samskaras) de otras existencias. Según enseña la tradición Vedanta, la acumulación de karma hace que el Jivatman tenga que revestirse de nuevos cuerpos para quemarlo. Y una vez la persona se libera, de esa carga kármica, el Jivatman deja de ser necesario, por lo que el Alma pasa a ser Jivanmukta, Liberado en Vida.
Curiosamente, una idea compatible fue defendida por el Padre de la Iglesia Orígenes:
Me
parece lógico investigar por qué el alma humana es movida tanto por lo
bueno como por lo malo. Supongo que las causas son anteriores a nuestro
nacimiento corporal (...). Hay que decir que ha habido ciertas causas
antecedentes que, antes de que las almas nacieran en los cuerpos, les
han hecho contraer alguna culpa en sus pensamientos o en sus
movimientos, por los que fueron juzgadas por la divina providencia a
sufrir esto de acuerdo con su merecimiento.
El alma, en efecto,
posee siempre su libre arbitrio, esté en el cuerpo o fuera de él, y el
libre arbitrio siempre es movido o hacia el bien o hacia el mal y jamás
el sentido de la razón, esto es, la inteligencia y el alma, puede estar
sin movimiento alguno sea bueno o malo. Es verosímil que estos
movimientos sean causa de los merecimientos incluso antes de que actúen
en este mundo. Así, según estas causas o merecimientos, desde el
nacimiento o, mejor dicho, desde antes del nacimiento, ha sido regulado
por la divina providencia el ser afectado por el bien o por el mal
(...). Hay que pensar que a veces hay causas anteriores al nacimiento
corporal. De Principiis III 3,5-6
Sin embargo, el emperador Justiniano y su esposa Teodora fueron quienes
acabaron de instaurar el Catolicismo tiránico. Se dice que ella formaba
parte de un prostíbulo como cortesana, pero se casó con el Tirano
Justiniano. Así ambos hicieron un duo dinámico para abolir entre otras cosas la enseñanza de Orígenes sobre la Pre-Existencia del Alma.
Justiano quiso que Vigilio, Obispo y Papa de Roma, firmara un decreto para condenar la
preexistencia del alma defendida por el teólogo Orígenes, seguido por
numerosos padres de la Iglesia. Vigilio se negó y Justiniano le metió en
la cárcel, aunque más tarde le sacó y le dijo que firmara el decreto durante
el Quinto Concilio de la Iglesia. Pero Vigilio logró escapar. Aún así,
Justiniano tenía a obispos y cardenales de su lado. Ellos sostenían que
si el alma había venido de Dios, si había pasado por otras existencias
previas y podía purificarse por medio de pagar culpa con la
reencarnación, como sostenía Orígenes, eso quería decir que Cristo no
era el único ser divino que había venido a la tierra y que la Iglesia no
era la única forma de atraer todas las almas a Cristo. Por tanto había
que negar esa doctrina.
Reencarnación de Adam
La visión de la reencarnación y retorno de las partes del alma también se halla repartida por toda la Escritura hebraica, implicada en pasajes, desde el mismo Génesis:
pero del Árbol del Conocimiento de lo Bueno y lo Deficiente no debes comer porque ese día muriendo morirás (mut tamut)–Genesis 2:17
La expresión "muriendo morirás" es la traducción literal desde el hebreo, e indica que comer de ese Árbol mete al alma en un proceso de muerte y renacimiento, lo cual no es una muerte absoluta. Por eso la Serpiente decía una verdad a medias: si comes, no morirás.
Efectivamente, Adam, el Alma vital colectiva, no murió, porque su neshemah o soplo vital venía de Beriah y era inmortal, pero al quedar atrapada en las qlipot o cáscaras de los mundos inferiores, entró en los ciclos o gulgilim de reencarnación y retorno por Ibur, ambos ligeramente diferentes.
Pero antes de comprender en qué consisten esos gilgulim tengamos en cuenta que Adam era un Alma colectiva que se fragmentó en 600.000 almas angélicas destinadas a encarnarse como mensajeros de Luz. Pero Adam fue formado del polvo de Adamah, adquiriendo dos naturalezas, dos tipos de alma: nefesh behemit (alma bestial) formada del polvo de Adamah y el nefesh elokitit (alma divina), que era la parte más baja de la Neshemah, el soplo de Vida (nishmat Jayim) que le fue insuflado (Génesis 2). Del nefesh animal provenía la inclinación al mal (yetzer hara) y del nefesh divino la inclinación al bien (yetzer hatob).
Algunos sabios hebreos tratan de justificar la mezcla arguyendo que como el espíritu o soplo divino (neshemah) no es compatible con la carne, necesitaban poner como intermediaria un alma bestial para ser rectificada. Y esto explica por qué Adam tenía como misión labrar la tierra de Adamah. Pero fue precisamente esa mezcla de contrarios lo que hizo que no hallara ayuda (cuerpo) idóneo y cayese en un profundo sueño, arrastrado por el nefesh behemit, cuyos impulsos animales pertenecían a especies alienígenas, es decir, extrañas a la naturaleza adámica.
Y cuando la parte femenina del alma comió de los frutos del mundo físico, movida por los susurros del intelecto egoísta de la Serpiente, el alma divina quedó plenamente sepultada por las qlipot o cáscaras de oscuridad.
Así es como las tres partes, el nefesh vital del nefesh elokit, el ruaj del nefesh elokit y la neshemah del nefesh elokit experimentaron un karat o aislamiento. Adam fue cortado del estado de beatitud, sin acceso al Árbol de la Vida que proporciona la inmortalidad. Quiere ello decir que no podía acceder a su neshemah o aspecto mental.
A partir de entonces, alguna de las 600.000 almas angélicas que componían a Adam comenzaron a quedar ligadas a seres terrenos. Al principio esos seres vivían cientos de años, pero como las tareas de rectificación eran demasiado grandes, las almas tuvieron que dividirse. Eso hizo que la edad humana disminuyera.
El proceso de rectificación se hizo si cabe más dificultoso con la mezcla de almas angélicas caídas, especialmente los llamados Aza y Azael (Azazel), descendientes de Qayn que se mezclaron con las hijas de Adam. Ello llevó a razas violentas que contaminaron la tierra y sus habitantes.
Sólo algunas almas humanas lograron escapar a la corrupción. Eran los descendientes de Seth, hijo de la unión entre el Adam angélico y su cuerpo colectivo, Javah. De ahí surgió la línea de Janok y Noaj, aunque éste último llegó a contaminarse con el conocimiento, hasta el punto de que se emborrachó con el vino de los secretos tras plantar su viña después de la Gran Inundación.
Y tras ese Mabul o Catástrofe, las almas descendientes de Noaj se dividieron en tres grupos, que representan las tres partes del alma según el Zohar:
Shem o Nombre simboliza la Neshemah o soplo mental que porta el Nombre Divino.
Jafet representa el Ruaj o viento emocional.
Y Ham representa el Nefesh.
Pero no olvidemos que estos son el Nefesh, Ruaj y Neshemah del Nefesh Elokit en Neshemah.
En cambio el gnóstico Valentín habló de almas hílicas (materiales/carnales, destinadas a la destrucción), psíquicas (mental-emocionales, con posibilidad de inmortalización) y pneumáticas (espirituales, destinadas a fusionarse con el Pléroma).
Así que veamos cómo esas partes están sujetas a ciclos de retorno y rectificación (tikun).
Gilgul ha Neshamot o Rueda de las Almas
La enseñanza más completa y detallada sobre el retorno de las Almas se halla sin duda alguna en la información transmitida por el Aryzal, Rabi Isaac Luria, cuyo discípulo, Jayim Vital, la transmitió en una obra llamada Shaar Ha Gilgulim, o Puerta de los Ciclos.
En el viejo paradigma cada persona trabaja para rectificar la parte que le corresponde, ya sea nefesh, ruaj o neshemah. Mientras no corrige el nefesh hasta cierto punto, no puede trabajar el ruaj emocional, y hasta que no alcanza cierta conciencia emocional (ruaj) que le permite distinguir entre lo bueno y lo malo, no puede comenzar a recibir más comprensión (Neshemah).
Durante
los primeros siete años de vida se desarrolla sobre todo el nefesh,
la personalidad vegetativa. A los siete años de edad comienza a
cobrar forma el ruaj emocional, porque la conciencia ética comienza
a formarse. Entre los 12 -13 años comienza el desarrollo intelectual
de la neshemah, que empieza a recibirse más intensamente a los 14. Y
a los 21 debería entrar la raíz del alma mental o soresh neshemah.
Pero muy pocas personas están lo suficientemente desarrolladas para
trabajar a esos niveles. A menudo los adultos son niños o
adolescentes en cuerpos demasiado maduros para ellos. Por eso la
completa rectificación lleva varias vidas, donde lo que retorna no
son las personas sino fragmentos del alma que deben ser purificados
para recibir mayores porciones del Nefesh Elokit, el
cual lucha contra el Nefesh Behemit, tal como se describe en el Tanya. Pero así no puede escapar sin la ayuda adicional del Alma del Mesías, el
Nuevo Adam o Espíritu de Vida.
Sin embargo, en este proceso del Gigul algo falta, pues el Alma Adam no se puede rectificar a sí misma si no es con la ayuda del Espíritu adicional del Mesías.
Gilgul vs Ibur
El retorno puede ser de dos modos, por Gilgul o Ibur. En el primero el alma nace con la persona, mientras que el Ibur es la llegada de un alma que se acopla al alma de la persona cuando ya ha vivido ciertas experiencias, y lo hace para corregirse o ayudar a su anfitrión en forma de guía.
En cuanto al número de veces que un alma puede retornar, hay una limitación cuando las almas no rectifican.
No
los adorarás ni los servirás; porque yo, Yhwh Elohim, soy Elohim celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos
hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen (Exodo 20:5)
Los cabalistas hebreos interpretan esto en varios niveles. La frase no se puede tomar literalmente, ya que en Ezekiel 18:20 se dice:
El nefesh que pecare morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él,
¿Cómo entonces es posible que la Naturaleza persiga los pecados de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación? La explicación es que un alma que transgrede no puede retornar en el hijo pero sí en un nieto (tercera generación) o bisnieto (cuarta generación). El alma es la misma pero fragmentada.
El alma a rectificar puede volver incluso en el hijo del hermano, como en la Ley del Levirato o Ybum, explicada en Deuteronomio 25. Si un hombre casado moría sin dejar descendencia, al hermano se le permite tomar el relevo y casarse con la viuda para darle descendencia y dar al alma del fallecido la posibilidad de reencarnar en la misma línea familiar. Aunque la viuda siempre puede rechazarlo si es un hombre malo o indecente, para lo cual debía realizar un ritual de humillación llamado halitza, quitándole la sandalia al hermano del fallecido, escupiendo después en el suelo. Algo permitido excepto si el hombre es un Koen o sacerdote, donde se supone que se trata de alguien justo.
Sin embargo, si un alma no rectifica después de volver en la cuarta generación es literalmente cortada y reciclada plenamente o incluso queda presa en el Inframundo, como se sugiere en este pasaje.
Si hubiese con él un elocuente mensajero, uno entre mil, que anuncie al Adam su deber; que le diga que Dios tuvo de él misericordia, que lo libró de descender a la fosa (Shajat), que halló redención: Su carne será más tierna que la del niño, volverá a los días de su juventud. Orará al Dios Natural (Eloah), y éste se agradará de él, y él verá su faz con júbilo. Porque Él restituirá al hombre (Enosh) su Justicia. Él mira sobre los hombres (enoshim); y al que dijere: pequé, y pervertí lo recto, y no me ha aprovechado; [el Dios Natural, Eloah] redimirá su alma (nefesh), que no pase a la fosa (shajat), y su vida mirará la luz. He aquí, todas estas cosas hace Dios (El), dos y tres veces con el humano (gaber) (Job 33:23-29)
Ahora, si el alma rectifica, aunque sólo sea una pequeña parte de su porción, la Naturaleza le permite seguir volviendo. La Escritura asegura que serían mil retornos:
Reconoce, pues, que Yhwh es Elohim, el Dios fiel, que guarda su pacto y su misericordia hasta mil
generaciones con aquellos que le aman y guardan sus mandamientos (Deuteronomio 7:9)
El misterio del Ibur
Como ya expliqué, un Ibur es un alma que se liga a otro alma con el fin de rectificarse o ayudar al alma anfitrión.
Ahora, aquí cabe preguntarse algo profundo: pueden las memorias de un Ibur mezclarse con la mente del anfitrión y aparecer como sus vidas pasadas.
Pues bien, desde mi punto de vista, sí, al fin y al cabo los iburim son parte de la misma raíz del alma anfitrión y por tanto son el mismo Supra-Alma (Oversoul) experimentando a través de diferentes personas.
Por otra parte, también hay una limitación de almas que se pueden incorporar en forma de Ibur. Una persona puede llevar hasta tres almas (nefesh, ruaj o neshemah) incorporadas a su propio nefesh, ruaj o neshemah. Pero todas ellas pertenecen a la misma raíz, es decir, que provienen del mismo Alma común, que ya se subdividió en previas encarnaciones. Y no me refiero al Alma Adam, de la cual provienen todas, sino a otras sub-almas que actúan como supra-almas (oversouls).
Uno de los casos más claros es cuando Eliseo (Elisha) le pide a Eliyahu doble porción de su espíritu:
Y cuando habían pasado [el río], Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras
que yo haga por ti antes de que yo sea separado de ti. Y Eliseo dijo: Te
ruego por favor (na) que una doble porción de tu espíritu (ruaj) sea sobre mí (2 Reyes 2:9)
¿Y por qué doble porción? La interpretación cabalística es que además del Ruaj de Eliyahu Elisha recibió el nefesh de Nadab y Abihua, lo cual vendría indicado por la expresión na (por favor), que son las iniciales de ambos personajes. Nadab y Abihua eran los dos hijos de Ahron (hermano de Moshe), que habían reencarnado en Gigul, tras haber ofrecido "fuego extraño", muriendo consumidos en el fuego Divino. Ambos hacen referencia a aspectos del alma que debían ser rectificados y Eliyahu los había heredado por Gilgul, pasándoselos ahora a Elisha tras su partida.
Ahora, en ocasiones el Ibur no viene de personas que ya han fallecido, sino de algún justo (tzadik) que sigue vivo, como en el caso famoso de Yonathan, hijo del rey Saul, enemigo de David:
Y aconteció que cuando él acabó de hablar con Saúl, el alma de Jonatán
quedó ligada al alma de David, y Jonatán lo amó como a sí mismo (1 Samuel 18).
Ignorando el fenómeno del Ibur, autores cristianos interpretaron esto como amor platónico entre Jonathan y David. Pero hay que tener en cuenta que las historias de la Biblia son alegorías de las partes del alma, por lo que Saul, David y Salomon representan el Nefesh, Ruaj y Neshemah siendo rectificados. De ahí que ninguno sea perfecto y esté sujeto a muertes y suicidios, como el de Saul.
Cuando David es nombrado rey, en vez de cortar con la línea de su persecutor Saul, sienta a su hijo Yonathan a la mesa. Entonces David (Ruaj) y Saul (Nefesh) se reconcilian. Pero Yonathan es asesinado junto a sus hermanos y Saul se suicida. Así es la tragedia del alma que no tiene la Cabeza del Mesías. Todo está sujeto a contingencias.
Es por esto que en la Kabbalah Mesiánica se habla ahora de la necesidad de recibir la Neshemah Yeterá o Alma aidicional del Mesías, que bajaría en la noche de Shabat al estudiar Kabbalah.
Sin embargo, el problema en el Judaísmo aún persiste: ¿qué Mesías, si en la mayoría de círculos judaicos, el Mesías aún no ha llegado y los que dicen llegar son todos más falsos que un duro de goma?
Gilgul o Reencarnación en el Nuevo Testamento
Nuevamente, debido a la falta de conocimiento, muchos afirman que la idea de reencarnación no está presente en el Nuevo Testamento. Pues aquí va una píldora de memoria:
"¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?" Ellos dijeron: «Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, que es Elías; y otros, que es Jeremías o alguno de los profetas.» (Matías 16:13)
El Hijo del Hombre es una clara referencia al Ben Adam de Daniel 7. ¿Pero por qué algunos consideraban que Yeshua podía ser el retorno de alguno de los profetas que ya habían fallecido? ¿No es eso el Gilgul?
Es más, existía una profecía por la cual el ruaj, la parte emocional del alma de Eliyahu iba a retornar por Gilgul o incluso Ibur:
He aquí, yo os envío al profeta Elías antes que venga el día de Yhwh, día grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, (Malaquías 4:5-6).
Por eso el Mesías confirma a los apóstoles quién era el retorno de Eliyahu:
En verdad os digo que entre los nacidos de mujer no se ha levantado nadie mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él. Y desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo conquistan por la fuerza.Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan. Y si queréis aceptarlo, él es Elías, el que había de venir. El que tiene oídos, que oiga (Mateo 11)
El hecho de que los apóstoles conocían el Gilgul para rectificar queda nuevamente manifiesto en Juan 9, pero no supieron precisar, ya que las personas no vuelven, sino las porciones del alma, de acuerdo a las obras rectificación de Elohim:
Sus discípulos le preguntaron: —Maestro, ¿por qué nació ciego este hombre? ¿Por el pecado de sus padres, o por su propio pecado? Ni este hombre pecó ni pecaron sus padres, manifestó Yeshua, sino que es para que se manifiesten las obras de Dios (Juan 9:2-3)
Evidentemente, si un hombre nace ciego se debe a que algún aspecto de su alma heredada ha manifestado esa tara a nivel genético, por algún tipo de transgresión, no suya, sino de alguien cuyo alma fragmentada pasó por Gilgul. Pero eso puede ser sanado por el Divino Don (Chen).
¿Y cuáles son esas obras de restauración divina a las que se refiere el Maestro? Ya lo hemos visto:
[el Dios Natural, Eloah] redimirá su alma (nefesh), que no pase a la fosa (shajat), y su vida verá la Luz. He aquí, todas estas cosas hace Dios (El), dos y tres veces con los humanos (Job 33:23-29)
Según mis investigaciones, Eloah hace referencia al Espíritu divino de Malkut de Atzilut, y es el que restaura la completud, eliminando cualquier enfermedad.
`Porque yo te devolveré la salud, y te sanaré de tus heridas-declara el Verbo (Yhwh)- ``porque te han llamado desechada, diciendo: `Esta es Sion, nadie se preocupa por ella.' (Jeremías 30:7)
Sin embargo, la misión principal del Mesías es acabar con el Gigul, no negarlo, como hacen todos aquellos que temen u odian la Verdad, defendiendo sus propias doctrinas falsas sobre un cielo o infierno, o alguna super-dimensión donde el alma se va purificando tras haber vivido sólo una vida.
Basta observar la Naturaleza para ver que nada funciona así de fácil, y el que la hace, la paga. Así lo enseñó el Mesías:
Guarda tu espada —le dijo Yeshua—, porque los que a hierro matan, a hierro mueren (Mateo 26:52)
Si no en esta vida, en la siguiente. Así de claro.
He ahí la razón por la que debemos vivir como miembros del Último Adam:
Porque así como en [el primer] Adam todos mueren, también en el Mesías [Último Adam] todos serán vivificados (1 Corintios 15:22).
Al vencedor le haré una columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí (Apocalipsis 3:12)
Es decir, nunca más tendrá que retornar en Gilgul a una tierra desolada.
Gracias por la escucha.
Próximamente veremos a fondo el tema de las almas gemelas.