El
falso corazón y mente siempre quieren llevar razón, con ideas sobre
el “tú” y el “yo”, lo agradable y lo desagradable, lo
correcto y lo incorrecto. Con todo, ahí yace la oportunidad para
despertar en otro Corazón-Mente más brillante que observa paciente, suelta lastre y deja
que las tensiones se disuelvan, revelando ese Ser donde somos libres y amamos sin condiciones.
Eso es de hecho perdonarnos a nosotros mismos y al mundo.
Como
escribe el filósofo Peter Russell en su web:
La
comprensión convencional del perdón es algún tipo de absolución,
de pasar por alto –algo como “Sé que hiciste mal, pero por esta
ve lo dejo pasar”. Sin embargo, el significado originario del perdón es
diferente. El antiguo vocablo griego para el "perdón" es aphesis, que significar "soltar". Cuando perdonamos a alguien, simplemente dejamos que se vayan los juicios que hemos proyectado sobre ese alguien. Le liberamos de todas nuestras interpretaciones y juicios, de nuestros pensamientos de bien y mal, de amigo o rival.
En vez de eso, vemos a seres humano atrapados en sus propias ilusiones sobre sí mismos y el mundo que les rodea. Como nosotros, sienten la necesidad de seguridad, control, reconocimiento, aprobación o estímulo. Y probablemente también se sienten amenazados por gente y cosas que les impiden realizarse. Y como nosotros, a veces cometen errores. Mas detrás de esos errores, hay otro niño de Diós buscando la paz de mente. http://www.peterrussell.com/SG/Ch7.php
Que tengamos todos un introspectivo año 2015.