El presente es una consecuencia del pasado y el futuro resultado del presente. Por lo tanto, si uno no cambia ahora, mañana será como hoy. Así que el cambio comienza con la percepción de cómo somos y lo que hacemos ahora, no mañana.
Teniendo en cuenta el hecho de conflictos sin fin, es bastante irónico que un hombre enviase este mensaje décadas atrás, ante las auto-denominadas "Naciones Unidas". Mientras tanto, el verdadero cambio sigue esperando al nivel de los individuos, no de las razas, tribus, naciones o congregaciones sociales, que son divisiones de la mente.